Fermín Pérez fue director del Festival de Cine de Teruel en los años 80 y 90 hasta su desaparición a mediados de la última década del siglo pasado. Ahora ha impulsado junto con otros miembros de Cineocho un tributo a aquel evento cultural que se desarrollará entre el 26 y el 30 de diciembre.
- ¿Por qué un tributo para recordar el Festival de Cine de Teruel dos décadas después de que dejara de hacerse?
- Porque hemos visto a gente que echaba en falta el festival, que contaba cada uno una memoria individual, la suya. Y nos parecía que como todavía había suficiente eco, pues creíamos que podía ser bonito para las generaciones que hay aquí hacer un recordatorio que mostrara o exhibiera lo que era. No queríamos que fuese algo que alguien cuente sino que queríamos que la gente pudiera ver lo que el festival era. Nos parecía el momento de hacer un homenaje de aquella época.
- ¿Qué suponía el festival para Teruel?
- Para Teruel supuso varias cosas que son las que hemos querido reflejar en el tributo. Primero unos días muy animados para Teruel, que entonces tenía mucha menos actividad que ahora, y que durante una semana o quince días encontraba un ambiente especial de algo que además tenía nivel y que se merecía por la ciudad que era. Para los aragoneses que estaban intentando hacer sus pinitos y que tal vez un día llegaran al cine, era un laboratorio y un modo de exponerse. Además era un lugar de encuentro para poner cosas en común. Y por otro lado, para Teruel, que siempre ha necesitado notoriedad y no salir en la prensa o en la tele solo por el tiempo que hace, era tener noticias de algo especial.
- ¿Qué proyectaba Teruel hacia el exterior con este festival?
- Pues a la gente le sorprendía mucho que una ciudad que casi nadie conocía, porque Teruel no existía entonces, tuviera el alcance de organizar algo así. Cuando venían o respondían personalidades se sorprendían mucho de que gente como Berlanga o Colomo hubieran venido aquí a participar. Para los turolenses de fuera era una manera de venir a la ciudad y traíamos películas que no se iban a ver nunca. Todo eso hablaba de un Teruel que podía hacer cosas, que hacía cosas y que en el futuro podía hacer mucho más.
- ¿Qué echa en falta de aquel festival, si es que añora algo?
- Yo sigo creyendo que Teruel es una ciudad perfecta para hacer encuentros culturales y de muchas más cosas porque tiene el tamaño perfecto y está cerca de grandes ciudades. Me parece que Teruel merece y necesita tener un festival de cine. Yo echo en falta que lo haya. Creo que en Teruel siempre le damos mucha importancia a las cosas que pasan fuera, que si alguien de fuera nos ofrece cualquier cosas nos tiramos enseguida a cogerla, y que tienen que venir de fuera a montarnos cosas para darnos cuenta que de verdad hay que dotarlo de un apoyo. Echo en falta que los políticos que tienen que ayudar a la programación cultural de la ciudad, realmente den suficiente apoyo como para hacer cosas que dejen testimonio y que tengan un legado que pueda durar y crecer solo.
- ¿Cómo conseguir eso?
- Hace falta que alguien haga un programa plurianual como hacen en ciudades de tamaños parecidos. Pero hace falta para eso que alguien tenga una política diferente.
- Si eso se hace en otros sitios, ¿por qué cree que no ocurre aquí?
- Evidentemente porque quienes tienen la responsabilidad de poder hacerlo en cada momento, por lo que sea, se vuelcan más en otras cosas que son también muy importantes, pero no se percatan de que a futuro podría dotar de un renombre y de un atracción de público que haría además que Teruel, en lugar de 30.000 habitantes, se fuera a los 50.000 que es seguramente lo que debería tener.
- ¿Se animaría a montar otra vez el festival a partir de este tributo, o se le han quitado las ganas definitivamente?
- A?la vista de lo que hemos hecho y de estos tres meses de trabajo en vez de animarnos nos hemos desanimado. Al final esto requiere mucho tiempo y energía, y en este caso estamos poniendo dinero incluso de nuestro bolsillo, pero nos apetecía y lo asumimos. Nos daba la sensación de que esto podría haber quedado para que lo heredara alguien, y estaríamos dispuestos a apoyar. Cuando se dijo de lanzar un festival del amor, o un festival en Internet, pues a lo mejor hubiera sido inteligente que a los que ya hicimos durante catorce años el mismo pues nos hubieran pedido consejo o que participáramos de alguna manera. Teruel es una ciudad que olvida a su gente siempre
Autor: J.M. Teruel