Los restos medievales de una puerta y del claustro de la catedral quedarán visibles con "ventanas arqueológicas" en las fachadas
Los restos medievales de una puerta y del claustro de la primitiva iglesia de Santa María hallados en las fachadas de la catedral de Teruel serán visibles al público mediante "ventanas arqueológicas" en los muros, en las que se instalarán paneles interpretativos sobre estos elementos arquitectónicos que hasta ahora habían permanecido ocultos.
La Comisión Provincial de Patrimonio Cultural dio ayer el visto bueno a la propuesta de que estos vestigios queden a la vista, tal como recomendaban el informe elaborado por el arqueólogo Javier Ibáñez y el arquitecto Joaquín Andrés, redactor del proyecto de restauración de las fachadas y cubiertas inferiores de la catedral cuya ejecución ha propiciado estos hallazgos.
El proyecto inicial de rehabilitación del templo será modificado ahora para integrar los restos en las fachadas de acuerdo con los criterios y prescripciones técnicas marcados por Patrimonio en su informe, que se conocerá en las próximas semanas. Esta adaptación, en principio, no conllevará un aumento en el coste ni en el plazo de ejecución de las obras, según avanzó Joaquín Andrés.
El director general de Patrimonio Cultural, Ignacio Escuín, explicó que la comisión de Patrimonio dio el visto bueno a la conservación de los restos a la vista "gracias al estupendo estudio arqueológico" presentado por Ibáñez.
"Ahora, se tendrá que modificar el proyecto inicial para incluir las medidas técnicas que la comisión ha sugerido y después acometer la actuación", comentó Escuín, quien avanzó que la "gran sintonía" entre Patrimonio y el arquitecto propiciará una solución para preservar los restos que "gustará a todo el mundo".
A su juicio, la aparición de estos elementos arquitectónicos es "un regalo histórico y una hallazgo fascinante. Será un aliciente más para el turismo turolense y una gran oportunidad para realizar nuevas lecturas sobre un edificio tan emblemático como la catedral", dijo.
Comparecencia
La Comisión Provincial de Patrimonio Cultural se reunió ayer por la mañana, en una sesión en la que compareció Joaquín Andrés durante más de una hora para exponer los planteamientos recogidos en el informe arqueológico.
A la espera de conocer el dictamen definitivo y los criterios que concrete este organismo, el arquitecto avanzó que la idea inicial pasa por habilitar en las fachadas de la catedral cuatro "ventanas arqueológicas", delimitadas con chapa de acero corten.
Una de ellas dejaría a la vista la estructura de la antigua puerta hallada junto al arco de la torre de la catedral, que se data entre las últimas décadas del siglo XII y las primeras del XIII. En este caso, se cubriría con cristal laminado porque los restos no muestran al completo el elemento original, ya que les faltan los ladrillos o revestimientos que se retiraron para colocar la piedra de la actual fachada.
Las otras tres ventanas dejarían a la vista los tres pilares del antiguo claustro localizados en la fachada que da a la calle Santa Emerenciana, que se sabe que son anteriores a 1251. En ellas no se colocaría cristal, porque los vestigios sí conservan "la piel" de lo que fue el elemento original, según el arquitecto.
Junto a los restos se colocarán paneles interpretativos con información sobre los mismos y su adscripción a la primitiva iglesia de Santa María.
Durante las catas arqueológicas realizadas en la fachada de la plaza del Venerable Francés de Aranda se localizó una pequeña ventana,posiblemente del siglo XVI, que será recuperada y se mantendrá visible.
En esta zona se procederá también a la retirada de los rejuntados que se aplicaron en el zócalo del templo en la calle Tribuna y la plaza del Obispado en la restauración que realizó Regiones Devastadas tras la guerra civil, ya que resultan "perturbadores" para la imagen del conjunto.
También quedó al descubierto el antiguo paso del obispo, ligeramente desplazado con respecto al que construyó Regiones Devastadas para conectar el templo con el Palacio del Obispado. Javier Ibáñez señaló que en este caso el planteamiento es dejar constancia en el paramento de la presencia de ese vano para que se pueda identificar, pero "sin la relevancia" que se dará a los restos del claustro y de la antigua puerta.
Sobre este último elemento, el arqueólogo señaló que en la intervención que se realice para su conservación podrán obtenerse más "pistas" para intentar confirmar cuál fue su papel. "Creo que era una puerta de acceso al exterior, pero no puedo garantizarlo al cien por cien", aseguró.
Según explicó, la primitiva iglesia de origen románico tenía "con seguridad" al menos dos puertas de acceso, una a los pies -donde se encuentran los restos localizados en la fachada- y otra cuya ubicación coincidiría con la actual portada principal de la plaza de la Catedral.
Esta última "era muy relevante desde el punto de vista civil porque allí estaba el portegado, donde se reunía el Concejo de Teruel", opinó Ibáñez.
En cuanto a la puerta descubierta junto al arco de la torre, apuntó que "podría ser incluso más relevante que la anterior desde el punto de vista litúrgico", debido a su situación a los pies del templo y frente al altar mayor.
Sensibilidad
El arqueólogo valoró positivamente que la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural haya sido "sensible" al apostar por dejar visibles los restos de la puerta y del antiguo claustro, con lo que en la fachada "quedarán integradas evidencias clave para conocer el primitivo templo medieval".
En el caso de la puerta, "ha estado perdida en la memoria histórica durante unos trescientos años y ahora se recuperará esa memoria porque es un elemento muy relevante, como acceso que se abría frente al altar mayor", dijo.
En cuanto al claustro, señaló que "también es una estructura muy relevante que define un poco la importancia que llegó a tener el Capítulo Eclesiástico" en Teruel.
Los hallazgos en la catedral se produjeron a finales de febrero, a raíz de las catas realizadas en las fachadas con carácter previo a su restauración.
La rehabilitación de las fachadas y cubiertas inferiores del templo está presupuestada en 1,6 millones de euros, financiados con el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite).
Nuevas "sorpresas"
El arqueólogo Javier Ibáñez, encargado de la supervisión de las obras de rehabilitación que se están llevando a cabo en la catedral de Teruel, no descartó ayer la aparición de nuevos restos de interés en la zona de las cubiertas.
"Se va a mantener el control arqueológico -indicó- y creemos que la zona de cubiertas puede reservar importantes sorpresas", como ha ocurrido en las fachadas con la aparición de restos medievales.
Según explicó, los espacios situados entre el tejado y las bóvedas, de muy difícil acceso, suelen ocultar vestigios de etapas constructivas previas, como restos de arcos u otros elementos arquitectónicos o decorativos.
El arqueólogo puso como ejemplo la iglesia de San Martín, donde se localizaron antiguas pinturas ocultas bajo las cubiertas.
"No se puede garantizar que en la catedral vaya a haber también hallazgos, pero sí que existe esa posibilidad", matizó.
Por su parte, el arquitecto Joaquín Andrés explicó que las obras en la catedral se desarrollan conforme a lo previsto. Antes de Semana Santa se retiraron los andamios de la portada principal, donde se han completado las tareas de restauración. "Habrá que montar alguna pequeña estructura en esta parte del templo, pero solo en la parte de las cubiertas", comentó.
Autor:EVA RON / Teruel