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Teruel asoma en la vida de Edgar Neville, un español en Hollywood

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Edgar Neville con su amigo Charles Chaplin en los años 20 del pasado siglo. Cuando llegó Buñuel a Hollywood en 1930, fue Neville quien lo recibió en la estación de tren

"¿Que Edgar Neville estudió en Teruel, de dónde te has sacado eso?". Preguntas así tuvo que escuchar el investigador Iván Núñez de varios especialistas en cine cuando encontró en el Archivo Histórico Provincial el expediente académico de este escritor y realizador tras su paso por el Instituto General y Técnico de Teruel, actual Vega del Turia.

"¿Que Edgar Neville estudió en Teruel, de dónde te has sacado eso?". Preguntas así tuvo que escuchar el investigador Iván Núñez de varios especialistas en cine cuando encontró en el Archivo Histórico Provincial el expediente académico de este escritor y realizador tras su paso por el Instituto General y Técnico de Teruel, actual Vega del Turia. La noticia sorprendió hasta a la viuda de Antonio Mingote, Isabel Vigiola, que fue su secretaria y asegura que nunca le escuchó hablar de Teruel, a pesar de la pasión y amor que su marido sentía por la ciudad al haber vivido en ella varios años. Pero la realidad es esa, que Neville, el escritor y cineasta que conquistó Holly-wood durante el tránsito del mudo al sonoro estuvo en Teruel, algo que a partir de ahora deberán de dejar de ignorar sus biógrafos.

El expediente académico que lo atestigua se expondrá próximamente en una exposición junto con otros documentos del Instituto General y Técnico de Teruel que se conservan en el Archivo Histórico Provincial, y la historia del hallazgo del mismo y de la investigación emprendida por Iván Núñez se dará a conocer en abril en la revista Cabiria. Cuadernos Turolenses de Cine que se edita dentro del Cine Club Maravillas.

Nunca se había relacionado con Teruel a Neville, director de filmes conocidísimos del cine español como El malvado Carabel y La torre de los siete jorobados, y uno de los españoles que conquistó Hollywood a finales de los años 20 del pasado siglo. Y eso que mantuvo buenas relaciones con otros turolenses, de nacimiento o de adopción, como Luis Buñuel y Antonio Mingote, cuya mujer fue su secretaria y con cuyo matrimonio mantuvo una estrecha amistad.

Ningún biógrafo de Edgar Neville había caído hasta ahora en ese pasaje de su vida que, por otra parte parece ser que fue fugaz y sobre el que Núñez está empecinado en arrojar más luz ahora que ha dado con su expediente académico.

Núñez destaca la importancia de que Neville sea relacionado con Teruel y aparezca en sus biografías "por la trascendencia y la calidad de su obra, una persona que estuvo en contacto con lo más granado de la cultura de su época, y además haber sido el primero que estuvo en Hollywood" entre los españoles que fueron a la conquista de la Meca del Cine en la década de los años 20 del pasado siglo.

"Es una injusticia histórica que no se le haya dado a este personaje la trascendencia que merece", sostiene el investigador, cuyo objetivo tras este hallazgo es que a partir de ahora Teruel "forme parte en un futuro de la biografía de Edgar Neville como una persona que pasó por aquí y está vinculada a la ciudad".

El estudioso asegura que en un artículo titulado Evolución del Vega del Turia de Teruel en el siglo XX: 1900-1938, sus autoras Pilar Artal, Alicia González y Teresa Molina, las tres docentes de este instituto, ya daban cuenta de que Neville había pasado por el centro en el punto dedicado a los alumnos ilustres que habían cursado estudios allí.

Núñez ha encontrado el expediente completo correspondiente al curso 1912-1913, aunque en realidad el que tiempo después sería escritor y cineasta se matriculó de abril de 1913 a mediados de junio de ese año dentro de una modalidad no reglada, probablemente para asistir solo a los exámenes de tres asignaturas: Lengua Latina 1er curso, Geografía especial de España, y Nociones de aritmética y geometría. Neville tenía 13 años entonces.

