Calanda volvió a erigirse el viernes como la capital mundial de las tamboradas con su acto de Romper la Hora, en el que miles de tamborileros vestidos de morado mostraron sus emociones en la plaza de España y adyacentes en forma de tambor y bombo. Desde el Ayuntamiento aseguraron que fue uno de los mejores Viernes Santos que recuerdan.
La actriz Verónica Forqué, acompañada del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán y de la tamborilera de la Dolorosa Ana Luengo, fueron los encargados de dar los primeros mazazos al gran bombo que desde 1973 preside la plaza donde se dan cita más turistas que túnicas, pero que jamás perderá la esencia de una tradición que tan bien supo transmitir al mundo el cineasta Luis Buñuel.
No hay artista que pueda negarse a la invitación que brinda anualmente el Ayuntamiento de Calanda. Este año la agraciada fue Verónica Forqué, que tras tocar por espacio de cinco minutos mostraba su satisfacción por haber participado en un acto "emocionante, precioso" y que "no se parece a nada que uno haya vivido", según definió.
"Hay muchas cosas en la vida que no se pueden explicar y son casi siempre las mejores", aseveró la actriz, que coincidió con el músico Luis Eduardo Aute en que el Big Bang está en la vorágine de vibración que sucede a la bajada del bastón de mano del alcalde, que desde hace cinco año es José Ramón Ibáñez.
"Hay tanta energía, tantas almas que han pasado por ahí". Sin ir más lejos, el oriundo Buñuel, "que era, es un genio", reflexionó Forqué recordando al más grande cineasta surrealista de todos los tiempos.
La familia Forqué se metió en los entresijos de la fiesta desde el Jueves Santo. La hija de Verónica, María, participó en la procesión del Vía Crucis. "La hizo entera y volvió feliz. Dijo que si hubiera durado tres horas más, habría aguantado", desveló la intérprete, que recomendó visitar la localidad más allá de Semana Santa. "Aunque solo sea para ver el museo, que es un sitio precioso que merece muchísimo la pena verlo" porque está dedicado "al gran maestro del cine", insistió.
Forqué y Lambán rompieron la Hora bajo las directrices de Ana Luengo, integrante de la Dolorosa. "Tocaba mi cofradía y me han elegido a mí", explicó la joven, que sintió un "honor muy grande que solo es una vez en la vida". "Es un sentimiento muy distinto a cualquier otro que puedas experimentar", dijo Luengo tras romper con los invitados. Preguntada por si prefiere estar con la cuadrilla o con los famosos, dijo que "es distinto", aunque ambos satisfactorios.
La cofradía ha tenido un primer trimestre del año muy ajetreado, puesto que también les tocaba representar a Calanda en las Jornadas de Convivencia de la Ruta del Tambor y Bombo. Para ello, estuvieron ensayando desde principios de enero.
"Casi perfecto"
La plaza de España se encontraba llena a rebosar desde una hora antes del evento. "Ha sido un año casi perfecto, de las cinco Rompidas de la Hora mías, creo que ha sido la mejor. La del año pasado fue la peor –empezó con antelación debido a un tambor que sonó antes del mediodía-, pero este año ha sido la mejor: muchísima gente, un tiempo extraordinario y el silencio, como siempre, ha sido increíble. Parece mentira que con el gentío que hay se haga ese silencio. Ha sido bajar la vara y empezar todos al unísono. Estoy muy satisfecho y felicito a las tres personas que me han acompañado y que lo han hecho exageradamente bien", valoró el regidor.
Ibáñez rehusó dar una cifra de visitantes. "No me atrevo, hay espacios que se estiran y se encogen -dijo en referencia a la plaza-. Pero miles y miles de personas", estimó.
Este año, como novedad, en las plazas anexas a la de España se colocaron pantallas gigantes para que todos fueran conscientes del momento exacto en el que el alcalde bajaba el bastón de mando.
Riqueza cultural y económica
"Me declaro adicto a la Semana Santa del tambor del Bajo Aragón y, por tanto, volveré siempre por aquí aunque no me inviten", dijo Lambán, que se mostró eufórico tras romper la Hora. "Y no descarto la posibilidad de hacerme de alguna cofradía y darle al tambor porque he descubierto que lo del bombo no se me da mal", apuntó en tono de broma.
"He venido muchas veces a Calanda y he participado, pero hacerlo a pie de obra y participar directamente en la Rompida ha sido inolvidable", aseveró el presidente. Lambán aseguró que el Bajo Aragón y la provincia de Teruel en general "se está demostrando sabia en el aprovechamiento de sus recursos naturales y culturales para crear riqueza. No nos podemos olvidar de que hoy -por el viernes-, además del inmenso caudal de emoción y sentimientos que fluyen por las plazas, estamos generando riqueza y estamos promocionando el territorio. Por tanto, es una combinación virtuosa de elementos que no tenemos sino que fortalecer cada día más", valoró.
Preguntado por si podría desestacionarlizarse esta fiesta para que repercutiera en el desarrollo del territorio durante todo el año, Lambán invitó a no desnaturalizarla, pero sí a sacarle partido a través del Centro Buñuel Calanda "que queremos revitalizar y fortalecer" desde el Gobierno de Aragón.
"Vamos a prestar todo nuestro apoyo institucional" al centro y "todo el apoyo económico del que seamos capaces, porque creemos que Buñuel es un aragonés universal". Además, dijo, el Ejecutivo regional apuesta por el sector audiovisual como industria cultural.
Autor:Marcos Navarro / Calanda