El desembarco ayer de un equipo multidisciplinar de técnicos externos al Ayuntamiento de Alcañiz en la zona de viviendas afectada por los desprendimientos del talud de Pui Pinos no trajo consigo nuevos realojos de vecinos, ya que los expertos todavía no han determinado el grado de deterioro de las casas.
Al margen de los tres edificios que quedaron derruidos cuando en la madrugada del pasado día 18 se produjo el deslizamiento de tierras, hay otros cuatro en los que todavía no se permite entrar.
De los dos que están a ambos lados de los sepultados, uno está partido por la mitad, por lo que podría ser demolido por motivos de seguridad. Otro tiene menor grado de afección, aunque se investigará si su estructura está dañada o si por el contrario puede repararse.
Otro de los edificios a investigar es el bloque que está en el lado de la carretera más cercano al río. Aparentemente, no parece afectado, aunque los escombros llegaron hasta sus puertas.
Hay un cuarto edificio que, más que por sus daños, se mantiene desalojado por los trabajos que se están realizando para asegurar el talud.
