Tremendo encuentro, pero derrota turolense. El gol fue un bonito espectador en un gran encuentro de fútbol donde el Teruel fue penalizado a balón parado recibiendo hasta cinco goles. Tras unos primeros 45 minutos para olvidar, se dio paso a una segunda parte que tardarán en borrar de su memoria los aficionados que se dieron cita en Santa Ana. Remontada histórica, de 3-0 a 3-3 en un suspiro con goles de Abengózar -calidad en el debutante-, Arcega y Barba, pero dos dianas postreras del Utebo dejaron a los de Néstor Pérez sin premio y a cinco puntos del líder.
En el primer minuto ya avisaba el Utebo con un disparo alto de Íñigo Jiménez, y al minuto siguiente caía derribado Bringola en el área rojilla en acción de Domínguez que el colegiado indicó como penalti. Capapé engañando a Bodo conseguía el primero de la tarde para los zaragozanos mientras el Teruel aún parecía seguir en su vestuario.
En el minuto seis pudo llegar el gol del empate cuando Barba se aprovechaba de una pérdida de balón de Capapé, asistía a Abengózar, y el recién llegado desde La Roda se metía en el área y su tiro cruzado era salvado con una mano espectacular de David García cuando se cantaba el gol.
Impasse de varios minutos a partir de ahí con mucho centrocampismo y escaso, nulo peligro. A los veinte minutos, centro cerrado de Bringola, Bodo y sus defensas dudan en la salida o en el despeje y a punto está de llegar el segundo tanto local. Se animaba el encuentro y una volea de Barba se marchaba alta en otra opción de los de Néstor Pérez.
Respondía el equipo del Utebo a los 28 minutos, cuando Bringola lanzaba rozando el poste, y pasada la media hora ya no era aviso sino gol, el dos a cero. Falta en la línea de tres cuartos, despiste defensivo de los de Néstor Pérez, asiste Berdún con velocidad a Bringola, quien la pone al segundo palo para que, completamente solo, Rupérez remate con un testarazo perfecto, cruzado, a las mallas. Tocaba remar contra corriente.
En el minuto 45, jugada clave para el desarrollo ulterior del encuentro cuando Abengózar caía en el área zaragozana en una jugada muy parecida a la del penalti del uno a cero, pero esta vez el señor colegiado se inhibió dejando seguir el juego. Dos a cero en el receso y feo panorama para los rojillos.
No se les podían poner peor las cosas a los de Néstor Pérez, ya que tras un doble cambio ambicioso, dejando fuera a Domínguez y Pérez Rubio y apostando por un 4-4-2 con Ramón de lateral diestro, Edu Silva en banda y con Barba bajando a mediapunta con Rotellar y Abengózar arriba, fueron los de Jorge Abad quienes consiguieron el tres a cero por la vía rápida. Berdún puso una falta con el guante que tiene en la pierna derecha, cabeceó Bringola libre de marca, Bodo hizo la parada de la tarde pero Rupérez, en boca de gol, hacía el tercero local y segundo en su cuenta particular.
Tocó a rebato el Teruel, y avisó Edu Silva con un disparo raso intencionado, al que respondió David con una gran parada, pero pronto Alberto Abengózar abría el marcador de su equipo con su primer tanto de rojillo. Volea de Rotellar que despejaba David García y el ex de La Roda, con un gran gesto técnico, hacía el tres a uno. Se lanzó un Teruel al que dio alas el gol y Cristian Arcega, con un disparo seco y cruzado desde fuera del área, ponía el tres a dos. Quedaba mucho tiempo por delante y apenas cinco minutos después, Raúl Villar cometía un ingenuo penalti sobre Edu Silva. El ratoncito Barba asume la responsabilidad, David García adivina la intención pero no puede blocar la pelota, el cuero le cae al propio Barba y esta vez no perdona, igualando a tres. Increíble.
El partido recordaba a aquella final de Champions del Liverpool ya que se había hecho lo más difícil, igualando de 3-0 a 3-3 en quince minutos de gloria poniendo picante al partido, muy atrevidos en su juego los turolenses. El partido estaba roto, era un puro espectáculo. Jorge Abad metía frescura con la entrada de Castell y del ex del Teruel Imanol, y el gran juego seguía, un ir y venir ante las dos porterías.
Imanol tuvo una oportunidad clara, pero cuando mejor estaban los de la capital de los Amantes, el aldabonazo cuando Joaquim, de cabeza y totalmente solo en el segundo palo, hacía el cuatro a tres. Rotellar tuvo el empate a cuatro en la furiosa reacción. Belenchón se la puso para que la empujara pero marró incomprensiblemente, fuera, libre de marca en el segundo palo.
Y del posible 4-4, al 5-3 ya con el Teruel volcado y por encima del noventa. Bringola recibió un regalo en forma de asistencia de Imanol y sólo tuvo que empujar la pelota al fondo de las mallas. Quinto gol y euforia zaragozana, perdiendo el Teruel un partido que quedará en la retina de los espectadores con un cuadro rojillo que quiso ganar, pero no pudo.
Autor:Chema Bastida (Área 11) Utebo