La Cuadrilla de El Nazareno de Híjar se impuso en la 52ª edición del Concurso Nacional de Tambores y Bombos de la capital del Bajo Martín, que aglutinó a 24 grupos en las categorías de mayores, juveniles e infantiles. En todas ellas, el dominio fue local.
Es el segundo año consecutivo que gana el certamen esta cuadrilla, que ayer no lo tuvo nada fácil. La Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario de Almassora (Castellón) se quedó a tan solo un punto de diferencia (75 frente a 74), por lo que el jurado tuvo que afinar de lo lindo. A más distancia, con 70 puntos, quedaron los Posesos del Tambor y Bombo.
En categoría juvenil se llevaron el gato al agua Los Azotes de Híjar, mientras que el segundo puesto fue para Almassora y el tercero para El Nazareno de Híjar.
El dominio local se hizo sentir también en infantiles, donde venció San Blas, seguidos de Almassora y La Burrica, también de Híjar. Los niños -algunos muy pequeños- fueron muy aplaudidos por su esfuerzo.
Como cada Domingo de Ramos, la localidad anfitriona fue la más representada con nueve cuadrillas, tres de ellas en mayores, cuatro en juveniles y dos en infantiles.
Le siguió Teruel, con cuatro participantes en mayores y uno en juveniles. Con tres representantes, uno por categoría, estaba Almassora (Castellón), mientras que Alzira (Valencia) aportó dos en categoría absoluta.
Los Posesos de la Ruta del Tambor y Bombo, el Jiloca, Zaragoza, Zuera (Zaragoza) y Carcaixent (Valencia) completaron la participación.
[gallery columns="1" size="full" link="file" ids="72841,72842,72843,72844"]Hermandad tamborilera
“Estamos ansiosos por venir aquí, entrenamos todo el año sin parar y muy bien”, explicó Juanjo González, representante de Alzira. Su cuadrilla lleva casi una década acudiendo a Híjar cada Domingo de Ramos, para lo que se levantan a las 4:30 de la mañana. Cuando regresan, a las 20:00 horas, se unen a la procesión de la Burrica de su pueblo.
“En la cuadrilla somos 24. Nos une un sentimiento y las ganas de conocer gente”, explica. Llegaron con toda la ilusión por ganar, y para ello llevaban ensayando desde el pasado mes de septiembre .
Menos disciplinados son en la Cuadrillica de la Muerte de Teruel. “Nosotros somos más de última hora, hemos ensayado un mes”, explicó Sergio Barrena.
Esta cuadrilla es muy aclamada en sus actuaciones porque hacen algo distinto a los demás. “Nosotros somos de rock and roll puro y duro, heavy metal. Este año hemos hecho un toque nuevo, le hemos dado la vuelta a todo lo que teníamos y hemos metido mucho AC/DC”, indicó el portavoz.
“Somos una cuadrilla de colegas que tocamos el tambor. Nos juntamos lunes, martes y jueves a partir de las diez de la noche, que es cuando todos han salido de trabajar”, añadió.
Una cuadrilla heterogénea
Los Posesos del Tambor y Bombo, que este año han hecho podio, son el claro ejemplo de la amistad que se teje en torno a la percusión semanasantista. “Nos hemos juntado los que más afición teníamos por el tambor y bombo de los pueblos de la Ruta. Estamos de cuatro pueblos: Alcorisa, Andorra, Albalate y Samper”, explica Daniel.
Es la excusa “para hacer unas cenas y hacer amistad en torno a nuestra afición”, incidió. “Cada domingo nos juntamos en un pueblo. Es difícil reunirse todos juntos pero, al final, como nos gusta, hacemos todo lo posible para ir a ensayar”, explicó.
En cuanto a sus toques, “tradicionales tenemos pocos o ninguno. Más que nada, nos los inventamos sobre la marcha, cada uno da sus ideas y luego lo remasterizamos”, dice con sorna para risas del grupo.
“Nosotros venimos a participar, a pasar un día bien, bonito e ilusionante. Pero sobretodo, a hacer relación con gente que no conocías de otros pueblos y que comparte tu misma afición por el tambor”, concluyó.
Sus primeros pinitos
Los más pequeños se lo pasan en grande en el concurso de Híjar. Primero tocan y después comen chucherías. Un plan perfecto para una mañana de domingo. La pequeña Ana, de seis años, comenzó a tocar a los cuatro. “Se me da bien”, presume. Le gustan “todas las canciones”, sobretodo “las tradicionales de Híjar”.
“Me lo paso muy bien con mis amigos. Estamos diez de nuestra clase y también hay otros del cole”, explica. “No me acuerdo de cuándo empezamos a ensayar, pero nos juntamos todos los sábados”, concluye.