Emma Buj, del Partido Popular (PP), se convirtió el pasado miércoles en alcaldesa de Teruel, un cargo que asume tras la renuncia de quien fuera su padrino político, Manuel Blasco. La nueva regidora desgrana algunos planteamientos de su mandato, en el que quiere "contar con todo el mundo" y abrir el Ayuntamiento a la participación.
-A la vista de lo ocurrido ocho meses después de las elecciones locales, ¿debería haber encabezado usted la candidatura municipal del PP en lugar de Manuel Blasco?
-Yo creo sinceramente que la decisión que tomó el Partido Popular fue la mejor en ese momento. Lo ocurrido después fue una circunstancia sobrevenida. Encabezó Manuel Blasco porque el PP -y yo la primera- entendió que era el mejor candidato. Después se consideró que debía encabezar la candidatura al Congreso y se ha producido este relevo en la Alcaldía. Los acontecimientos han venido como han venido.
-Más que circunstancias sobrevenidas lo que ha habido han sido decisiones personales y políticas, ¿no?
-Pero esas decisiones podían producirse o no. Nadie podía asegurar cuando se hicieron las candidaturas municipales que Manuel Blasco fuera a encabezar la lista al Congreso porque esa decisión se tomó a posteriori. Blasco se presentó a la Alcaldía y fue el más votado, después se presentó al Congreso y el PP volvió a ser el más votado.
-El día en que renunció a la Alcaldía, Blasco dio solo dos consejos generales: humildad y escuchar a todos. ¿Piensa seguirlos?
-Siempre he sido una persona humilde, aunque tenga carácter, y siempre he escuchado a todo el mundo, porque es imprescindible tanto para conocer los problemas que tienen los ciudadanos y las reivindicaciones de los distintos colectivos para poder ponerles solución, como para conocer el potencial de la ciudad y de su capital humano y aprovecharlo para plantear proyectos de futuro. Para eso hay que escuchar a la gente y contar con todo el mundo.
-¿Por eso ha decidido dar cabida por primera vez a todos los grupos municipales, unos con voz y voto y otros solo con voz, en la Junta de Gobierno Local?
-Cuando digo algo es porque me lo creo. En el pleno de investidura tendí la mano a todos los grupos para trabajar por la ciudad y lo hice con convicción. En los meses que llevamos de corporación hemos llegado a muy buenos acuerdos y entendimientos. Es cierto que la oposición pide a veces más celeridad en el desarrollo de las propuestas, pero gestionar y gobernar lleva sus ritmos y a veces no se pueden llevar a cabo en los plazos tan perentorios que nos ponen. Cuando Ganar Teruel planteó la posibilidad de estar en la Junta de Gobierno con voz pero sin voto, acepté tras consultarlo con los servicios técnicos. Tanto Ganar como CHA estarán con voz pero, a diferencia del resto de los grupos, sin voto, porque la Junta de Gobierno no es igual que las comisiones informativas. Estas son órganos fundamentalmente órganos de debate donde se dictaminan los asuntos antes de aprobarlos en pleno, mientras que la Junta de Gobierno es un órgano muy ejecutivo cuya función es asesorar al alcalde en el sentido de que delega en ella asuntos que de otro modo se aprobarían por decreto. Tiene un número máximo de miembros que equivale a un tercio de la corporación, en nuestro caso siete concejales más el alcalde. Por tanto, no es lógico ni razonable, ni pasa en ningún sitio que el equipo de gobierno pierda la mayoría absoluta en un órgano delegado de Alcaldía. Por lo tanto, solo tienen cabida con voz y voto tres grupos además del PP: el PSOE como principal partido de la oposición y los dos que han colaborado facilitado la Alcaldía, bien asumiendo delegaciones de gestión, en el caso del PAR, o a través de un acuerdo de investidura y para el presupuesto municipal, en el caso de Ciudadanos. Desde el principio de la corporación se dio al PAR y a C"s la oportunidad de incorporarse a la Junta de Gobierno. Ciudadanos en principio lo rechazó y ahora ha cambiado de opinión y yo he mantenido ese compromiso. Además, todos los grupos tendrán representación en consejos escolares, que era otra demanda que había en esta legislatura.
-Finalmente seguirá usted al frente del área de Urbanismo e Infraestructuras, aunque temporalmente. ¿Llegará a todo?
-Sí. Evidentemente, supondrá trabajar más horas pero eso no me asusta. No me gusta dejar las cosas a medias ni traspasar problemas a otras personas. Al finalizar 2015 se disolvió la Gerencia de Urbanismo, tenemos en marcha un proceso de reorganización de las unidades de Urbanismo, Infraestructuras y Arquitectura, que yo he iniciado como concejala de Urbanismo e Infraestructuras. Por lo tanto, no me parecía correcto dejar a medias este proceso y pasar las competencias a otra persona. También está pendiente la creación de una Oficina para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que es una prioridad para el equipo de gobierno y por eso quiero supervisar sus inicios. Cuando todo eso esté en marcha, delegaré esas funciones.
