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Los seis gigantes turolenses recuperan su esplendor de la mano de dos restauradoras turolenses. En anteriores ocasiones, las cabezas de estas figuras ya habían sido restauradas pero en esta vez están siendo intervenidas profundamente, con un doble motivo: el Encuentro de Gigantes de Aragón, que se celebrará en Teruel el próximo mes de mayo, coincidiendo con las Fiestas de San Fernando, y el Año de los Amantes, motivo por el cual se están construyendo dos nuevos gigantes, que representarán a Isabel de Segura y Diego de Marcilla, y se unirán a la comparsa turolense que desde 1950 sale ininterrumpidamente en las fiestas locales.
La tradición de los gigantes y cabezudos en ?Teruel es muy antigua. Ya en el programa de las Ferias y Fiestas de San Fernando de 1904 aparecía que el 3 de junio “los Gigantes y Cabezudos recorrerán las calles de la población, acompañados por los Dulzaineros de Gea de Albarracín”.
El tiempo ha hecho mella en estas figuras y aunque durante el trabajo de restauración quedan restos de anteriores intervenciones en las cabezas, los brazos y manos están muy deteriorados y necesitarán de un trabajo en profundidad.
Ana Boullosa y Mary Luz Ortiz, de EstilArt, son las encargadas de recuperar estas figuras tan entrañables para los turolenses. Los trabajos comenzaron este mes con las dos primeras gigantes La Gitana y La Reina Mora, y continuarán con los demás hasta finalizar los seis gigantes actuales para que estén listos a finales de mayo.
“La Reina Mora se encontraba en peor estado porque debió recibir un golpe en la cabeza”, contaron estas restauradoras. También han sufrido golpes las manos, quizá por los movimientos de los gigantes cuando los bailan los miembros de la comparsa al ritmo de la música.
Estas especialistas someten las piezas a un proceso de limpieza. Para retirar después la pintura que está suelta y repintar toda la pieza. “Al final ponemos un barniz encima para que la pintura aguante más”, explicaron.
El trabajo se completa con la colocación de las piezas de anclaje y las cuerdas que las unirán al soporte que llevan las estructuras metálicas. Estas últimas sustituyeron hace unos años a las de madera para aligerar el peso durante el trayecto.
Las cabezas tienen una altura aproximada de 90 centímetros, pero cuando se monten en la estructura superarán los cuatro metros y volverán a otear a los turolenses desde las alturas en fiestas. Los trajes que llevan los gigantes también han sido sometidos a un proceso de limpieza, para que estén como nuevos en el Encuentro de Gigantes de Aragón.