Las charangas son parte fundamental de la Vaquilla del Ángel. Acompañan a las peñas en sus trayectos por las calles de la ciudad amenizando con su música los “remojones” y haciendo andar a los turolenses a paso “vaquillero” desde el viernes por la noche y hasta la madrugada del martes. Algunas contratan a varias charangas para que se turnen durante los cuatro días y otras cuentan con la misma formación para todas las sesiones.
Ese es el caso de El Despiste y Salsa Rosa. Esta agrupación de Onda (Castellón), cumple 25 años y desde hace once viene a Teruel durante La Vaquilla. Con ellos están la tarde y noche del sábado, del domingo y del lunes además de la hora del vermú de este último día, cuando sus seguidores son los más pequeños. “Dejamos a los papás que se tomen el vermú tranquilamente y nos llevamos a los niños con la charanga”, apuntó Eliseo Giménez, presidente de El Despiste.
“Es una peña con gente de todas las edades y nos tratan muy bien”, contó Chimo Cabo, responsable de la charanga Salsa Rosa, para explicar por qué llevan desde 2006 viniendo a tocar con la peña El Despiste.
Instrumentos de percusión y viento y el tradicional megáfono suenan en Salsa Rosa gracias a sus 16 integrantes. “Antes veníamos 14 pero nos pidieron más músicos”, comentó Cabo.
Como ellos, otras charangas de las que estos días tocan en Teruel proceden de las provincias de Castellón y Valencia y vienen con un amplio repertorio.
“Traemos los temas clásicos de todos los años pero también versiones de artistas internacionales como Michael Jackson o temas del verano como este año Despacito, que luego al año siguiente se olvidan”, explicó el responsable de Salsa Rosa.
Esta charanga trabaja prácticamente todo el año por diferentes puntos de España, pero aseguran que las fiestas de Teruel son “de las más fuertes”, junto con las de Soria, a principios de julio, o las de Calatayud.