Toneladas de madera ardieron anoche en la Encamisada, una fiesta que comenzó a prepararse el pasado verano, cuando los vecinos cortaron pinos del monte público y dejaron la madera amontonada con el fin de que la noche de San Antón estuviera suficientemente seca.
Este sábado por la mañana, unas 200 personas acudieron al monte para recoger las aliagas con que se revisten las hogueras, explicaba Vicente Villanueva, uno de los cuatro Mayorales de la fiesta. Villanueva es incapaz de calcular la cantidad de toneladas que pueden haberse quemado en la fiesta del fuego de su pueblo. "Quien sabe, 8.000, 10.0000 kilos, no se puede saber, porque sólo para las tres hogueras que organiza la comisión, la de la iglesia, la de la plaza de los Mártires y la de la plaza de la Fuente, se han hecho 14 viajes con un tractor y un remolque", relataba.
Lo más popular y conocido de esta fiesta declarada de interés turístico regional ha terminado, aunque los festejos continúan hoy, cuando los Festeros recorrerán el pueblo, casa por casa, con el fin de recoger los donativos que los vecinos quieran aportarpara sufragar la fiesta, que cuesta "alrededor de 10.000 euros". Según Vicente Villanueva, los vecinos son "bastante generosos", porque, no en vano, ésta es una fiesta especial. Durante la mañana "se pueden recaudar en donativos del vecindario alrededor de 2.500 euros", explicó.
Hoy a las dos de la tarde se bailará el Reinao, jota tradicional de Estercuel, un momento en el que se espera que salgan las siete parejas voluntarias que tendrán que sustituir a las siete parejas salientes que han organizado durante dos años la fiesta. "Y si hoy no salen, aunque todos deseamos que sí, habrá que esperar unos meses más a que haya voluntarios. La fiesta no se va a perder", sentenció Villanueva.
Autor:Maribel Sancho Timoneda