El detalle de las pesquisas que ha seguido Núñez para intentar explicar qué hacía Neville en aquel tiempo en Teruel, se cuenta en un artículo titulado El expediente académico de Edgar Neville en el archivo del IES Vega del Turia, que publica el número 11 de la revista Cabiria en su edición digital, y que será presentado el próximo mes de abril.

Además de ser una investigación encomiable, el autor ha conferido a su artículo una estructura que convierte el texto en un relato casi de intriga, puesto que va desgranando cada paso que ha dado para intentar explicar por qué Neville acabó matriculándose en Teruel y qué relación pudo tener con la ciudad. A cada nueva averiguación que hacía le sucedía una sorpresa. Localizó a los mayores expertos en su obra, y uno de ellos, Christian Franco, mostró también su sorpresa al conocer el nuevo dato biográfico, pero sería Edgar Neville, el nieto del cineasta, quien le pondría en contacto con la que había sido la secretaria de su abuelo, Isabel Vigiola, viuda nada menos que de Antonio Mingote.

Confiaba en que esta pista arrojara luz, puesto que si el matrimonio Mingote había tenido relación con él, era seguro que sabrían más sobre su estancia en Teruel ya que el dibujante y humorista gráfico también había pasado buena parte de su infancia y juventud en la capital turolense. Pero no fue así.

"Es un hallazgo muy interesante. No tenía constancia de que hubiera realizado estudios allí", le dijo Vigiola, quien le aseguró que le sorprendía que nunca hubieran hablado de eso porque la fijación de Mingote con Teruel era casi obsesiva, debido a los gratos recuerdos que conservaba del tiempo que vivió en la ciudad. "Es un interrogante por qué estuvo aquí y por qué no dijo que había estudiado en Teruel", afirma Núñez, quien por ese motivo va a seguir investigando para intentar descifrar el misterio.

"Es una injusticia histórica que no se haya dado la trascendencia que se merece a la obra de Neville, y es importante que Teruel forme parte en el futuro de su biografía", argumenta el investigador, puesto que insiste en que se trata de un personaje destacado de la cultura española que "ha pasado por aquí y está vinculada a Teruel".

Sobre a qué pudo deberse que no haya pasado esto al conocimiento del gran público, esgrime varias teorías, bien que fuese por cuestiones de ideología política o simplemente que se tratase de mala suerte. Por ello, Núñez está convencido de que ahora que ha salido a la luz su expediente académico, "Edgar Neville tiene que revivir en el acervo cultural de Teruel; se deberían hacer actividades culturales para darlo a conocer entre la sociedad turolense".

Afirma a este respecto que estuvo en el mismo curso con Ibáñez Martín, el que acabaría siendo ministro durante el franquismo, y Miguel Vallés era en aquella época profesor del instituto.

Lo ocurrido con Neville es una muestra de "las sorpresas importantes que pueden deparar los archivos", a los que Núñez se refiere como "las huellas de nuestro paso por el tiempo y rastrear esas huellas puede llevarte a mil sorpresas, porque nunca sabes lo que te puedes encontrar cuando ese proceso está en catalogación".

Segundo de Chomón

Aclara que no solo pueden dar sorpresas por lo que encuentras en ellos, sino también "por las cosas que no aparecen", como ha sido el caso de otro turolense ilustre, Segundo de Chomón. En su investigación, Núñez ha rebuscado en los archivos pero no ha aparecido nada que pueda demostrar el paso de Chomón por el instituto, como decían hasta ahora sus biógrafos sin aportar documentación.

Eso quiere decir que Chomón, probablemente, se fue muy pequeño de Teruel con sus padres. No obstante, Núñez asegura que está trabajando ahora con otros archivos para intentar "poner algo de luz a sus primeros 25 años; ya ha habido alguna sorpresa importante que se plasmará en otro artículo futuro". Pero esa es otra historia.

Autor:Francisco J. Millán Teruel