Los Reyes Magos de Oriente hicieron su entrada en la plaza de España de Alcañiz como si de estrellas de la música se tratara, aclamados por un público infantil que se abalanzaba sobre ellos para estrechar sus manos y comérselos a besos.
El paso de Sus Majestades de Oriente por la capital del Bajo Aragón no defraudó un año más gracias a la colaboración desinteresada de decenas de personas que contribuyeron a dotar de colorido una nueva edición de la Cabalgata de Reyes.
Era tal la ansiedad por ver a Sus Altezas que el desfile arrancó antes de lo previsto, las 19:30 horas, desde el final de la avenida de Aragón. Encabezaba la comitiva el grupo Scout, que ambientó su tradicional puesta en escena con su particular visión del mundo del circo. Por las calles de Alcañiz pasearon malabaristas, danzantes, payasos, zancudos o majorettes. No faltó detalle. Hasta los repartidores de palomitas y la caseta de venta de entradas estaban incluidos en la escenificación.
La carroza del Nacimiento era un auténtico revuelo con el lanzamiento de caramelos, unos 500 kilos por los que la chavalería se arrastraba por el suelo. Era su particular forma de matar los nervios ante la promesa de la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, que circulaban lentamente en sus carrozas tiradas por tractores atravesando la arteria principal de la ciudad para saludar uno a uno a los niños. Algunos padres incluso aupaban a sus criaturas para que estas pudieran dar la mano personalmente a sus ídolos.
La caravana remontó Galán Bergua para pasar por la puerta del teatro y, de allí, completar el desfile hasta la plaza de España, donde la Unión Musical Virgen de Pueyos amenizaba la espera con villancicos.
Tras la llegada en masa de los Scouts a la plaza, aparecieron ellos. Primero Melchor, después Gaspar y tras él Baltasar. La euforia se desató entre la muchachada. Quien tuvo la previsión de tomar las primeras filas a ambos lados de la pasarela habilitada por el Ayuntamiento disfrutó de lo lindo con el pasamanos de sus simpáticas majestades, que dieron una exhibición de cariño y amabilidad saludando uno a uno a los zagales.
La Corporación Municipal, encabezada por el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, recibió a los monarcas del regalo con un apretón de manos y los deseos de que puedan intermediar para atraer a la ciudad proyectos importantes como el hospital o el desdoblamiento de la carretera nacional N-232.
En representación de la infancia de la ciudad, una niña deseó que todos los niños del mundo puedan disfrutar de una noche tan mágica como la de ayer, en referencia a los que sufren las barbaries de las guerras.
Tras la adoración al Niño -sentido religioso de la fiesta celebrada- y una sesión de fotos, Sus Majestades se marcharon corriendo a cenar para después, cuando todos los niños estuvieran en la cama, empezar con el ágil reparto de presentes.
Autor:Redacción / Alcañiz