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Teruel Baila busca chicos con poca vergüenza y muchas ganas de baile

Dos bailarines realizan una exhibición de tango durante una actividad organizada por Teruel Baila en la plaza del Torico en 2014

Forman un grupo de 130 personas tremendamente heterogéneo en cuanto a edad, gustos y condición, aunque comparten su pasión por la expresión a través del baile clásico.

Forman un grupo de 130 personas tremendamente heterogéneo en cuanto a edad, gustos y condición, aunque comparten su pasión por la expresión a través del baile clásico. Aseguran que hay muchos más en Teruel y que no siempre lo tienen fácil para dar rienda suelta a su afición –se ahí la necesidad de asociarse– y hacen un llamamiento especial a los chicos, a quienes parece la vergüenza –ellos le llaman arritmia– les hace mirar los toros desde la barrera.

Se trata de la Asociación Cultural Teruel Baila, que nació en 2008 con el nombre de Asociación Tango y Baile de Teruel, a raíz de un taller-exhibición del baile argentino por antonomasia que el Ayuntamiento organizó en el Palacio de Exposiciones y Congresos. "Allí nos conocimos una serie de personas que teníamos en común la afición por los bailes de salón", explica Felipe Gimeno, uno de los socios fundadores y actual vocal de la junta directiva, "y decidimos formar la asociación".

"Nuestro objetivo fundamental era juntarnos para bailar", explica Gimeno. "A todo el mundo le gustaba pero en realidad no teníamos ningún sitio donde hacerlo". Entonces no había ninguna discoteca o sala apropiada para aficionados al baile de salón, y sigue sin haberlo. "Nosotros somos 130 pero en Teruel hay varios profesores de baile, así que seguro que hay más de 200 aficionados" que serían buenos clientes "si alguien decidiera abrir una sala comercial donde poder bailar", apunta Gimeno.

Una gala y muchas veladas

A nivel institucional Teruel Baila organiza anualmente una gala a beneficio de alguna ONG en el Casino de Teruel con la que se da a conocer a los turolenses, organiza un taller de baile este año participaron monitores del grupo Aloe Dance de Alcañiz y una velada nocturna de baile. En 2015 no pudo celebrarse, pero este año volvió a retomarse con fuerza el pasado 19 de noviembre, donándose los beneficios económicos a la Asociación Turolense contra la Esclerosis Múltiple.

Además Teruel Baila organiza mensualmente quedadas, a las que suelen acudir más de medio centenar de socios, reservando algún restaurante de la capital que tras la cena se convierte en una gran pista de baile, así como expediciones de baile a Valencia y numerosas actividades relacionadas.

El aprendizaje es otra de las patas de la asociación; todos los viernes se reúnen en el Centro Social del Arraban donde se realiza un curso anual. Actualmente Agustín Williams, un profesor afincado en Valencia, imparte clases de bachata, salsa en línea dos de las especialidades más demandadas por los socios y kizomba, una suerte de salsa lenta de origen brasileño.

También se hacen talleres puntuales mensuales, normalmente coincidiendo con las quedadas, en los que se practica todo tipo de baile según los socios lo van demandando. "Se ha hecho pasodoble, danza africana e incluso hay gente interesada en el claqué", explica Ana Belén Macipe, otra de las socias que forman parte de la junta directiva.

Un grupo heterogéneo

Teruel Baila es una asociación cuya riqueza reside en parte en su heterogeneidad. Aunque sus intereses son el baile de salón, se practican casi tantos estilos como socios, que rondan edades desde los veintipocos hasta los 60. "La gente cree que los bailes de salón son para gente más mayor, pero se sorprendería si supiera la cantidad de gente joven que hay aficionada", asegura Gimeno.

Con tanta variedad, no siempre es fácil conseguir acuerdo para pinchar un tipo determinado de música, así que las sesiones de Teruel Baila o las playlist, por utilizar un término contemporáneo, son de lo más variado. "Se hace una selección con un poco de todo. La bachata, el cha-cha-cha o el merengue gustan mucho, y se van intercalando bailes menos comunes como tangos o sevillanas para que todo el mundo tenga ocasión de bailar su ritmo preferido", explica Macipe.

El nivel de baile de los socios también es muy heterogéneo, "así que no saber bailar no tiene que ser excusa para no venir a conocernos", asegura Macipe. "Nadie tiene que tener vergüenza porque nadie está pendiente de cómo bailan los demás". En ese sentido Teruel Baila nunca ha participado en competiciones de baile, "porque para nosotros es ocio y socialización".

Macipe hace además un llamamiento "para que los chicos se animen a apuntarse". Según la vocal, las chicas ganan por goleada en la asociación y les gustaría que las cosas se equilibraran. Dos chicas pueden bailar igual de bien o mejor entre ellas pero, aseguran los expertos, no es lo mismo.

 

 

Autor: Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel