Raphael
Raphael, ante su esperado concierto en Teruel del día 24: “Será una gran noche para todos, para el público y para mí"
Raphael (Linares, 1943) asegura que las mejores canciones de amor son las que hablan de amor, o de desamor, y que por eso su repertorio está plagado de ellas. Quizá por eso, su primera actuación en Teruel después de más de 50 años de carrera se enmarca en la celebración del 800 aniversario de una gran historia de amor, la de los Amantes. El polifacético artista se subirá al escenario de la plaza de toros de la calle Málaga el próximo 24 de junio.
- Como reza el título de su gira, ¿sigue usted Loco por cantar?
- Totalmente, totalmente,... después de tantos años.
- ¿Y cómo consigue mantener esa ilusión después de tanto tiempo?
- Esa es la palabra: ilusión. Cuando se tienen ganas, ilusión y pasión por las cosas, es cuando se produce eso.
- Por lo que me dice, en sus planes inmediatos no entra la jubilación…
- No (entre risas). Hombre, algún día tendrá que llegar, pero de momento no lo veo factible. No me verán en cualquier playita de esas vegetando, no.
- ¿Cuál es el secreto para ir incorporando a su ejército de seguidores a distintas generaciones?
- Ese es un milagro que se ha producido y que se produce diariamente, pero no me preguntes a mí por qué, porque yo no te lo puedo contestar. En eso estoy tan asombrado como puedes estarlo tú. Lo bueno es que se produce pero por qué, eso es lo que no sé. Quizás la gente vea en mí mucha verdad y autenticidad en el escenario, y eso les lleva a seguirme y a seguir por ese sendero, engrosando las filas de fieles y de gente que le encanta verme en el escenario y disfruta con mis canciones y con mis cosas.
- ¿Y cuál es la clave para reinventarse en cada nuevo disco?
- Eso sí es más fácil de contestar, porque es no estar nunca contento con lo que haces, creer siempre que puedes hacer mejor las cosas, y entonces viene la renovación.
- Y quizá contar siempre con los mejores compositores y profesionales…
- Sí, pero que se te ocurra es lo difícil. Quizá llevarlo a cabo no sea tan difícil. Lo que es verdaderamente difícil es que se te alumbre el farolito y digas por aquí… Eso es lo difícil. Lo difícil es ir por una avenida que va a desembocar en una plazoleta de la que parten otras avenidas, 16 cerradas y una abierta, y tirar por esa. Son cosas que ocurren. Evidentemente, la prueba de ello es la intuición, saber qué es lo que le gustaría a la gente que fuera ahora y que vaya contigo… todas esas cosas.
- Después de más de 50 años en los escenarios, nunca había actuado en Teruel...
- No, me da vergüenza decirlo, pero es la primera vez que voy a cantar en Teruel y tengo unas ganas muy especiales. Conozco la ciudad pero no sé por qué no he cantado allí nunca. Son de esas cosas que se producen. Es muy extraño, pero vamos a romper el maleficio y voy a empezar a ir cada año.
- Es una buena ocasión para venir porque se celebra el 800 aniversario de la historia de los Amantes.
- ¡Ves! ¡Me estaban esperando!
- Además, su música siempre ha estado muy relacionada con el amor…
- Claro, es que las buenas canciones siempre hablan de amor…, o de desamor, que también es otra forma de amor y que también es más divertido a veces.
- Imagino que conocerá la historia de Diego e Isabel...
- Cómo no la voy a conocer, quién no la conoce.
- Se sorprendería…
- Sí, me la sé desde hace muchos años. Por eso, espero que sea una gran noche, que la gente se lo pase de maravilla, de cine como digo yo, y que ellos mismos hagan que el año que viene vuelva otra vez.
- Lleva casado con Natalia Figueroa desde 1972. ¿Existe el amor eterno?
- Hombre claro. En nuestro caso se ha dado y no es fácil, porque los seres humanos somos cada uno de nuestra forma de ser y tenemos nuestros prontos. Es difícil, lo que pasa que cuando dos quieren las cosas son más fáciles. Cuando uno quiere y el otro no es más difícil.
- Su carrera como artista, ¿ha dificultado esta relación?
- He tenido suerte porque mi mujer supo encajarlo muy bien desde el principio y mis hijos, lo mismo. Y ahora es fácil pero al principio también era más complicado. Nos los llevábamos con nosotros. Al principio, viajaban con nosotros hasta que un día mi mujer, con mucha sabiduría, me dijo: “Vamos a ver, tú sigue por ahí que nosotros te esperamos en casa. Cada vez que puedas, vienes, pero los niños tienen que ir a un colegio de verdad y no con un profesor particular”. Se hizo como ella dijo y las cosas salieron bien.
- Usted participó en Eurovisión en dos ocasiones y Teruel también tuvo a su representante, David Civera. ¿Cómo ve el concurso actualmente?
- Lo has denominado muy bien: el concurso. Antes no era un concurso, era una muestra de música, era otra cuestión. Ahora es un gran espectáculo pero no tiene el gancho que tenía entonces porque además te lo jugabas todo a una carta y en blanco y negro. Era de verdad. Y ahora hacen siete funciones antes de la que va a servir. Así que ya se ve venir quién puede ser el ganador. Es un gran espectáculo, pero aquel tenía mucha más emoción.
- ¿Cree que España debería mandar a estrellas consagradas en lugar de a artistas debutantes?
- Pues no lo sé, eso no se sabe, porque yo me acuerdo que, por ejemplo, Italia mandaba siempre a su máxima estrella pero un día mandó a Gigliola Cinquetti, que era una niña de 15 años y que enamoró al mundo. Eso nunca se puede saber. Además, de esto nadie sabe nada.
- ¿Cuál ha sido el más importante de todos los premios que ha recibido a lo largo de su carrera? ¿Quizá el disco de uranio que solo tiene Michael Jackson y Queen además de usted?
- Todos los premios son importantes y significativos, pero a mí el premio más importante es la cantidad de tiempo que llevó junto al público, esos 55 años de carrera... No hay premio mejor que ese.
- Además, siempre ha estado en la cima...
- Bueno, porque lo trabajo mucho, me gusta muchísimo lo que hago, me gusta hacer y me gusta estar. Si me gustara pescar, a lo mejor estaba todo el día pescando.
- Después de una carrera tan larga e intensa, ¿le queda algún estilo por cantar o algún dúo por hacer?
- Siempre hay algo por hacer y es más, a mí nada más empezar una cosa nueva ya empieza a ocurrírseme una nueva.
- ¿Qué les diría a los turolenses que todavía no hayan comprado la entrada para su verle?
- ¿A qué esperan? Luego que no se quejen de que no voy. Será una gran noche para todos, para el público y para mí.