La turolense Mirian Navarro mezcla fotografía y tradición oral en La naturaleza del ser humano, su Trabajo de Fin de Grado de Bellas Artes que podrá verse en forma de exposición entre los próximos días 22 y 26 de septiembre, en el vestíbulo del edificio de Bellas Artes de Teruel.
Navarro ha recogido ocho historias que siempre se han contado en Teruel y les ha dado forma de fotografía. Historias que se han transmitido por vía oral, y a las que la artista ha llegado a través de sus abuelos o de Gregorio Gómez. Con la mujer como protagonista en muchas de ellas y siempre con la duda de si son verdad o leyenda; en casi todas el sentido común niega lo que afirma categóricamente quien la cuenta. Una de esas historias es la del popular artillero Atilano que le atinó a la plaza del Torico. Pese a que nunca se ha constatado su existencia, y todo indica que atilano era el nombre de las unidades que bombardeaban, "mi abuelo jura y perjura que el tal Atilano existió", dice Navarro.
Navarro también habla sobre el famoso tren de naranjas que descarriló llegando de Valencia en 1947 y proporcionó cítricos gratis a todos los turolenses, o de aquella vez en 1935 que las mujeres acudieron al alcalde de Teruel para pedirles explicaciones por la subida de precio del pan y el aceite y este saltó por la ventana cuando vio la que se le venía encima.
Tampoco está claro si realmente la hija de Alfonso XIII vivió en Villaspesa, aunque Navarro también ha encontrado testimonios de gente "que la vio, y que dice que se parecía muchísimo al rey".
Otra de las historias que se reflejan fotográficamente data del XIX y narra como una mujer pactó con el demonio para ser eternamente bella pero faltó a su promesa de no estar con otro que no fuera él, por lo que acabó muerte. "Es evidente que esta historia no es real", explica la artista, "pero sería interesante hasta que punto sí podría serlo, con el elemento metafórico del demonio en lugar de un hombre".
Lo que tienen en común estas historias es que, de algún modo, retratan la naturaleza del ser humano, sus anhelos, sus miedos, sus potencias y sus miserias. Y adquieren más valor en tanto en cuanto no pertenecen al mundo de la literatura, sino de los cuentos orales, mucho más atávicas por cuanto cada generación les da un giro distinto a la anterior, acercándolas más a la realidad humana.
"De este trabajo he sacado una conclusión que más bien es un interrogante", explica Mirian Navarro. "¿Es bueno regresar a los orígenes de vez en cuando, o es mejor pasar página? No estoy segura de que esa cuestión tenga una respuesta clara, aunque este proyecto, todavía inacabado, trata de buscarla".
Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel