Rosa Romero posando con el mono y el casco de su equipo con su moto al fondo. HIMOINSA TEAM
Rosa Romero fue la ganadora en la categoría femenina de la pasada edición de la Baja Aragón. Este año vuelve a Teruel, y lo hace tras una gran progresión en el año 2016 que espera mantener a lo largo de este año. Ha participado seis veces en el Dakar y acabado las tres últimas. Además es la mujer de un campeón de dicha competición, Nani Roma.
-Otro año más en la Baja Aragón, ¿está feliz de volver al recorrido turolense?
-Sí, la verdad es que estoy súper contenta.?Es una carrera que me gusta muchísimo y este año hasta última hora estaba pendiente de si podía ir o no. Muy feliz de poder volver aquí.
-¿Cuáles son sus objetivos de cara a esta 34 edición?
-La Baja, más que nada, siempre ha sido para mí un entreno de cara al Dakar. Lo importante es no hacerse daño. Como estamos muchas horas encima de la moto, lo fundamental es coger un ritmo bueno y ser capaz de aguantarlo hasta el final de la carrera. El objetivo es terminar, no caerse y hacerlo lo mejor posible. No tengo ningún resultado marcado.
-¿Cómo está preparando esta carrera?
-Vengo ahora de Grecia de hacer un Rally y llevo un par de etapas y ha ido todo bien. Ahora he estado cogiendo un poco de ritmo y velocidad. Al no tener que preocuparse de la navegación lo fundamental es estar lo mejor preparada posible.
-Esta carrera cada vez atrae más pilotos y de más nivel, ¿qué es lo que tiene de atractivo para los corredores?
-Es un formato de carrera muy divertido. Es diferente de las Bajas que se hacían antiguamente, más de resistencia. Ahora es más rápida, con tramos más cortos. Es una carrera donde tienes que tener un buen ritmo y mantenerlo todo el rato cogiendo la mejor trazada, porque las diferencias entre los pilotos de delante son muy pequeñas. La competición tiene emoción hasta el final y es un formato que a los corredores nos gusta mucho.
-Aunque la participación femenina crece poco a poco, este año solo son seis las mujeres, ¿es insuficiente todavía?
-Yo creo que poco a poco en el mundo del motor cada vez hay más mujeres. Especialmente en el mundo del Trial, en la velocidad, se está notando mucho. En el Enduro también cada vez hay más chicas. Sí que es verdad que en el formato de Rally Raids es una competición económicamente más cara. La moto de enduro puede no servirte y tienes que tener una más rápida. En general es una disciplina que cuesta más y es más difícil que tengas las herramientas necesarias para poder estar ahí. Pero yo creo que cada año hay más chicas.?Nunca va a haber mismo número en cuanto a géneros, pero cada año va a ir creciendo la participación seguro.
- Ser tan pocas, ¿les condiciona de alguna manera en la forma de pilotar?
-No, a lo mejor sí que hay otro tipo de disciplinas como el Enduro, que técnicamente es muy difícil, donde se nota mucho la diferencia y estamos un poco por detrás. Por ello, en el Enduro a veces se hacen variantes y recorridos alternativos para las mujeres. Aquí en Teruel es más una carrera de velocidad, técnicamente no es muy difícil, por lo que cualquier chica que sepa montar en moto de montaña la puede hacer.
-¿Cómo es la convivencia con un paddock fundamentalmente masculino?
-Es algo que se da en el Dakar y en todas las carreras. Aquí realmente no se produce mucha convivencia porque es una carrera corta de tres días, duermes en un hotel, por lo que en el paddock pasas horas pero no tanto. Es algo mucho más difícil en otras carreras donde tienes que dormir allí, ahí es dónde convives. De todas formas, creo que es una carrera muy bonita y la convivencia es muy chula porque estás en contacto con los pilotos de delante, los ves y puede palparse todo.
-¿Cómo valora la evolución de la participación femenina en el motor en los últimos años?
-Hasta ahora había mucha diferencia. Yo, por ejemplo, de pequeña no tuve la oportunidad de ir en moto y cuando lo aprendes de mayor siempre es más complicado. Hoy en día ves disciplinas con chicas que empiezan con cuatro o cinco años y van igual que los chicos, están creciendo ya en ese mundo. Por eso yo creo que dentro de unos años no habrá tanta diferencia entre hombres a mujeres. Aunque hoy en día ya hay mujeres como Laia (Sanz), que es profesional y desde los cuatro años va en moto y la ves conducir y es uno más de los pilotos delanteros. Creo que es algo que va a ir en auge año tras año.
-¿Cómo y cuándo empezó esta pasión por el motor?
-A mí me gustaba mucho de pequeña, me encantaba ver las motos pero en mi casa no había tradición de motor y nadie montaba. De niña lo que más me gustaba era el Dakar, lo seguía mucho y poco a poco en cuanto cumplí los dieciocho le planteé a mi padre sacarme el carnet y que me ayudara a comprar una moto. Siempre tenía la ilusión de viajar a África, hacer viajes, conocer el desierto... Eso era lo que me apasionaba entonces. He ido luchando y poco a poco he podido conseguirlo. Pero, en general, es algo que me llegó más de mayor, porque de pequeña no tuve la oportunidad.
- ¿Qué expectativas tiene para el Dakar que viene?
-Ha sido muy complicado este año pero al final he conseguido estar en la salida. He estado seis veces en el Dakar y lo he terminado las tres últimas. Es una carrera en la que llegar al final es ya complicado. Este año va a ser difícil, hay muchas dunas, mucha arena y me gustaría estar entre los cincuenta primeros, aunque lo fundamental es terminar.
-Lleva ya muchos años con las motos,¿valora cambiar de disciplina algún día?
- No lo sé, lo tengo que probar. Sí que es cierto que me están ofreciendo muchas veces ir de copiloto o de navegante por el hecho de que en moto es algo que tienes interiorizado. En cuanto a pilotar, nunca he tenido la oportunidad. Nunca se puede decir que no, pero todavía no ha llegado ese momento.
- Usted y su marido tienen una profesión muy exigente y que les hace viajar mucho. Además son padres de tres hijos. ¿De dónde sacan el tiempo para estar en familia?
-Es difícil. Nani si que se dedica profesionalmente a esto, yo no. Yo no vivo de esto y mi trabajo me deja poco tiempo. Tengo la suerte de que a mis hijos les gusta mucho el deporte, por lo que para entrenar podemos hacer muchas cosas con ellos. Mi hijo pequeño ya tiene nueve años, le gusta la moto y entrenamos mucho juntos, es una etapa que estamos disfrutando.