No consigo quitármela de la cabeza. Tiene una tonadilla de esas que penetran hasta lo más hondo del cogote e inevitablemente bajan en forma de silbido o tarareo, allá cada uno con sus capacidades artísticas. Zorra, que hoy peleará por no sumar un nuevo ridículo al palmarés nacional eurovisivo, puede gustar más o menos, pero es uno de esos temas que podrían sonar de manera repetida en mi playlist particular sin llegar a aborrecerme. Siempre me sale cantar un trocito, como si de un villancico en la noche del 24 de diciembre se tratase. Así que algo debe tener.
No creo que su punto fuerte sea la letra, que, por muy reivindicativa, no tiene mucha literatura. Ni la coreografía de Nebulossa y sus bailarines, que por ir en paños menores y hacer jalear al público este jueves en las semifinales del concurso, no es una oda a la danza. En realidad, pienso que ni ellos mismos saben qué les ha llevado hasta Malmo. Dudo mucho que la propuesta española se corone como la mejor del festival. Quizás ni entre las diez mejores. Considero que esos puestos de privilegio están reservados, al menos uno de ellos, para un territorio que se está llevando todas las miradas en los días previos al show. Y no precisamente por su música. Israel ya aparece en las casas de apuestas como la segunda favorita, solo por detrás de Croacia. He escuchado ambas canciones la friolera de 0 veces -en mi cabeza solo suena el Zorra, zorra, zorra, lo siento-, pero estoy seguro de que Israel no se ha colado en las quinielas por una cuestión musical.
Puedo parecer muy preocupado por el asunto eurovisivo, pero en realidad, como diría un viejo conocido de estas páginas, me la pela al máximo. Lo que sí que me preocupa un poco más es que desde Europa sigamos dándole bombo a Israel. La solución no creo que pase por abuchear a la cantante israelí, como ya sucedió este jueves. Quizás con darle una vuelta al asunto y dejar fuera a países que asesinan sin miramiento, como no tardaron en hacer con Rusia, sería suficiente. ¿Les estará pasando a los miembros de la organización lo mismo que a mí? A ver si con tanto Zorra en la cabeza no pueden dejar de cantar eso de “Pero esta es mi naturaleza, Cambiar por ti me da pereza”.