cantavieja
Los documentos dan fe de los tiempos convulsos que vivió Cantavieja durante el siglo XIX. El siglo comenzaba con la ocupación francesa del Maestrazgo, continuaba con la primera guerra carlista, la inestabilidad del periodo conocido como la Guerra del Groc y la última guerra carlista ya en pleno Sexenio Revolucionario. Estos conflictos afectaban a toda la población en forma de ocupación del espacio, contribuciones de todo tipo, violencia, etc., y eso se pone de relieve en la amplia documentación que hay en los archivos. Paradójicamente de esta documentación no se conserva nada en Cantavieja, pero si en localidades del entorno, donde se ha hallado mucha documentación del periodo, entre la cual circulares, partes y solicitudes que emanaban de la administración carlista de Cantavieja, así como el periódico que se imprimía en esta localidad y que circulaba por todo el estado carlista. Ahora buena parte de ese material se puede visitar en la exposición Tiempos convulsos en el Maestrazgo, que se inauguró el pasado viernes en Cantavieja.
A la inauguración de la muestra acudieron numerosos vecinos que atendieron las explicaciones de Pedro Rújula, historiador y director de la exposición además del Museo de las Guerras Carlistas, que hizo una introducción al siglo XIX en Cantavieja y explicó el periodo a partir de todos los objetos expuestos, retratos de los protagonistas y la información de los paneles.
Los vecinos pudieron ver por primera vez el volumen que recoge las defunciones de la localidad entre 1812 y 1841 y que se conserva en el Archivo Parroquial. En él los párrocos recogieron las “muertes violentas” que se produjeron en la toma del pueblo por los liberales, así como los fusilamientos de oficiales liberales ordenados por el general Ramón Cabrera cuando Cabañero recupera la plaza para los Carlistas. Igualmente el párroco también trajo el cáliz que la reina Isabel II donó a la localidad en el año 1856, en fecha ya muy posterior a la guerra, y que todavía se utiliza en algunas celebraciones religiosas.
Enriquecida poco a poco
La exposición que durante el próximo mes se puede ver en Cantavieja se inauguró por primera vez en Fortanete en el año 2009, se ha ido enriqueciendo cada año con nuevos objetos y documentos de diversas procedencias, además de la correspondiente investigación, de manera que llega a la capital con un amplio bagaje tras recorrer en los últimos años las localidades de Fortanete, Castellote, Mirambel, Tronchón y La Iglesuela del Cid.
Pedro Rújula agradeció a la Comarca del Maestrazgo el que haya permitido sostener en el tiempo este proyecto así como a los Ayuntamientos que lo han acogido. Rújula comentó que la iniciativa pretendía “entender lo que fue la vida de los vecinos del Maestrazgo en unos tiempos muy difíciles, donde el territorio entra en los circuitos internacionales, porque, por ejemplo, ya la Guerra de la Independencia les sitúa en unas dinámicas nuevas, donde a Cantavieja se le reclama en 1808 que envíe reclutas a Zaragoza porque tiene que ser defendida de una inminente invasión francesa”, especificó.
Acercar a los lugareños
Este proyecto ha permitido sin duda acercar a los vecinos un periodo que era todavía muy desconocido y que puede dar mucho de sí gracias a nuevas investigaciones. Cuando finalice la actual exposición la organización ya está pensando en poder ofrecerla a otras localidades fuera de la comarca del Maestrazgo para que conozcan estos conflictos, que afectaron a un amplio territorio que abarca desde el Bajo Aragón turolense a toda la zona de Els Ports y Maestrat del norte de Castellón.