-¿Se ha dado ya algún paso en la revisión del PGOU con el encargo de algún trabajo técnico?
-No, porque la reorganización del área y la creación de la oficina son procesos paralelos y previos al inicio efectivo de la elaboración del nuevo Plan General. Tomamos la decisión de hacerlo con personal de la casa y eso supone que tenemos que habilitar unos procedimientos internos para que una serie de empleados municipales pasen a hacer una tarea que es temporal, pero que tiene que tener garantías de reserva de puesto de trabajo y otras condiciones. Por tanto, estamos estudiando cómo hacerlo.
-Solo cuenta con ocho concejales del PP, incluida usted, y dos del PAR para gestionar todas las competencias municipales. ¿Es un equipo suficiente, teniendo en cuanta que solo una concejala -la popular Rocío Féliz de Vargas- tiene dedicación exclusiva en el Ayuntamiento?
-Yo he mantenido y mantengo que la ciudad merece tener concejales que se dediquen específicamente al Ayuntamiento, porque la gente viene aquí y quiere ser atendida por los responsables políticos. Ocurre a menudo que vienen ciudadanos interesados en hablar con algún concejal en concreto y se les tiene que decir que no está en el Ayuntamiento porque se encuentra en su puesto de trabajo, y a esas personas les resulta difícil entenderlo. Por eso pienso que Teruel necesita tener más concejales con dedicación exclusiva, pero también soy consciente de que en esta corporación, tal como está configurada, es inviable porque casi todos los grupos anunciaron que no nos apoyarían en ese tema. Por lo tanto, en esta legislatura no va a ser posible, pero considero que en el futuro sería razonable tener más concejales con dedicación por el bien de la ciudad y porque es necesario. Dicho esto, ¿cómo suplimos ahora esta carencia Pues echándole todas las horas del día. Aquí se trabaja mañana y tarde. Cualquiera que venga por las tardes puede ver que en el Ayuntamiento hay mucha actividad, que los concejales están aquí, y eso es posible porque le quitan horas a sus trabajos particulares, a su familia e incluso horas de sueño.
-Habla usted de continuidad y de que el relevo en la Alcaldía es un "punto y seguido", pero albo ambicionará cambiar en el Ayuntamiento, ¿no?
-Ambiciono en primer lugar hacer un Ayuntamiento más ágil y más eficaz, por ejemplo implantando la administración electrónica. Es uno de los grandes déficits del Ayuntamiento y, aunque pueda parecer un tema menor, es una muestra de que nos está costando incorporarnos al siglo XXI en ese sentido. Y en la ciudad, cambiaría muchas cosas. Casi todas implican mucha inversión y tenemos una limitación económica. En el Centro Histórico se ha invertido mucho dinero, con más o menos acierto en lo estético porque eso depende de los gustos, pero tenemos aún el área de la plaza de la Marquesa, la iglesia de San Miguel, la plaza de la Bombardera o el entorno de la muralla, que está pendiente de rehabilitación. Vamos a ir avanzando, porque la Diputación de Teruel va a empezar a intervenir en la casa del Marqués de Tosos, nosotros vamos a licitar las obras de restauración de un nuevo tramo de muralla y en cuanto recibamos los 100.000 euros del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), encargaremos el proyecto de la iglesia de San Miguel.
-También está pendiente la rehabilitación del antiguo asilo de San José, que cada día está en peor estado.
-Estamos trabajando en ello desde hace años, pero no conseguimos que vea la luz. Cuando por fin conseguimos tener un proyecto aprobado, hay que hacer un estudio geotécnico e introducir modificaciones.
-Firmó un acuerdo de investidura con Ciudadanos que incluye catorce puntos, muchos de ellos asociados a inversión. ¿Podrá cumplirlo a pesar de las limitaciones presupuestarias?
-Espero que sí, porque si no no me habría comprometido a ello. Pero también hay que tener en cuenta que muchos de los proyectos de los que se está hablando son a largo plazo. Por ejemplo, para desarrollar una ciudad deportiva, hay que buscar la ubicación y recalificar terrenos para que sean de uso deportivo, y eso es algo que lleva su tiempo. Y algo parecido ocurre con las nuevas dependencias de la Policía Local. En la mayoría de los proyectos es mucho más costosa la tramitación administrativa necesaria para ponerlos en marcha que la propia ejecución de las obras.
