Más de 6.000 personas se unen en un clamor para reivindicar una línea férrea del siglo XXI
Más de 6.000 personas se unieron el sábado en Teruel en un clamor unánime para reivindicar una línea del ferrocarril acorde con los tiempos en los que vivimos. La manifestación de Teruel fue el acto central de una jornada reivindicativa que comenzó en Valencia a las ocho de la mañana y finalizó en Zaragoza por la tarde, después de un trayecto en tren de más de cinco horas. Un día sin precedentes entre las movilizaciones que la coordinadora ciudadana Teruel Existe ha organizado en sus más de 17 años de existencia al lograr sacar a la calle en un mismo día a la gente en tres ciudades y en muchos de los pueblos por donde pasa el tren entre Valencia y Zaragoza, que son la tercera y la quinta ciudades de España.
“La manifestación ha estado por encima de las expectativas”, señaló a los periodistas el portavoz de la plataforma Teruel Existe, Manuel Gimeno, convocante de la jornada reivindicativa, porque “hoy es muy difícil movilizar a la ciudadanía”, pero cree que la respuesta ha sido masiva porque la gente está “harta”. Así, el representante ciudadano destacó que se trata de una cifra “muy elevada para Teruel” porque la ciudad tiene 35.000 habitantes y que es como si se manifestaran 800.000 personas en Madrid.
Cinco grandes pancartas encabezaron la manifestación que partió de la plaza de la Catedral pasadas las once de la mañana para llegar hasta la estación del tren a la hora en la que estaba prevista la entrada del tren procedente de Valencia. Encabezadas por representantes de organizaciones económicas, sociales y políticas, arrastraban detrás una multitud de ciudadanos de Teruel y de muchos pueblos de la provincia que no dudaron en salir una vez más a la calle para reivindicar lo que en su opinión “es de justicia”.
Desde Mezquita de Jarque llegaron Mary Paz y Pablo. “Soy de un pueblo pequeño de Teruel y he venido aquí porque esto es una necesidad que hace tiempo que se está reinvindicando y parece que no la van cumplir”, dijo el joven mientras que Mary Paz consideró que “tener un tren que te lleve tarde a pocos sitios es una tontería”.
“Yo le preguntaría al presidente del Gobierno qué vía cogería para venir a Teruel, porque ni tenemos una autovía que nos conecta directamente con Madrid ni tenemos un tren directo y el que tenemos no sirve de nada, porque cuesta menos ir en coche”, añadió.
La manifestación recorrió la calle Nueva, la calle San Francisco y el camino de la Estación hasta llegar a los pies de la Escalinata donde Jesús Cuesta leyó un manifiesto crítico con la situación que ha llevado a los turolenses a volver a salir a la calle. “Faltan políticos laboriosos y sobran palabrerías”, aseveró en su discurso, cuyas palabras fueron secundadas por el público que se agolpaba entre la estación y la escalinata.
Afirmó también que reivindicar un tren digno “no es una ensoñación ni un capricho” porque la realidad es que “tenemos un ferrocarril agonizante”.
Muchos de los establecimientos cerraron durante el tiempo de la manifestación para poder secundarla “y que oigan que queremos mejores comunicaciones”, como indicó Elena, una de las comerciantes que cerró.
En la estación, los pasajeros que iban a coger el tren de las 11:57 se encontraron con la reivindicación y la aplaudieron como Alejandro Aísa que lo coge habitualmente hasta Cariñena. “Me parece muy bien que la ciudadanía reivindique lo que es suyo, lo prometido y lo que es necesario para el desarrollo de la provincia y pueden estar muy orgullosos y muy contentos de toda la gente que ha salido”, comentó mientras esperaba el tren en el andén.
Un andén que por unas horas viajó cien años en el tiempo con personajes que recordaban la época de los inicios del ferrocarril. “Somos unas mujeres de la Cruz Roja y estamos esperando al tren para atender a los pasajeros que después de tan largo viaje se encuentran mal”, explicó Mapi Hernando, en su papel de enfermera.
Cuando el tren de Valencia llegó a la estación varios de los personajes se desmayaron en una escenificación teatral que quería rememorar que el tren tarda ahora tanto como lo hacía hace cien años. La acogida fue multitudinaria y emocionante. “Ministro escucha, Teruel está en la lucha”, aclamaron los presentes. Unos cánticos que solo silenciaron para escuchar la entonación de una jota. Por supuesto, en defensa del ferrocarril por Teruel.