Las cuatro familias desalojadas en el Muro de Santiago de Alcañiz cuya situación es más crítica después del derrumbe de sus casas ya están realojadas en viviendas de alquiler, según informó este miércoles el Ayuntamiento de Alcañiz.
Además, todavía hay 16 personas en hoteles de la localidad a la espera de que la dirección de obra verifique el estado de sus casas. Otras 10 familias pudieron volver el sábado una vez asegurada la parte del talud que podía afectar a sus viviendas.
“Quiero que la gente entienda que hasta hace poco había viviendas en riesgo de derrumbe porque podía caer una parte de talud igual o mayor al que deslizó”, explicó el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, quien dejó claro que la prioridad son las vidas humanas frente a los bienes materiales de los afectados.
“Mientras haya riesgo para las personas, la prioridad es revisar esas estructuras y hacer los trabajos necesarios para repararlas”, dijo en referencia a las viviendas más afectadas. Gracia Suso aseguró que tres edificios que permanecen desalojados “en principio están en perfecto estado”, aunque será la dirección técnica la que diga cuándo podrán entrar los vecinos. “No podemos dar acceso si existe el mínimo riesgo”, apuntó el regidor.
No obstante, el martes la Policía Local y los Bomberos asistieron a los desalojados para que pudieran recoger enseres y vehículos en aquellas cocheras que no estuvieran sepultadas por la ladera. Se ha decidido que los vecinos puedan revisar los escombros en una planta de procesado para buscar objetos personales.
“En la parte alta ya se han retirado todas las tierras” de la escombrera, por lo que “ahora los trabajos van a pasar a la parte baja”, donde se procederá a “retirar el escombro de la carretera”, que sigue cortada.
En cuanto a las causas del deslizamiento, el alcalde dijo que habrá que esperar a que el gabinete geológico de la Diputación de Teruel las determine, así como las medidas a tomar para que la zona quede asegurada. No obstante, avanzó que el terreno pudo “saturarse de aguas”, bien por filtraciones de la tubería que sube al castillo o de la red de riego. “Serán los técnicos los que lo tendrán que decir”. Gracia Suso instó a “estar unidos” y a no buscar culpables, ya que “nadie podía prever una cosa así; ha sido un accidente, una catástrofe”.