Al calor de las hogueras, o mejor dicho, de las brasas, en masicos o incluso al aire libre a pesar de que la temperatura no era muy propicia para pasar el día a la intemperie, los alcañizanos celebraron ayer el Choricer, nombre con el que en Alcañiz se conoce la fiesta del Jueves Lardero, que también se conmemora en otras localidades bajoaragonesas.
El día fue semifestivo en la capital del Bajo Aragón, donde a las doce del mediodía ya había establecimientos que le daban la vuelta a la cerradura y colgaban el cartel de cerrado. Algunos comercios y bares ni siquiera abrieron por la mañana y los que lo hicieron apenas tuvieron clientela. También fue festivo para los colegios y el Instituto, donde los alumnos tuvieron fiesta a partir de las 12,30 del mediodía. Por la tarde, las calles quedaron completamente desiertas.
Los establecimientos más concurridos durante la mañana fueron los supermercados y las carnicerías, de donde se avituallaron los campistas con todo tipo de productos derivados del cerdo. Los chorizos, la longaniza, la morcilla y la panceta triunfaban en el menú de ayer de los grupos que se podían encontrar en los alrededores de la ciudad, la mayoría de ellos en las pequeñas casas de campo en las que suelen pasar los ratos de esparcimiento los alcañizanos. También en La Estanca o en la zona de descanso preparada para asados del Santuario de la Virgen de Pueyos se podían ver grupos de paseantes y muchos jóvenes que, a falta de un habitáculo donde meterse a comer, optaron por resguardarse bajo el arbolado y en estas zonas de descanso.
También en Calanda hubo fiesta ayer en el Jueves Lardero, pero esta vez como celebración colectiva organizada por el Ampa del colegio público Manuel Mindán, que invitó a los niños a merienda (bocatas de chorizo y refrescos) por la tarde en el polideportivo, donde se organizaron todo tipo de actividades lúdicas.
Autor:Redacción