Raul Ariño Torres, de 33 años, vive en Castellón, pero desciende de Villarroya de los Pinares y Allepuz. Es el alma mater del Trail de Villarroya que este año ha celebrado su segunda edición.
- ¿Qué le llevo a poner en marcha esta prueba?
- La idea era dar a conocer el pueblo y favorecer que la gente viniera a visitarlo. Que los vecinos que tienen comercios y negocios en la zona que trabajan más en la temporada verano pudiesen llenar durante este fin de semana también, que hubiese más movimiento de gente.
- ¿Cuál ha sido la clave del éxito? Porque tuvisteis que cerrar inscripciones la semana anterior….
- Bueno, viene un poco de la edición del año pasado, en la que intentamos hacerlo lo mejor que pudimos, y aunque eran una carrera, y una andada muy sencilla, intentamos cuidar los detalles y que la gente que viniera se fuera contenta y disfrutase. Este año cerramos con trecientos inscritos porque la idea era que al que viniera le pudieramos garantizar suficiente calidad en los servicios, también la seguridad intentando minimizar los riesgos.
- ¿Cómo son los recorridos de la trail?
- El de la andada es un recorrido bastante asequible para todos. Es una primera parte de subida por una zona muy bonita que va hacia el barranco de la Viñaderilla qué pasa entre pinos todo el rato, y luego al final acabas bajando por el Portillo de Pitarque. Y el recorrido de la carrera es bastante más duro porque son 1.000 metros de desnivel positivo y 22 kilómetros.
