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Las dudas sobre la inversión de Endesa en la térmica se cobran 33 empleos en el cielo abierto

Varias máquinas trabajan en la extracción de carbón en la mina a cielo abierto que Samca explota en Ariño.

La incertidumbre que vive el sector del carbón por el silencio de Endesa acerca de su inversión en la central térmica no deja de tener consecuencias para el empleo en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos.

La incertidumbre que vive el sector del carbón por el silencio de Endesa acerca de su inversión en la central térmica no deja de tener consecuencias para el empleo en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos. Si a finales de 2015 era la propia eléctrica la que comunicaba que iba a prescindir de 42 de sus 178 trabajadores en la planta turolense, ayer el Grupo Villajos Jiménez, la principal contrata de Samca en el cielo abierto de Ariño, empezó a informar a 33 de sus 60 trabajadores en la zona de que serán despedidos cuando a final de mes la empresa matriz prescinda del turno de noche porque el año ha comenzado con malas perspectivas de venta de lignito.

Samca solo tiene contrato con Endesa para la venta de mineral para lo que queda de mes y, tras un 2015 aceptable, las previsiones para este año no son nada halagüeñas. Como primera medida para ahorrar costes en su explotación a cielo abierto, Samca ha comunicado a su principal contrata en el desmonte, Villajos, que al cierre de enero terminará el turno de noche que mantenía desde finales de 2014.

En consecuencia, la contrata empezó ayer a comunicar a 33 de sus trabajadores que serán despedidos. Se trata de personas con raíces en Ariño y los municipios de alrededor, jóvenes y de mediana edad que "posiblemente se tengan que marchar de aquí porque no hay otra cosa para trabajar en la zona al margen de una fábrica de cartón", dijeron fuentes sindicales en referencia a la planta de DS Smith (antes Andopack) en Andorra. Y es que "se trata de pueblos pequeños en los que se notan muchísimo los puestos de trabajo", recalcaron.

La mayoría de los despedidos son eventuales y entraron en la empresa entre finales de 2014 y principios de 2015, cuando hubo un repunte en la demanda de carbón por parte de Endesa que obligó a Samca a habilitar un turno de noche. "Empezaron a entrar dos equipos más mañana y tarde y después se hizo ya el turno de noche. Se metió bastante gente, hasta conformar una plantilla de unos 60 o 65 trabajadores", estimaron las mismas fuentes.

Villajos sustituyó hace unos años a otra contrata, Castelló. Empezó con una veintena de puestos de trabajo que triplicó para ahora experimentar un fuerte retroceso.

En total, en la mina a cielo abierto trabajan unas 150 personas, por lo que los 33 despidos suponen más del 20% del global, lo que podría ser un indicador del descenso de la extracción que espera Samca para este comienzo de año. El año pasado sacó en torno a 1,2 millones de toneladas.

Las claves de los despidos

Según las mismas fuentes, las malas previsiones que se esperan para la venta de carbón se deben a varios factores, entre los que destaca por encima de todos la incertidumbre que se mece sobre el futuro de la central térmica, que cerrará en junio de 2020 en caso de que Endesa no acometa las inversiones que se resiste a confirmar.

"El silencio de Endesa y la ineptitud política está empezando a repercutir sobre el empleo", criticaron los representantes de los trabajadores. "Nadie dice nada y nadie sabe nada, pero la cuestión es que en menos de un mes hemos conocido que van a despedir a 42 personas en la térmica y a 33 en la contrata de la mina", añadieron.

Por otra parte, el Plan Nacional Transitorio al que se acogió la térmica para estar en disposición de invertir -de lo contrario se habría tenido que acoger a un programa de horas con fin en 2023- ya prevé para 2016 una reducción de emisiones de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno a la atmósfera, lo que conlleva también un descenso del número de horas de funcionamiento. Hasta que no estén hechas las inversiones que disminuyan la contaminación -que se prolongarán durante dos años-, seguirán disminuyendo.

Otro de los factores a los que los sindicatos achacan la disminución prevista en la extracción de lignito es que Endesa ha empezado a aligerar el acopio de carbón autóctono que tiene en su parque de carbones. Llegó a alcanzar su tope (3 millones de toneladas) en los últimos años y era de prever que la eléctrica echara mano de él en una situación de desregulación de la quema y la compra-venta de carbón como la que vive el sector minero-eléctrico desde el 1 de enero de 2015, cuando dejó de tener aplicación el real decreto de restricciones por garantía de suministro para el que todavía no hay sustituto después de que la Comisión Europea rechazara a finales de 2015 la orden ministerial de pagos por capacidad que planteaba para incentivar las inversiones. Ahora el Gobierno deberá dar forma a una alternativa que de nuevo se aferraría a la garantía de suministro.

El cuarto factor al que aluden es que el Plan del Carbón 2013-2018 prevé para este año una reducción en el tonelaje que las minas pueden extraer, si bien no sirve como referencia porque estas previsiones no se han cumplido (a la baja) en los últimos años.

Ariño podría perder este año casi la mitad de los empleos que dan las minas

Ariño podría perder este año casi la mitad de los empleos que ofrecen las minas, ya que a los despidos en Villajos se suma el cierre, el próximo 31 de diciembre, de la última mina de interior que queda en la provincia debido a que Samca ya no es capaz de soportar la reducción de ayudas impuesta por la decisión de Bruselas de diciembre de 2010.

En este momento trabajan en la mina de interior unas 130 personas, de las que 80 pertenecen a empresas subcontratadas. Prejubilaciones al margen, Samca podría tener problemas incluso para recolocar a sus trabajadores, por lo que la pérdida de empleo se vaticina importante.

Autor:Marcos Navarro / Alcañiz