La Comunidad de Albarracín dispondrá de un parque micológico de 100.000 hectáreas. La iniciativa aglutina a un total de 23 municipios de la Sierra y contará con un presupuesto de 70.000 euros. El proyecto será una realidad en un plazo de 18 meses. En su puesta en marcha también se han implicado el Grupo de Acción Local Asiader y todo el tejido empresarial y asociativo del territorio. Se trata de una iniciativa pionera a nivel regional, que además de las medidas encaminadas a la protección del medio ambiente, también incluye otras divulgativas. La idea también pasa por aprovechar las nuevas tecnologías para el desarrollo de jornadas gastronómicas, y acondicionamiento de jardines, sendas, parques y centros de interpretación de la naturaleza, con el objetivo de dar a conocer toda la riqueza micológica de la zona.
La Sierra de Albarracín va a contar con un parque micológico de 100.000 hectáreas en un plazo de 18 meses. Esa es la noticia que dio a conocer ayer en la DPT la presidenta de la Comunidad de Albarracín, Rosa María Sánchez, y el gerente de la Fundación de Desarrollo de la Comunidad, Benito Lacasa, promotor y socio colaborador, respectivamente, que han contado con la compañía del vicepresidente primero de la Institución provincial, Joaquín Juste.
El ambicioso plan va a ser una realidad a través de un proyecto de cooperación del grupo Asiader, que va a dotar de la financiación necesaria para su puesta en marcha, cifrada en 70.000 euros. El 20% de la financiación lo pone a partes iguales la Comunidad de Albarracín y la Fundación de Desarrollo de la Comunidad de Albarracín. La iniciativa también cuenta con el apoyo de todo el tejido empresarial y asociativo de dicho territorio, formando parte indispensable de él ya sea mediante la puesta en marcha de jornadas gastronómicas, de conocimiento y divulgación, jardines, sendas, parques y centros de interpretación de la naturaleza, posibilitando de esta manera la vertebración al visitante en el más amplio sentido del conocimiento de la micología en la Sierra de Albarracín.
El vicepresidente primero de la DPT, Joaquín Juste, resaltó que “son proyectos como éste los que pueden dotar de oportunidades muy importantes a nuestros pueblos”. En ese sentido, comentó que “aprovechar los numerosos recursos endógenos que poseemos, haciendo de ellos elementos vertebradores, dinamizadores y generadores de empleo y actividad, es precisamente el camino que debemos recorrer en las diez comarcas turolenses”.
Precisamente ese efecto vertebrador fue uno de los aspectos más importantes que resaltó la presidenta de la Comunidad de Albarracín. Según sus palabras, “somos conscientes de que nuestros municipios no poseen todos los mismos potenciales turísticos pero uno de los aspectos que nos unen son nuestros recursos forestales de primer orden”, recalcó.
Ese hecho, unido a la importante evolución que va vivido la recolección de setas en los últimos 30 años, convirtiéndose en una actividad de tiempo libre muy destacada y también motor de la economía doméstica, han llevado a la puesta en marcha de este parque micológico. “Tenemos numerosos recursos que debemos aprovechar para el futuro de nuestros pueblos de una manera sostenible y acorde para no acabar con la gran riqueza natural de nuestra Sierra”, señaló Rosa María Sánchez.
En ese objetivo se circunscribe la normativa actual en lo que a la recolección de setas silvestres hace referencia y con ese contexto nació el proyecto AMICO de la Sierra de Albarracín, que está centrado en el aprovechamiento micológico de dicho territorio, tal y como explicó la presidenta de la Comunidad. “Mediante esa normativa se pretendía conseguir una explotación racional, conservando las especies y sus hábitats, convirtiendo nuestro patrimonio natural en motor de desarrollo del medio rural y también como reclamo turístico”, precisó, para después recalcar que lo cosechado con esa normativa es “que hemos creado una concienciación ambiental por parte de los vecinos y sus visitantes, evitando la masificación en el monte y mejorando el conocimiento de este importante recurso”.
Por su parte, el gerente de la Fundación de Desarrollo de la Sierra manifestó que este proyecto “es la mejor forma de aprovechar los recursos micológicos” donde se “compatibilizarán la conservación del bosque y el producto, la información para el usuario, la investigación y la divulgación de las especies, así como la recolección sin dañar el bosque”.
Benito Lacasa también puso el foco en el importante componente socioeconómico que va a suponer para la Sierra de Albarracín. “Va a ser un motor de desarrollo para toda la comarca y tenemos el objetivo prioritario de formar parte de la Red Europea de Parques Micológicos”, lo que dará “una relevancia todavía mayor a nuestro privilegiado espacio natural”. Apuntó que el parque micológico supondrá la creación de puestos de trabajo directos a través de los informadores o indirectos con la comercialización de los hongos a través de alguna empresa o cooperativa que se pudiera crear.
Con ese contexto y objetivo sobre la mesa, la presidenta de la Comunidad de Albarracín subrayó que “había que dar un paso más”, referido a la puesta en marcha del Parque Micológico.
Éste “nos posibilitará crear un inventario que cuantificará las especies, su capacidad de producción y períodos de recolección”, de manera que “cuando un aficionado o profesional de la micología decida visitarnos podremos poner a su disposición la información necesaria a través de unos partes predictivos micológicos y meteorológicos que posibilitarán mejorar las expectativas del recolector antes incluso de salir de casa”.
Ese hecho “influirá de una forma muy positiva en el sector turístico rural” porque “ampliamos las capacidades de los recursos endógenos a través de su estudio y conocimiento, y también las estancias de esos visitantes, consiguiendo que el que hoy viene a pasar unas horas en el futuro pernocte varias noches debido a las grandes condiciones que podemos ofrecer”. De esta manera conseguimos “dar un revulsivo económico al sector turístico en todas sus líneas de negocio”, concluyó.
