La decisión de Renfe de desviar por Tarragona el transporte de coches de la Opel por ferrocarril, en lugar de seguir haciéndolo por la línea de Teruel, provocó ayer un gran malestar en el sector empresarial turolense así como en la Autoridad Portuaria de Valencia. Unos y otros consideraron que esa medida va en contra de los compromisos de impulsar el eje ferroviario Zaragoza-Teruel-Sagunto, tal como se han comprometido a hacer el Ministerio de Fomento y Adif. El presidente de Ceoe Teruel, Carlos Torre, consideró que Renfe está “ninguneando” a la provincia y anunció que trasladará de forma inmediata su queja al Gobierno central.
El sector empresarial está molesto, a la vez que confundido, con la decisión tomada por Renfe de desviar tráficos de mercancías hacia Valencia por Tarragona, en lugar de seguir haciéndolo por Teruel, cuando el compromiso existente desde la Administración central es potenciar el corredor que comunica Valencia con Zaragoza y que continúa hacia el País Vasco.
Así se pronunciaron el presidente de Ceoe Teruel, el presidente de la Cámara de Comercio de Teruel, Jesús Blasco, y fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia en nombre también de su presidente, Aurelio Martínez.
Ninguno entiende a qué se debe la decisión de Renfe, que desde principios de año está llevando los trenes de coches de Opel hacia el Puerto de Valencia por Tarragona, si bien hasta el pasado 5 de marzo no se comunicó oficialmente a las estaciones de la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto que se liberaban definitivamente los surcos abiertos por Adif para que circularan estos mercancías los dos días a la semana que lo hacían.
Según las escuetas explicaciones dadas por Renfe, que es la que opera con maquinaria propia estos transportes, la decisión de hacerlo por Tarragona se ha hecho simple y llanamente porque como operadora son ellos quienes deciden los recorridos de sus servicios, “optimizando” sus costes para ofrecer “precios competitivos a los clientes”.
En el día de ayer ni los representantes de las organizaciones empresariales turolenses ni la Autoridad Portuaria de Valencia comprendían estas explicaciones, porque desde Adif se ha estado lanzando un mensaje totalmente diferente de apoyo a esta infraestructura.
Desde la presidencia de la Autoridad Portuaria de Valencia mostraron su sorpresa puesto que hace dos semanas en una reunión con Adif tuvieron “buenas sensaciones” con el administrador de la infraestructura, pero ahora el operador, que es Renfe, ha obrado de manera independiente.
Las mismas fuentes señalaron que esperaban que Renfe explicara a la mayor brevedad posible el motivo de esta decisión, que deja la línea de Teruel bajo mínimos en lo que a transporte de mercancías se refiere, ya que solo circulan ahora dos trenes semanales de contenedores con el operador privado Continental Rail, entre Bilbao y Valencia y en un único sentido.
Para el presidente de Ceoe Teruel, Carlos Torre, el desvío de mercancías por Tarragona supone otro “hándicap” para Teruel. “Nos están ninguneando y no le están dando a la línea la importancia que entendemos debe tener”, aseguró el dirigente empresarial.
Torre indicó que estaba en contacto con personas del sector empresarial para intentar paliar el nuevo problema surgido, y que hoy mismo transmitirá una queja al Gobierno central en la reunión que las organizaciones empresariales de Teruel, Cuenca y Soria mantendrán con el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, para hablar del problema de la despoblación.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Jesús Blasco, dijo que era una “muy mala noticia”, aunque lo veían posible desde hacía tiempo porque detrás se observan “intereses y juegos políticos”.
Desviar por Tarragona estos trenes supone un “palo en la rueda”, dijo, por parte de una comunidad autónoma que nuevamente se ha adelantado “a llevarse cosas positivas para su territorio que nosotros no hemos conseguido”. Al margen de eso, opinó que debe seguir reivindicándose la mejora de la línea y empezar ya las obras. Aunque admitió que estas noticias provocaban “cierto desánimo”, argumentó que “hay que seguir peleando”.