José Luis Simón, geólogo: “Cuando se creó el Parque la geología no vendía, no tenía ningún interés turístico”
El catedrático considera que “habría que aplicar las nuevas tecnologías en la información que se ofrece al visitante”José Luis Simón es catedrático del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza y uno de los expertos que mejor conoce la geología de Aliaga. Creció entre esas rocas, sobre las que luego profundizó durante su época de estudiante y para las que logró, en 1993, una marca, la de Parque Geológico, que las ha lanzado a nivel tanto científico como turístico en todo el mundo.
- Usted fue el impulsor del Parque Geológico en 1993. ¿Cómo surgió la idea?
- Un año antes conocí cosas de ese estilo, con patrimonio geológico expuesto para visitantes. Ningún elemento geológico en esos años formaba parte de un elemento turístico, la geología en ese momento no vendía. Yo soy de un pueblo de al lado de Aliaga, de Cobatillas, y conocía muy bien la riqueza geográfica de esa zona, incomparable con cualquier otro lugar de España. La geología es un poco rara allí y me parecía el lugar idóneo para darla a conocer.
- ¿Cómo fueron los primeros trámites?
- El alcalde de entonces, Antonio Valero, se puso en contacto conmigo porque yo había tenido conversaciones con el cura sobre el tema y ellos hablaron entre sí. La verdad es que me puse muy contento de que viniera a mí y juntos empezamos a hacer gestiones en el Gobierno de Aragón, pero allí no sabían ni por qué ventanilla teníamos que plantear nuestras solicitudes, no había nada similar en España. La idea tuvo un espaldarazo político importante con la intervención de José Ángel Biel, que era del Partido Aragonés, el mismo que el alcalde. En el año 1993 hicimos la primera acción, diseñamos con otros colegas de la Universidad de Zaragoza recorridos, marcamos puntos de interés y colocamos señalizaciones. Apenas había recursos y pusimos unas placas de cerámica sencillas, algunas de ellas todavía están. Eran simples baldosas cogidas con mortero a los afloramientos, en otros lugares colocamos varias baldosas con algo más de texto, todo muy sencillo. También editamos un folleto muy básico.
- ¿Cuando usted empezó a hablar de la geología de Aliaga ésta era totalmente desconocida?
- En el ámbito universitario era ya un referente. Era conocida a nivel internacional, no solo Aliaga, sino también Montalbán y el Maestrazgo porque venían estudiantes holandeses ya en los años 70 a estudiar sus formaciones, aunque luego en los 80 dejaron de venir y retomaron la actividad cuando se puso en marcha el parque. A partir de 1985 cada año había una excursión fija del curso de Geología de la Universidad de Teruel, que luego se convirtió en el curso de la Universidad de Verano de Teruel. En el mundo educativo no sorprendió que ese espacio se convirtiera en un parque geológico.
- ¿Cómo fueron sus acercamientos con la geología de Aliaga?
- Yo soy de Cobatillas y siempre había estado por esas piedras buscando fósiles y paseando. Pero en los 80, con la tesina de fin de carrera, fue cuando empecé a entender un poco más a fondo la formación. Es entonces cuando me percaté de la riqueza que había allí y empecé a hacer los primeros planos detallados.
- ¿Fue el primer estudio que se hizo al respecto?
- No, desde el punto de vista estratigráfico estaba recogida en una tesis anterior de un geólogo francés, Joseph Canérot, que hizo su trabajo de una zona muy extensa, desde el Maestrazgo de Teruel al de Castellón. Él recogía un poco la geografía y la publicó en el año 1976, hizo el desbroce básico, yo después incidí en los pliegues tectónicos únicos en el mundo, de los que hasta ese momento no se había hablado.
- Aunque se conocía a nivel científico, ¿fue la constitución del Parque lo que lo lanzó hacia el turismo?
- Cuándo se pone una marca o un logotipo a un espacio la gente acaba yendo, aunque en este caso no ha sido en grandes multitudes ni en turismo de masas. Pero sí que han surgido visitas guiadas y a ello han contribuido las apariciones en revistas y en prensa. Otra virtud del parque geológico es abrir la divulgación a otros campos a nivel nacional e internacional y hacer cosas que antes no se habían hecho. Por ejemplo, es el primer Parque Geológico que ha planteado itinerarios y recorridos. A raíz de Aliaga enseguida empezaron a aparecer otras propuestas, como en Chera, Valencia, que dos años después creó otro parque monográfico. Unos años después, en los 90, se constituyó el Geoparque del Maestrazgo y a partir de 2000 se constituyó la red europea de geoparques .
- Desde luego Aliaga fue pionera en muchos aspectos vinculados a la divulgación geológica.
- Sí, y también en celebrar el Geolodía, que ahora es una actividad a nivel nacional que concentra a 10.000 personas. Se hizo por primera vez en el año 2005 en Aliaga, pero en poco tiempo se disparó y es un evento, ahora multitudinario, de educación geológica.
- En estos años el geoturismo se ha desarrollado en toda Europa, ¿no es así?
- En los años 90 el geoturismo era una palabra que solo existía en el argot de los geólogos y con connotaciones negativas. Su significado era ir a dar un paseo al campo con la tortilla para almorzar, que era como nos veía mucha gente. El geoturismo pasa de ser un concepto ambiguo a ser algo con tirón, con el que se consiguen proyectos y la sociedad descubre que la geología es un activo, igual que tener un retablo gótico en el pueblo. En la década de los 90 hubo un cambio de chip y ahora ya se habla con normalidad de geoturismo y de geodiversidad.
- ¿La gente de la zona apreciaba los valores que tenían antes de la creación del Parque Geológico?
- Sabían que tenían un paisaje curioso, agreste, es cierto que le veían algo porque le ponían nombre a determinados lugares y rocas, pero sin valorar el interés científico. Ha sido la llegada de gente de fuera para apreciar su paisaje la que lo ha incentivado. Ahora cada año acuden entre 60 y 80 universitarios holandeses y otros tantos ingleses a estudiar la geología de la zona. En el terreno también se valora, la prueba es que cuando se hace alguna actividad abierta al público vinculada a la geología acude mucha gente.
- ¿El Parque Cultural ha servido como motor turístico para Aliaga?
- Sí, porque Aliaga es un pueblo bonito, en el que se promocionaba el turismo a través de la Mancomunidad del Maestrazgo. Había algunos carteles de estos que se pegan en los coches en los que aparecía el lema “Aliaga, el jardín del Maestrazgo”. Cierta promoción sí que había, pero no existía nada señalizado y la gente pasaba y como mucho paraba a tomar algo. Hay que tener en cuenta que hasta 1982 funciona la central térmica y cuando un territorio tiene carbón que extraer de la mina le preocupa poco el turismo y otras alternativas de desarrollo. Pero en los 80, cuando cierra la térmica, la población se reduce a la mitad y entonces los que quedan empiezan a pensar en otras alternativas.
- ¿Cómo ve el futuro del Parque Geológico?
- No creo que vaya a haber un cambio y se convierta en un espacio de turismo de masas, que a la vez considero que no sería bueno. Siempre se han dado pequeños pasos y si se sigue así se consolidará y seguirá funcionando. A nivel técnico habría que sustituir la información actual por nuevas tecnologías, con códigos QR para que la gente pudiera acceder desde su móvil. Adaptándonos un poco a lo que la gente empieza a demandar. Mientras haya iniciativas de seguir dando vida al parque con actividades, como las que cada año realiza la guía del espacio, Julia Escorihuela, Aliaga seguirá creciendo pero ni espero ni quiero que el crecimiento sea exponencial.