-Además de los compromisos con C"s, hay otros proyectos igualmente costosos en los que coinciden todos los grupos políticos, como el acondicionamiento de la cuesta de Capuchinos y del camino de los Gitanos.
-Tenemos una ciudad orográficamente complicada y eso añade dificultad a las comunicaciones entre distintas zonas. Además, se han producido crecimientos y expansiones de la ciudad, sin que eso haya venido acompañado de las infraestructuras viarias necesarias. También hemos asumido todos los partidos políticos la idea de hacer un nuevo ascensor para comunicar el barrio del Carmen y el Centro Histórico, que sería el tercero, tras los existentes en el Óvalo y en San Julián. Este último barrio reivindica otro que conecte con el Ensanche. Creo que los ascensores podrían convertirse en el futuro en un elemento distintivo de la ciudad.
-Pero insisto. ¿Habrá financiación para desarrollar estos proyectos?
-Para algunos de los proyectos que he nombrado dispondremos de financiación a través del Patrimonio Municipal del Suelo porque el Ayuntamiento obtuvo ingresos por esta vía, que la ley marca en qué se pueden gastar. No los podemos destinar, por ejemplo, al mantenimiento de la ciudad, pero sí a urbanizar viales como Capuchinos o Gitanos. Por tanto, los compromisos que hemos ha adquirido, tanto con Ciudadanos, como en el programa electoral del PP o en mi discurso de investidura, han sido midiendo bien nuestras fuerzas y la capacidad económica del Ayuntamiento.
-Anunció usted un nuevo mecanismo de presupuestos participativos. ¿Cómo se articulará?
-En ejercicios anteriores se contó con la Federación de Asociaciones de Vecinos, pero de una manera informal. Ahora estamos estudiando una nueva fórmula más reglada, cuyos detalles no puedo avanzar porque aún no están definidos. Estamos en febrero y hay tiempo hasta que se elabore el presupuesto a final de año, pero la concejala de Gobierno Abierto, Rocío Féliz de Vargas, está ya trabajando en el proceso.
-En su discurso de investidura, dijo que su principal preocupación es el desempleo. ¿Qué puede hacer el Ayuntamiento para combatirlo?
-La mejor política social es que la gente tenga trabajo, pueda llegar a fin de mes y tener una vida normalizada. Encontrar nichos de empleo en la ciudad es fundamental. Es cierto que las competencias del Ayuntamiento en esta materia no son muchas, pero, por ejemplo, estamos haciendo mucha promoción turística con muy poco dinero. Con una inversión mínima estamos consiguiendo grandes resultados. Cada vez recibimos más visitantes, eso genera empleo, se construyen o se mejoran hoteles y hay más actividad. Además, tenemos que llenar de empresas Platea, cuyo crecimiento no ha seguido el ritmo esperado, aunque han ido llegando inversiones y esperamos que sean cada vez más. Y es fundamental seguir avanzando en el desarrollo del aeropuerto, que tiene un enorme potencial.
-Se ha comprometido a ser reivindicativa gobierne quien gobierne en Madrid, por ejemplo en materia de infraestructuras. ¿Lo han sido en estos últimos cuatro años con suficiente firmeza con el Ejecutivo de Mariano Rajoy?
-Es un hecho objetivo que hemos sido reivindicativos ante el Gobierno del PP. Tanto el anterior alcalde como yo estuvimos en las cabezas de las manifestaciones que se han realizado en defensa del ferrocarril, porque Teruel lleva décadas arrastrando un déficit de inversión,. Aunque unos hemos invertido más que otros, no ha sido suficiente. Cuando ha habido que salir en defensa del Campus de Teruel, también hemos sido los primeros y en el Ayuntamiento no nos ha temblado el pulso a la hora de tomar acuerdos o participar en actos reivindicativos en la calle. Y el pasado miércoles, por ejemplo, aprobamos en la comisión municipal de Infraestructuras que el Fondo de Inversiones de 2015 pueda tener un plazo de ejecución más allá de este ejercicio para que no vuelva a perderse dinero. Yo siempre he sido revindicativa y seguiré siéndolo, pero no hay que confundir eso con adoptar poses ante la sociedad.
-Afirma usted que se incorporó a la política con el objetivo de ser concejala de su ciudad, inspirándose en el ejemplo de su padre, que fue durante dos décadas interventor del Ayuntamiento. Trece años después ha conseguido ser alcaldesa, pero ¿se plantea nuevas metas para el futuro, como dar el salto a las Cortes de Aragón o a Madrid?
-Para mí no existe un objetivo mayor que ser alcaldesa de mi ciudad. Con respecto a mi padre, debo decir que solo me ha dado dos consejos en la vida: que no me metiera en política y que fuera buena persona. Al primero no le hice caso, pero al segundo sí.
Autor:EVA RON / Teruel