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batalla Navas Tolosa
Entre la batalla de las Navas de Tolosa y la de Cutanda hubo una diferencia de cien años y la táctica empleada en una y otra no tiene nada que ver a tenor de los vestigios. Sin embargo, ambas fueron claves para trenzar la actual historia de España. La de las Navas fue decisiva para Castilla mientras que Cutanda jugó un papel transcendental en el Reino de Aragón. Ahora, nueve siglos después de una y otra, los habitantes de los lugares donde se produjeron se dan la mano y establecen contactos que tienen como fin profundizar más en la historia medieval de la península ibérica pero también crear lazos turísticos y empresariales entre ambos territorios.
El pasado fin de semana se desplazaron hasta la localidad jienense de Santa Elena varios representantes del ayuntamiento de Calamocha y de la Asociación Batalla de Cutanda para firmar el protocolo de hermanamiento entre ambas localidades. Además, aprovecharon para conocer con todo lujo de detalles el escenario donde se libró la mítica batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 y el centro de interpretación que tienen en torno a ella.
La firma tuvo lugar en una sesión plenaria y estuvo protagonizada por Juan Caminero y Daniel Buezas, representantes de los Ayuntamientos de Santa Elena y Calamocha –al que pertenece la pedanía de Cutanda–, respectivamente. El acto de hermanamiento se plasmó también en la colocación de un monolito y una placa en la Plaza de las batallas de Santa Elena recordando la batalla de Cutanda. Se trata de un espacio que inauguró Cutanda pero que la localidad jienense tiene previsto completar con otros monumentos a batallas del medievo.
Daniel Buezas destacó el “recibimiento extraordinario” que recibieron por parte de los representantes de Santa Elena. El concejal de Pueblos del Ayuntamiento de Calamocha comentó que el hermanamiento “es para unir dos batallas, pero también tiene que ser un acercamiento turístico y entre empresas”, dijo.
En Santa Elena ya hay mucho trabajo realizado con respecto a la musealización y difusión de la batalla de las Navas de Tolosa. “Las mismas pautas que tienen allí las queremos aplicar aquí”, comentó Rubén Sáez, que es historiador y uno de los investigadores de la batalla de Cutanda. El experto explicó que en Jaén cuentan con un centro de interpretación que abrió sus puertas poco antes del 800 aniversario. “Aquí estamos a 3 años del 900 por lo que sería buen momento. Además, Aragón necesita un centro sobre la reconquista y, si tiene que estar en algún sitio, debería de ser en Cutanda”.
Sin embargo, en Cutanda queda mucho por hacer puesto que aunque se cree conocer el lugar donde se libró la multitudinaria batalla, de momento no hay evidencias que lo atestigüen. “Estamos aplicando metodología y nos encontramos en la buena línea”, especificó Sáez, quien lamentó la “lentitud” de los avances debido, principalmente, a la falta de fondos. En este sentido también se pronunció Daniel Buezas, que subrayó que el primer paso es localizar el punto justo donde ocurrió la batalla, “pero se necesita la ayuda económica de las instituciones porque ahora las investigaciones las están llevando a cabo particulares prácticamente gratis”.
Esta es una gran diferencia con respecto a las Navas de Tolosa, donde hay agricultores que tienen arcones llenos con las puntas de flecha que les iban apareciendo mientras labraban sus fincas. “Ambas batallas fueron diferentes, en Cutanda no hay concentración de flechas –hasta la fecha no se ha encontrado ni una– y creemos que el factor sorpresa fue muy importante”, relata el historiador Rubén Sáez. Posiblemente entre el enfrentamiento librado en Jaén y el del Jiloca no hubo diferencias de armamento, aunque sí de táctica a tenor de los restos localizados hasta la fecha.
El encuentro en Santa Elena fue aprovechado para presentar la Asociación nacional para el estudio y recuperación histórica de las batallas medievales españolas, cuyo objetivo principal es la recuperación y estudio de cualquier manifestación vinculada con alguna de las batallas que tuvieron lugar en España durante el periodo medieval. De momento forman parte de la misma Santa Elena y Calamocha, pero la idea es integrar a otros municipios donde se libraron episodios bélicos de relevancia durante el medievo, como los de Guadalete, El Salado o Alarcos, según enumeró Rubén Sáez.
La agrupación también pretende proponer y realizar actividades culturales que sean de interés para concienciar a la sociedad de la necesidad de su recuperación y puesta en valor.
Daniel Buezas comentó al respecto que la asociación quiere contar también con localidades de otros países como Portugal o Francia para darle así “carácter internacional”. En este sentido, Sáez añadió que “el camino a seguir debe ser la creación de una red europea de batallas medievales, con el fin de generar proyectos I+D+I, que abra la puerta a futuras líneas de inversión”, dijo.
Por otro lado, según adelantó el historiador, una de sus líneas de trabajo es la destinada a proyectar y apoyar iniciativas que contribuyan a mejorar el conocimiento de las batallas medievales en sus diferentes manifestaciones, así como su difusión en los círculos turísticos y culturales nacionales e internacionales. Para ello sus integrantes participarán en todo acto repartido por la geografía española que sirve para los fines anteriormente propuestos (charlas, coloquios, congresos, seminarios, etc.)
Se aprovechó la visita para presentar a los habitantes de Santa Elena el proyecto Batalla de Cutanda 1120-2020, con la vista puesta en el 900 aniversario de este acontecimiento que cambió la Historia de Aragón. Se hizo hincapié en el empleo de las nuevas tecnologías para la prospección arqueológica y en lo que el proyecto tiene carácter pionero.