Terminaba mi última colaboración en el Diario de Teruel preguntando cómo se iba a financiar todo ese gasto público que se está necesitando y se va a necesitar. Es la pregunta del millón. Y la respuesta que se dé va a condicionar el desarrollo económico y social de los próximos años. Pero antes de responderla hay que conocer qué es lo que hay que pagar, es decir cuál es el impacto que sobre los ingresos y los gastos públicos está teniendo la pandemia. La mayoría de los analistas nacionales e internacionales coinciden en que el impacto va a ser, está ya siendo, muy superior al previsto por el Gobierno, que lógicamente debe trasmitir optimismo y no aumentar la zozobra reinante. Como resumen se puede indicar que las previsiones de los analistas varían en una caída del PIB en España de entre el 9% y el 15% en este año 2020, y un impacto en el empleo superior al 30%. Además, el impacto va a ser especialmente importante en dos sectores que aportan una parte importante del PIB español: el sector del automóvil y el sector del turismo. Por ejemplo, en Aragón se matricularon en el mes de abril 64 coches frente a los 1.855 matriculados en el mismo periodo del año anterior. Y los hoteles, bares y restaurantes cerrados en los últimos dos meses.
Esta fuerte caída en el PIB, tiene su primer impacto en los ingresos públicos, en lo que el Estado recauda a través de los impuestos. El Estado va a dejar de recaudar según el Consejo de Colegios de Economistas unos 70.000 millones de euros. Y el impacto en el déficit final sería de un 15% del PIB, aproximadamente. Pero este 15% del déficit no significa que nos vayamos a gastar un 15% más de lo que ingresó, no. Ese 15% se mide con respecto al PIB, es decir que, si el PIB de España fue en el año 2019 de 1.245.000 miles de millones, un 15% supone que este año 2020 el déficit va a ser de 186.000 millones de euros. Y los ingresos el año pasado por impuestos fueron de 324.713 millones de euros. Imaginen que, en sus familias, en sus casas, ingresan todos los meses 3.000 euros y gastan 6.000 euros mensuales. Esta situación no es sostenible en el tiempo ya que un déficit permanente pasa a engordar la deuda que hay que financiar en un mercado financiero claramente restrictivo.
Y ante una situación de déficit que debe ser corregida, solo caben dos opciones: o aumentamos los ingresos o disminuimos los gastos. ¿Hay margen para aumentar los ingresos? Pues en mi opinión algo hay, pero sin necesidad de aumentar los tipos impositivos (Alemania acaba de bajar el IVA a determinados servicios). Hay que conseguir aumentar las bases imponibles. Y eso solo se consigue si todos tomamos conciencia de que los servicios públicos no son gratis, hay que pagarlos.
Sin embargo, donde realmente hay que ser especialmente vigilantes es en el apartado de los gastos públicos. Para que se hagan una idea del volumen, en España somos 39.500.000 personas mayores de 16 años, pues bien, aproximadamente 19.000.000 cobran mensualmente del Estado en estos momentos. Esto es insostenible, hay que meter la tijera. Sitios donde hacerlo hay muchos. Le doy una pista señor Sánchez: televisiones públicas 1.877 millones de euros cuestan al año. Le doy otra pista: le sobran 10 ministerios y 3 vicepresidencias. Sé que me pueden tachar de demagogo y decir que representa un porcentaje muy pequeño sobre el total del gasto, pero si se nos van a pedir sacrificios (que lo van a hacer y muy importantes) lo primero que tiene que hacer el que los pide es proselitismo del ahorro público y qué mejor forma de hacerlo que predicar con el ejemplo.