Síguenos

"Querríamos dinamizar más la entidad yque se crearán grupos en las comarcas"

banner click 236 banner 236

Carmen Gómez Torán, nueva delegada de Manos Unidas en Teruel

Manos Unidas presenta el próximo viernes su campaña de este año y la nueva delegada de esta organización en Teruel, Mª Carmen Gómez Torán, quiere potenciar la labor de esta entidad en la provincia con presencia en más pueblos y anima a la solidaridad de los turolense para ayudar a los países más empobrecidos.

Manos Unidas presenta el próximo viernes su campaña de este año y la nueva delegada de esta organización en Teruel, Mª Carmen Gómez Torán, quiere potenciar la labor de esta entidad en la provincia con presencia en más pueblos y anima a la solidaridad de los turolense para ayudar a los países más empobrecidos.

- ¿Cómo quiere ser esta nueva etapa en Manos Unidas?

- Empiezo esta etapa, y el grupo que estamos, con muchísima ilusión porque se trata de cooperar con los países más empobrecidos del planeta. Es un aliciente enorme el que nos mueve para trabajar. Lo hacemos siguiendo las dos líneas que tiene de acción Manos Unidas. Por una parte, de sensibilización que es dar a conocer la situación de hambre que viven muchos países para que tomemos conciencia, denunciar y que eso nos mueva también a nuestra responsabilidad de cooperar y no solo económicamente, aunque también, por ejemplo ante las instancias gubernamentales para que en sus leyes se acuerden de los más desfavorecidos. Otra línea de acción es financiar proyectos puesto que esa solidaridad la encauzamos así. La asociación se llama Manos Unidas, es decir, los proyecto son en plena colaboración, dando la mano al socio local. Tratando de que sean ellos los artífices de su propio desarrollo y nosotros apoyarles desde aquí.

- ¿En Teruel se conoce lo suficiente la labor de Manos Unidas, la gente colabora?

- La verdad es que la gente de Teruel es muy solidaria. En general, en las campañas Teruel suele rebasar la media española. Entonces sí, hay aportaciones. En todas las parroquias se realiza el 14 de febrero una campaña en la que aporta todo el mundo. Luego hay también mucho voluntariado. Si contamos con los pueblos estaríamos unos 300 voluntarios, luego gente más dedicada por ejemplo en Teruel capital hay unas 30 personas que estamos montando todas las actividades de manera desinteresada y con mucha ilusión. Ahora celebraremos la cena del hambre, el día 12, vamos a sacar un puesto en el mercado medieval de las Bodas de Isabel,... Y en los pueblos también, por ejemplo, en Calamocha hay un grupo que va a hacer una cena del hambre, en el Mas de las Matas un grupo de personas está haciendo pastas de manera que la gente aporta la harina, los huevos y el azúcar y luego se hacen las pastas y las venden, han llegado a sacar más de 3000 euros. Hay gente que se está moviendo. Tengo la suerte de tener una organización que es seria, honesta y eficiente para canalizar nuestra solidaridad con los empobrecidos del planeta.

- ¿Cómo se hace la selección del proyecto que se financia desde Teruel?

- Los proyectos los elaboran allí en el lugar donde se va ha hacer en respuesta a sus necesidades. Lo elaboran de manera sencilla pero bien fundamentado. Eso se envía a Madrid donde hay unos técnicos que analizan que sea un proyecto que redunde en el desarrollo, que sea liberador, un proyecto que ayude verdaderamente a la comunidad. Se seleccionan y entonces nos proponen a las delegaciones que elijamos alguno. Nosotros en Teruel elegimos uno que no sobrepase los 100.000 euros porque hasta esa cantidad nos comprometemos, la gente es muy generosa. Este año el lema es Plántale cara al hambre, siembra, se buscan proyectos de tipo agrícola para pequeños productores que puedan garantizar su subsistencia. Por eso este año hemos cogido uno en Mozambique que consiste en construir una pequeña escuela agropecuaria de dos aulas aunque habrá siempre tres grupos. 120 chicos que al acabar la Primaria, en vez de quedarse sin hacer nada o irse a la ciudad a engrosar las bolsas de miseria, van a tener dos aulas de formación de pequeñas técnicas agrícolas mientras otro grupo hará prácticas en sus aldeas. Durante tres años se intenta completar su formación para que tengan una producción que les permita tener un modo de vida digno.

