Los asistentes al congreso de esperanto acudieron a descubrir la placa de la Glorieta del Esperanto en San Julián. Bykofoto/ Antonio García
La ciudad de Teruel se suma a otros muchos lugares del mundo y tiene ya un espacio urbano dedicado a un idioma que surgió hace un siglo, pensando en contar con una lengua universal que se pudiera hablar en cualquier lugar del mundo. La glorieta del Esperanto se presentó ayer, junto al ascensor de San Julián, y está “en el mejor lugar” de la capital para ello, según destacaron este sábado en este acto ya que el grupo esperantista local surgió en este barrio y en un espacio además que también destaca por su función cohesionadora de la ciudad. El acto se enmarcaba además dentro de la celebración del Congreso Nacional de Esperanto, que reúne estos días en Teruel a más de 150 personas.
El presidente nacional de los esperantistas, Toño del Barrio, aseguró este sábado que era “una alegría tremenda” poder inaugurar este nuevo espacio que lleva el nombre del esperanto y recordó que son muchas las calles o plazas en diferentes países que se llaman así o con el nombre de su creador, Ludwik Zamenhof.
Del Barrio señaló que con esta placa Teruel va a estar “en el mapa del esperanto”. Asimismo, agradeció la labor del grupo local de esta disciplina porque está realizando “una importantísima labor de difusión” y tras este congreso también se comprometió a la promoción de Teruel en el mundo esperantistas que según recordó es “extenso y disperso”.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel, José Luis Torán, aseguró que se había elegido “el mejor sitio” para dedicarlo al esperanto puesto que Zamenhof “pensaba en la unión y en salvar barreras y el ascensor de esta plaza permitió unir un barrio que estaba alejado al resto de la ciudad”.
El presidente de Liberanimo, la asociación turolense esperantista, Alberto Granados, se mostró muy satisfecho con esta iniciativa y recordó que gracias a la asociación de vecinos de San Julián comenzaron hace unos años los primeros cursos de esperanto en Teruel que han llevado después a la creación de la asociación y a que Teruel haya podido acoger este congreso nacional.
Uno de los actos centrales de la jornada de este sábado fue la presentación del libro La strato Zamenhof (La calle Zamenhof) con la participación de su autor el polaco Roman Dobrzynski, con la colaboración del Instituto Polaco de Cultura. Toño del Barrio destacó que esta publicación es “un friso de la vida de Zamenhof y de unos tiempos convulsos en Centro Europa”.
El presidente de la Federación Española de Esperanto también destacó algunos de los actos culturales que completaron la jornada del sábado como la visita al Mausoleo de los Amantes en la que se declamó un poema dedicado a Isabel y Diego en esperanto y en español, del mejor poeta esperantista, Miguel Fernández, quien también presentó el libro Tagoj kaj ruinoj (Días y ruinas).
También se rindió un emotivo homenaje al turolense Francisco Azorín, que fue un destacado esperantista y al que asistió su nieto Ernesto Azorín.
La jornada del sábado terminó con música, como no podía ser de otra manera, en esperanto, con la actuación en la Fonda del Tozal del sueco Martin Wiese y de la banda holandesa Kajto Kvarope.
El congreso finalizó este domingo, aunque continuarán los actos el lunes y el martes. Durante la jornada se presentarán las propuestas de encuentros en España y Portugal para 2018, así como seminarios internacionales.
Además habrá una visita a los vestigios urbanos de la Batalla de Teruel y una charla sobre la Guerra Civil que impartirá el historiador turolense Serafín Aldecoa.