Las obras de adecuación del talud del cuartelillo en Alcañiz carecen de control arqueológico, pese a estar en un entorno protegido por el Plan General
Las obras de acondicionamiento del talud situado entre el cuartelillo (debajo del cabezo de Pui Pinos) y las calles Alta de Luna y Baja de Santiago, que promueve el Ayuntamiento de Alcañiz, carecen de control arqueológico, a pesar de que parte de los trabajos se desarrollan dentro del Área de Protección BIC del Castillo que está recogida en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2013 y de que las calles afectadas están inlcuidas en el mismo plan como "área arqueológica urbana".
Las obras se financian a través del ARRU, un plan de regeneración y renovación urbanística para los barrios de Santiago, Mazador, Almudines y Zona Alta del casco antiguo, que se nutre de fondos aportados por los gobiernos de España y Aragón, y por el Ayuntamiento en el caso de obras públicas, además de por particulares cuando se trata de la restauración de viviendas.
Adjudicados a la empresa Aragonesa de Obras Civiles S.L. por 133.062 euros, los trabajos se han iniciado con la adecuación de lo que será un vial peatonal bajo los arcos de la Glorieta de Valencia, que conecta el aparcamiento de la calle Palomar con las escaleras del cabezo de Pui Pinos que bajan hasta las calles San Jaime y Baja de Santiago.
Parte de la zona en la que se interviene forma parte del perímetro de protección del castillo calatravo -catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC)- en el PGOU, además de estar considerada como "área arqueológica urbana", según señalaron fuentes del departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, desde donde se confirmó que no se ha concedido por parte de la dirección general de Cultura y Patrimonio ninguna autorización para el control y seguimiento de las obras
Fuentes del Ejecutivo reconocieron que el Ayuntamiento no ha solicitado "autorización cultural", requisito necesario para intervenir en áreas de protección patrimonial y que conlleva un estudio, control y seguimiento arqueológico durante el desarrollo de las obras. Además, indicaron que Patrimonio ha solicitado en dos ocasiones información sobre el proyecto al consistorio, en abril y diciembre del año pasado, según DGA, pero que no se recibió contestación.
En cualquier caso, el Ejecutivo no tiene previsto paralizar los trabajos de adecuación, por el momento, pero sí instará al Ayuntamiento a realizar un seguimiento arqueológico de los trabajos. Será el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, que mañana tiene prevista una visita a Alcañiz, quien traslade al consistorio la necesidad de que se mantenga un seguimiento arqueológico de la obra. No en vano, durante los trabajos para la adecuación del vial peatonal -de unos dos metros de ancho- han salido a la luz pequeños fragmentos cerámicos, así como algunos restos óseos que, por su reducido tamaño, podrían pertenecer a animales. Además, en la parte inferior del talud, el Taller de Arqueología de Alcañiz halló hace meses un pondus (pesa) de época ibérica, una pieza singular que tendría cierta importancia arqueológica.
Dos criterios distintos
Al parecer, el Ayuntamiento habría iniciado las obras sin considerar la necesidad de un estudio arqueológico al interpretar que los trabajos no llevan consigo una excavación del subsuelo propiamente dicha, sino que se trata de la mera adecuación de un terraplén para la generación de una zona verde en el casco viejo. Los técnicos del Ayuntamiento, que esta semana han mantenido contacto con responsables del departamento de Patrimonio, se acogen a que no se estaría profundizando en la zona por debajo de los 60 centímetros, por lo que el control arqueológico no sería necesario. También el alcalde, Juan Carlos Gracia, argumentó ayer en este mismo sentido. "Simplemente estamos arreglando un talud, un montón de escombros, sobre los que después realizaremos una plantación vegetal, así que como no vamos a excavar en ninguna parte no se ha considerado necesario el estudio arqueológico", dijo.
El objetivo de las obras es adecentar la ladera como zona verde
El talud situado sobre la calle Baja de Luna tiene una pendiente pronunciada y estaba contenido, en parte, por una alineación de viviendas que en su momento fueron adquiridas por el Ayuntamiento y después demolidas. Como consecuencia de ello, el talud quedó descalzado y, desde entonces, se producen desprendimientos hacia la parte inferior.
Durante las últimas semanas, el Ayuntamiento ha realizado en la zona movimientos de tierra adecentando en la parte superior de la ladera un vial peatonal que conecta el aparcamiento de la calle palomar con las escaleras del cerro.
Las obras consistirán en el acondicionamiento de la ladera, en dotar a la calle Baja de Santiago de una zona de descanso con mobiliario urbano y arbolado.?El proyecto contempla la iluminación de los caminos peatonales y de la zona verde que se adecúe en el área urbana..
Autor:Maribel Sancho Timoneda