- Otra de las acciones de sensibilización es el festival de clipmetrajes que también Teruel está participando activamente.

- Sí. Un miembro del jurado es Paco Martín que es de Teruel que entiende tanto de cine y la verdad es que tiene muy buena acogida. Hay centros que lo están haciendo y sobre todo dos profesores muy entusiastas que siempre presentan y ha quedado en muy buen lugar en otras ediciones. Además, con este motivo se hace llegar a todos los centros unos materiales de educación en valores. Este año es sobre la alimentación y el desperdicio de alimentos para sensibilizar a los alumnos y a los mayores de que habiendo alimentos para todos resulta que en la actualidad 800 millones, según un informe de la FAO, todavía pasan hambre. Se trata de que adquiramos unos hábitos responsables de consumo y cuidar la naturaleza.

- ¿Cómo afecta la crisis a la ayuda a estos países?

- Lo que ha bajado más en España ha sido la ayuda a la cooperación al desarrollo, o sea, las instituciones públicas que antes financiaban proyectos con cantidades sustanciosas ahora dan cantidades mínimas, casi simbólicas. Estamos haciendo una campaña para hacer nuevos socios. En Teruel no hemos bajado en aportaciones. La aportación privada individual ha compensado la bajada de las subvenciones.

- Entonces, cada vez la aportación individual es más importante ahora que las instituciones apoyan menos.

- Sí. En los años de bonanza se creó un pequeño fondo de reserva y en estos años de crisis se ha ido tirando de ese fondo que ahora es cero. Si no aumentamos la recaudación, habría proyectos que desgraciadamente tendrían que quedar sin financiar y es una lástima porque ya están muy seleccionados y ves que con cada proyecto se da un modo de vida a un grupo de población. Y tiene un efecto multiplicador, lo poco aquí es mucho allí.

- ¿Cómo está la situación en estos países?

- Aquí tenemos crisis pero allí la crisis es algo permanente. He estado seis años de voluntaria en Guatemala y también conozco un poco el Chad. He visto en la puerta de un hospital a las mujeres que hacen la comida para entrársela al enfermo, de manera que si no le llevan comida no come y si no compran la medicina fuera no se la ponen. He visto en un hospital dos enfermos en la misma cama.

- ¿Tener esta experiencia sobre el terreno ayuda a trasmitir el mansaje aquí?

- Es la experiencia más rica que he tenido en mi vida. Te impacta, te cambia la vida. He sido profesora, estoy jubilada y ahora todo mi tiempo libre lo dedico a voluntariado en este tipo de cosas. Sería bueno que mucha gente fuera por allí a ver un poco y seguramente nos quejaríamos menos de lo que nos falta aquí.

- ¿Cuáles son los principales retos en Teruel?

- Querríamos dinamizarlo de manera que más pueblos se incorporaran a la dinámica, que se creara un pequeño grupo para diseñar actividades y formarse también porque no solo es hacer por hacer, te tienes que formar y crear un estilo de vida que sea coherente. Darnos más a conocer para que la gente se sienta llamada a colaborar. Hacer en las comarcas un pequeño equipo y en Teruel tener la sede abierta todos los días que ya hemos empezado. Y sobre todo recordar que desde Manos Unidas seguiremos trabajando en colaboración con todas las personas e instituciones que promueven un modelo de desarrollo sostenible y como decía Mari Salas, la primera presidenta de esta asociación que surgió hace casi 60 años: "El día que todos los hombres decidan que no haya más hambre sobre la capa de la Tierra no la habrá".

Autor:Isabel Muñoz / Teruel