Inauguración de la escultura
Este fin de semana se cumplió el deseo que muchas veces han pedido los Amigos del tambor y muchos alcañizanos: que haya en el casco urbano un monumento que recuerde la tradición tamborilera de la ciudad. Desde ayer el deseo se ha hecho realidad.
Una escultura hecha por el escultor Daniel Elena luce ya sobre un pedestal en la plaza Mendizábal, lugar, por otra parte, que se presta para un monumento de estas características, pues por allí pasan prácticamente todas las procesiones de cada Semana Santa.
El artista explicó que ha intentado “reflejar el orgullo, el respeto y dignidad que los alcañizanos sienten y muestran cuando tocan el tambor”. La escultura tiene una estructura de acero inoxidable, aunque está realizada con ferro cemento, un material muy resistente pero con altas cualidades plásticas.