El proyecto Life+ que se ha estado desarrollando en la zona de los Monotes de la capital turolense ha permitido recuperar este espacio para la ciudad y ofrece también muchas posibilidades educativas. Así al menos lo entendió Ana Blas Pérez, alumna de Magisterio de Primaria en la mención de Educación Física en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Teruel, que dedicó su Trabajo fin Grado (TFG) a proponer un completo programa de actividades para aprovechar este espacio a nivel didáctico.
El proyecto El entorno como recurso educativo. Las Arcillas de Teruel, que fue dirigido por la profesora Mª Victoria Lozano, ofrecía una propuesta para trabajar con alumnos de sexto de Primaria en esta zona y conocer a fondo el proyecto Life+: Recuperación del área natural Las Arcillas: Equilibrio Ambiental Sostenible.
La joven maestra destacó las posibilidades de este espacio. “Elegí este tema porque considero que el entorno próximo es muy motivador para los niños y lo centré en Las Arcillas porque me parece que está zona tiene mucho potencial por sus recursos naturales, culturales, artísticos e históricos”, explicó Ana Blas que añadió que además durante sus prácticas escolares se dio cuenta de que los alumnos no lo conocían.
El trabajo incluyó una investigación sobre el proyecto Life+ para lo que la estudiante entrevistó a varios responsables del mismo y, posteriormente, diseñó una propuesta de intervención en el aula. Además, cuando terminó el TFG dejó una copia en el Ayuntamiento para incorporarlo a su plan de divulgación educativa.
La actividad está pensada para alumnos de sexto de Primaria de cualquier centro educativo de Teruel para desarrollarlo en el aula durante once sesiones a lo largo del curso, incluida una salida a la zona.
Blas destacó que utilizó metodologías innovadoras que “potenciasen el aprendizaje significativo” y el trabajo activo de los escolares con contenidos de diferentes áreas de conocimiento, ya que es un proyecto interdisciplinar. Asimismo, se tuvo en cuenta la atención a la diversidad en los materiales elaborados.
Aunque no se aplicó con alumnos, la autora del trabajo sí que diseñó todas las sesiones minuciosamente y acompañadas de todos los recursos para llevarlas a cabo, todos ellos de elaboración propia.
Uno de los materiales más estacados era el Cuaderno Monotes, un diario para los alumnos sobre las clases y unas mascotas que dinamizarían las diferentes actividades.
Excursión
Ana Blas explicó que “la actividad estrella y que más tiene que ver con la Geografía era la salida al campo, una ruta por Las Arcillas, en la que los alumnos tomarían contacto con la zona para a partir de ahí poder investigar sobre los diferentes temas”.
Los escolares se acercarían a temas sobre cultura, flora y fauna de la zona, modificación paisaje a lo largo de la historia, oficios relacionados con la arcilla y el arte mudéjar, entre otros.
Además, la propuesta también animaba a los niños a conocer el Proyecto Life+, hacer una toma de contacto sobre el terreno para, a partir de ahí, llevar a cabo actividades de investigación utilizando técnicas diferentes como entrevistas con expertos y el uso de las tecnologías de la información con la consulta de la página web del proyecto europeo, entre otras. “Planteé el trabajo cooperativo y activo de los alumnos”, señaló la joven maestra.
Ana Blas aseguró que le gustaría que la idea se pudiera llevar a la práctica. “Esta propuesta podría tener aceptación en los centros educativos de la ciudad de Teruel, no exige muchos recursos económicos y los materiales están elaborados”, comentó.
A parte de las potencialidades didácticas para trabajar desde difererentes áreas, la autora de este trabajo también destacó que el proyecto es “una buena forma de dar a conocer el Life, ya que los niños pueden también contar a sus padres lo que hay en esta zona y que se conozcan más elementos culturales, artísticos y paisajísticos”.
Puesto que la mención que estudió Blas es la de Educación Física, le dio una especial importancia a que los chicos puedan conocer que en este espacio de la ciudad tienen una zona para hacer senderismo, ir con la bici o dar un paseo con sus padres, según comentó ella misma.
En cuando a su propia formación, Ana Blas consideró su TFG como la culminación de su formación universitaria. “Me enfrenté a un proceso de investigación largo y variado, con muchas fuentes de información y ha sido apasionante y enriquecedor. Me ha terminado de formar y me ha servido para reafirmar mi idea de que los maestros tenemos que estar abiertos a la innovación y mejora constante”, señaló.