El domingo se consumó el fracaso. Después de tres promociones seguidas los seguidores del CD?Teruel vieron como su equipo se quedaba, en esta oportunidad, fuera de la lucha por subir a Segunda B. Después de 37 jornadas de incertidumbre marcadas por la irregularidad se llegaba al choque frente al Brea pendientes de una carambola. Aunque con más apuros de los previstos los rojillos sumaron los últimos tres puntos de la temporada, que resultaron insuficientes para conseguir el objetivo marcado desde mediados del pasado mes de agosto.
Buscar una razón que explique lo sucedido no es tarea sencilla. Muchos y variados factores se han reunido durante casi nueve meses para explicar los motivos de esta situación.
Después de que el final de la campaña anterior no fuera lo brillante que todos esperaban el nuevo ejercicio llegó cargado de ilusión. La directiva mantuvo la apuesta por formar un equipo con residencia en Zaragoza, al mando se puso a Moisés Gutiérrez que venía de hacer una gran campaña en el Andorra CF. El técnico se rodeó de la mayor parte de futbolistas que le habían llevado al éxito y solicitó la renovación de parte de la base que acompañó a Néstor Pérez en su andadura rojilla.