Puede ser un brindis al sol o un golpe de calor, un debate televisivo de candidatos municipales cunde. Por ejemplo, si coges lo que viene antes de las promesas: “No hay barrio que no tenga problemas de movilidad”, anunció Rosa López Juderías, “la limpieza deja bastante que desear”, añadió Enrique Marín, y si entras por la Avenida Zaragoza a Teruel, “dan ganas de darse la vuelta”, concretó Eva Fortea. También se entera uno de cosillas: el Gobierno de Aragón ha rechazado los cinco solares que le propuso el Ayuntamiento para vivienda social, como explicó Emma Buj, o que en Huesca han pedido 60 millones vía proyectos europeos.
Hay datos sorprendentes, como cuando Nuria Tregón nos anunció que “hasta dentro de 80 o más años no habrá otro PGOU”, y los 40 del actual sonaron a tango. Enrique Marín nos animó al prometer IBI cero. La bajona llegó cuando Emma Buj anunció que es “ilegal” y le puso cifra a la Vaquilla, “que no nos sale gratis, cuesta 500.000 euros”.
Eva Fortea “bajó el balón”, tanto que se puso a hablar de las “cacas de perro” y el pipí de los niños en los parques. ¿Iba a referirse a “Teruel ciudad amiga de la infancia”? “Los niños mimados deberían ser los autónomos”, puntualizó Fortea, y recordamos que los niños no votan.
Hubo filosofía: “Los carriles bici tienen que llegar a su sitio”, apuntó Sandra González, quien afirmó: “todavía se puede vivir mejor”, ¿Teruel o Miami Beach?
Quedó un eslogan: “Torico original que vuelva al pedestal” de Nolasco, y una pregunta de Fortea sin respuesta: “¿Si Teresa Perales hubiera nacido en Teruel hubiera alcanzado el mismo nivel?”.
Zesar Corella defendió su “Banco Público de Vivienda”, Nicolás López prometió “remunicipalizar”, vaya palabra, el bus y Teruel Existe anunció que hacen falta tres escuelas infantiles, casi na.
“Creo que estamos en un debate municipal” anunció alguien. Pero ya nadie tenía ganas de debatir.