El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, asistió hace una semana a una asamblea del sindicato en Teruel para celebrar que se ha convertido en la primera fuerza sindical en la provincia en cuanto a representación. En su visita, conoció de primera mano los problemas del sector minero eléctrico y reclamó a las Administraciones Públicas su intervención para solucionarlos.
- Después de ocho años de colaboración con Cándido Méndez y la UGT, ¿lo va a echar de menos?
- Como persona, sí. De todas maneras, seguro que vamos a mantener la relación personal porque a lo largo de estos años se ha fraguado una amistad que va más allá de la actividad de cada uno de nosotros. Por otra parte, esto son ciclos. La UGT ha tenido un congreso y ha decidido una nueva ejecutiva y un nuevo secretario general, Josep María Álvarez, y estoy dispuesto a trabajar con él como lo he hecho con Cándido.
- ¿Cuándo le toca a CCOO ese congreso? ¿Volverá a presentarse al cargo?
- En junio de 2017. Mi continuidad es un tema que todavía no está en discusión en el sindicato. Cuando convoquemos el congreso, que será alrededor del verano, probablemente iniciaremos el trabajo y en ese momento, o unos meses después, hablaremos de ejecutivas y de personas. No toca ahora.
- La unidad sindical, ¿va más allá de las personas?
- Más allá de que seamos dos sindicatos distintos, cada uno con su idiosincrasia, es fundamental para el mundo del trabajo que las organizaciones sindicales se entiendan, sobre todo las más representativas como es el caso de CCOO y UGT, porque llevamos ya suficiente tiempo como para haber visto los beneficios de la unidad sindical y los inconvenientes de la división cuando esta se expresa en la empresa, en los diferentes sectores productivos o a nivel nacional. Es un momento clave para el futuro del país, en el que se están jugando muchas cosas, y sería imperdonable que nos adentráramos en una senda distinta a la de la unidad.
- CCOO también ha instado a las "fuerzas del cambio" a llegar a un acuerdo para propiciar la llegada de Pedro Sánchez (PSOE) al Gobierno...
- Yo no sé si es la llegada de Pedro Sánchez o de quien sea. Pedro Sánchez es la persona que el rey ha propuesto para que intente la investidura. Creo que las fuerzas del cambio y de progreso tienen la obligación de ponerse de acuerdo y de no defraudar a la ciudadanía. Que decidan lo que quieran, un gobierno de coalición o de minoría, pero un gobierno que responda a las demandas generalizadas de la mayoría de la sociedad española.
- La CEOE sugirió recientemente a los jueces que dicten menos sentencias favorables al trabajador...
- Si los jueces les hicieran caso, estarían incurriendo en prevaricación. Y ese llamar a la prevaricación masiva por parte de una organización que representa a un sector tan importante de la sociedad española como es el mundo empresarial, no me parece lo más adecuado. A los jueces lo que les toca es cumplir la ley con el mandato que tienen, desde la independencia y el rigor en su actuación. Ahora, yo soy poco partidario de judicializar la vida laboral y las relaciones de trabajo. Más que apelar a los jueces, CEOE lo que tiene que hacer es interiorizar que es en la relación de iguales entre las organizaciones empresariales y los sindicatos, entre las empresas y sus trabajadores, que podemos progresar de manera más adecuada.
- Con la que ha estado cayendo, ¿cómo se explica que no haya habido más conflictividad social?
- Por una cuestión que está en la historia de nuestro país, y más allá incluso de las fronteras de España. Porque la tasa de paro que todavía padecemos lleva a que la primera preocupación de las personas sea no empeorar su situación, conservar el puesto de trabajo amenazado en muchos casos. Las luchas no son a la ofensiva, sino que tienen un carácter puramente defensivo. Es ahora, en los momentos en los que la ciudadanía percibe que está llegando un mensaje potente de que hemos dejado atrás la recesión, algunos dicen que incluso la crisis, y ve que los beneficios del cambio de situación no le llegan, cuando el potencial de respuesta y de movilización social se manifiesta.
La minería
- ¿Qué papel deben cumplir las Administraciones Públicas en el mantenimiento del sector minero-eléctrico en la Comarca de Andorra y en una posible reconversión industrial?
- No solo en el caso de Andorra, sino mucho más allá de Teruel y de Aragón, las sociedades modernas se ven beneficiadas, y afectadas también, en cuanto a la cantidad de empleo por fenómenos como los que se derivan del desarrollo tecnológico o del cambio en los procesos productivos. Y, o hay una potente intervención pública, y eso tiene que ver con las políticas fiscales, la capacidad de intervención del Estado en la economía y en la prestación de servicios, o tenemos un altísimo riesgo de que una parte importante del desempleo actual se haga crónico en España.
- El paro sigue siendo el gran lastre de la economía, también en Teruel...
- Podremos haber dejado atrás la recesión e instalarnos a futuro en una tasa de desempleo que supere los dos dígitos. España tradicionalmente tiene un problema muy serio de empleo, de cantidad y de calidad. Por tanto, la iniciativa privada está muy bien, hay que impulsarla, pero los empleos que necesitamos ya no van a venir de la construcción. Sería además disparatado intentar reproducir factores de crecimiento como los que han provocado la crisis más dura de la historia reciente. Inversión pública y servicios públicos son fuentes a impulsar prioritarias para la creación de empleo de calidad. Todo esto con el sustento de una potente política industrial, que permita a nuestro país recuperar parte al menos del terreno perdido en cuanto al papel de la industria en la configuración del modelo económico.
- ¿Puede el Gobierno central seguir amparándose en la crisis para no acometer las infraestructuras pendientes en la provincia de Teruel?
- Pues no. Primero hay que trazar una política adecuada de infraestructuras. Aquí se han privilegiado diversos modos de comunicación, obras faraónicas, en detrimento de la calidad de la red de transporte por carretera, ferroviario, aéreo y marítimo, y que tiene que tener una conexión entre unas y otras. Hay que tratar de cubrir estos huecos que provocan aislamiento de unas zonas muy amplias de nuestro país, entre ellas Teruel. Es una realidad que la provincia históricamente se ha visto marginada del desarrollo de las grandes infraestructuras públicas en nuestro país. Esto tampoco lo va a hacer la iniciativa privada. Por esto es fundamental aprovechar el impulso del sector público, de las políticas europeas en coordinación con las políticas nacionales, con una buena disposición de la red de infraestructuras que integren país también.
Autor:Alicia Royo / Teruel