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Octavio de Juan: “Tocar un instrumento musical es la actividad que más enriquece el cerebro” Octavio de Juan: “Tocar un instrumento musical es la actividad que más enriquece el cerebro”
Octavio de Juan

Octavio de Juan: “Tocar un instrumento musical es la actividad que más enriquece el cerebro”

Octavio de Juan es músico, musicólogo, historiador del arte y experto en neuroestética. Ha escrito varios libros sobre el poder pedagógico de la música, y está convencido de que, literalmente, hace crecer el cerebro. El pasado miércoles ofreció una charla en el Conservatorio de Alcañiz sobre los beneficios que tiene en el cerebro del niño aprender a tocar un instrumento.

- Usted ha acuñado el término pictomusicodelfia ¿Qué significa exactamente?

- Hace referencia a un estudio combinado de ambas artes. Es un análisis parametral de los componentes de la música y de la pintura. Es como si de una receta de cocina se tratara. En la música y la pintura hay determinados ingredientes que, combinados, provocan una serie de resultados emocionales concretos y universales, con independencia de la raza, religión, cultura o la experiencia personal de cada uno.

- En la charla que ofreció en Alcañiz habló sobre todo de educación...

- De lo que se trataba era demostrar, desde el punto de vista científico, las inmejorables virtudes que tiene la música tanto para el desarrollo del cerebro de los niños, como para evitar que se degenere en los ancianos. En concreto tocar un instrumento de cuerda frotada, como violín, viola, chelo o contrabajo, es la actividad humana que más desarrolla la sincronización de todas las funciones corticales y subcorticales. Dicho de otro modo, la actividad humana que más hace funcionar al cerebro.

- ¿Solo los de cuerda frotada?

- Todos los instrumentos son beneficiosos y cada uno tiene efectos propios diferentes. Pero por una serie de circunstancias técnicas, lo más complejo y rico que existe desde un punto de vista neuronal es la mano izquierda de un violinista.

- ¿Escuchar música no vale??¿Hay que interpretarla?

- La relación somatosensorial que se establece cuando escuchas música no es tan rica y compleja como la que provoca tocar un instrumento, pero desde luego que es beneficioso.

- ¿Qué ocurre exactamente en nuestro cerebro cuando aprendemos a tocar?

- Es un entrenamiento que desarrolla el cerebro al máximo y crea una coraza contra las enfermedades neurodegenerativas. El cerebro es un ordenador muy especial. Cuando te compras un ordenador en la tienda su hardware será siempre el mismo, uses el software que uses. Pero nuestro cerebro es un ordenador cuyo hardware evoluciona según los programas que uses. Si le metes un programa de estudiar chelo, piano o saxofón, se convertirá en un gran ordenador, y si le metes un programa de culebrón venezolano de Telecinco tu ordenador irá cada vez más lento y se colgará más a menudo.

- El estudio sistemático de un instrumento musical, ¿puede ser contraproducente para un niño? ¿Puede llegar a odiar la música nuestro hijo por metérsela con calzador?

- Quizá hace cincuenta años sí. Pero ahora la pedagogía ha avanzado mucho. Hay niños que empiezan a tocar con 18 meses, que disfrutan y que juegan con la música. La clave es que en un estadio inicial se juega, y luego va aprendiendo disciplina, solidaridad, interacción, democracia... todas esas palabras que nos llenan la boca y no ponemos en práctica, son lo habitual en cualquier grupo de gente que toque música. Las empresas de selección de personal cada vez buscan más perfiles relacionados con el arte y la música, porque tienen una serie de valores muy positivos integrados.

- ¿Alguien que no ha recibido estímulos musicales importantes de niño, estará siempre es desventaja con otro que si los ha tenido?

- Teóricamente sí. Es mejor empezar cuando el cerebro todavía es muy plástico, pero nunca es tarde. Si uno empieza a tocar un instrumento con 60 años, le va a servir de mucho. También depende de la intensidad y de cómo aprenda uno.

- Estamos hablando todo el tiempo de música clásica... ¿qué tiene la música clásica que no tenga otros estilos?

- Es la música más humanizada, más estructurada, más matemática y más elaborada. Nuestro cerebro, por una cuestión de supervivencia, siempre busca un orden en las cosas, y en la música clásica lo encuentra, de un modo tan matemático y tan complejo, que le sienta estupendamente bien.

- ¿Qué me dice del reggetón?

-  Hay música mucho más limitada desde el punto de vista cerebral. Es menos complicada, es menos ordenada y sus objetivos no son de búsqueda de belleza necesariamente, sino otros. Cualquier música con ritmo te produce una reacción sensomotora, claro, pero hay diferencias... Hay músicas y músicas.

- ¿Eso de poner música clásica y los auriculares pegados a la tripa de una embarazada tiene sentido, o es una leyenda urbana?

- No soy especialista en eso y hay opiniones para todos los gusto. Yo personalmente pienso que malo no puede ser. Vivaldi, Mozart o Beethoven jamás le han hecho daño a nadie.