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Parcela cultivada en Santa Eulalia del Campo / UPA Aragón / Vanessa Polo

La pertinaz sequía coloca en una situación crítica al campo turolense

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Un mes de abril muy cálido y muy seco ha dejado paso a un mes de mayo con condiciones meteorológicas muy parecidas. La escasez de precipitaciones de esta primavera ha situado a los cultivos turolenses, especialmente a los cereales de invierno, en una situación crítica. Las organizaciones profesionales agrarias consideran que, si tal como se prevé, no llueve en los próximos días, podría llegar a perderse hasta el 80% de la cosecha en la práctica totalidad de la provincia. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) calificó abril como un mes “muy cálido y muy seco” en la provincia de Teruel, donde el porcentaje de precipitación promedió un 30,5% con respecto a los valores normales de referencia, ya que la precipitación se quedó en 7 litros por metro cuadrado cuando lo normal son 37,5. Entre tanto, la temperatura media estuvo 1,7 grados por encima de los valores normales, con 11,7 grados cuando lo habitual son 10. Las condiciones meteorológicas no han variado en la primera semana de mayo, y la situación para los cultivos, especialmente para el cereal de invierno y para los pastos, es “muy preocupante”, según las organizaciones profesionales agrarias, que consideran que en zonas como el valle del Jiloca podría perderse hasta el 80% de la cosecha. El secretario provincial de Uaga Teruel, Roberto Sanz, indicó que la sequía afecta a toda la provincia y que los daños en los cultivos se hubieran reducido considerablemente si hubiera llovido en las últimas semanas, “pero tenemos sol y buen tiempo”, comentó. Aunque considera que todavía es prematuro hacer cálculos sobre las pérdidas que se pueden generar en las cosechas de cereal, estimó que si la situación continúa igual podría perderse el 80% de la cosecha en el valle del Jiloca y entre el 30% y el 40% en las zonas más altas de la provincia. “Y si no llueve, las pérdidas irán en aumento”, sentenció. Los campos que presentan los signos más pronunciados de los estragos causados por la sequía son los de siembra más temprana, mientras que los que se sembraron más tarde están aguantando mejor, explicó. El presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, hizo hincapié en que ésta es la provincia aragonesa más afectada por la sequía en el caso de los cereales y pastos y por las heladas en los frutales del Bajo Aragón, y que probablemente habrá siniestro en todas las producciones. Al igual que Sanz, calculó que desde Calamocha hasta San Agustín, así como en el Altiplano, las pérdidas en el cereal podrían elevarse hasta el 80%, lo que llevaría incluso a no cosechar. Del mismo modo, indicó que si lloviera en las próximas semanas podrían “recuperarse” los cultivos en las zonas de mayor altitud. “La desesperación es grande y si esta semana hace calor y no llueve, todavía será peor”, subrayó Cebollada. Pérdidas históricas El secretario general de UPA Aragón, el turolense José Manuel Roche, se atrevió a afirmar que “si no llueve en las próximas semanas, las pérdidas en los secanos turolenses pueden ser históricas”. Según Roche, en estos momentos, la situación es “más preocupante” que hace dos semanas porque las lluvias registradas desde entonces han sido “insuficientes”. Las precipitaciones en forma de nieve del pasado 27 de abril dejaron hasta 20 litros de agua por metro cuadrado en el Bajo Jiloca, “que aunque no solucionaron los problemas de los cultivos, al minos dieron un respiro a esas zonas”. Pero en el resto del corredor del Jiloca hasta el límite con la provincia de Castellón, llovió menos, así como en el grueso de la provincia, donde “si no llueve esta semana, la situación se volverá realmente complicada por cuarto año consecutivo”, dijo. Añadió que el estado de los cultivos de secano en localidades  del Bajo Aragón como Híjar y Samper de Calanda, así como en la Hoya de Teruel, se encuentran igual. Detalló que en Andorra-Sierra de Arcos y en el Altiplano podrían conseguir una cosecha “normal” si lloviera en los próximos días, aunque sus campos también están sufriendo estrés hídrico en estos momentos. Desde este sindicato, estiman que las mermas en la cosecha de cereal podrían superar el 70% y puntualizaron que, en el caso de la cebada, está prácticamente perdida porque ya se está espigando. “La situación es bastante complicada, muy preocupante, y si no llueve en las próximas semanas las pérdidas en los secanos turolenses pueden ser históricas”, sentenció. Añadió que también los ganaderos en extensivo están padeciendo la falta de pastos de primavera y que su situación se agravará en verano si continúa sin llover, ya que se incrementarán los costes de producción por el aporte de pienso al ganado. Ayudas Las organizaciones agrarias han exigido la adopción de medidas para ayudar a los productores turolenses tras cuatro años de sequía, como la exención del pago de cuotas a la Seguridad Social, ayudas directas en caso de pérdidas de cosecha o la financiación con créditos sin intereses. La ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), Isabel García Tejerina, descartó el pasado viernes la concesión de ayudas directas a los agricultores afectados por la sequía o las heladas, algo que en su opinión no tiene razón de ser ante la línea de seguros agrarios existente desde hace más de 40 años y que garantiza cualquier contingencia. Sobre este asunto, el secretario provincial de Uaga Teruel, Roberto Sanz, indicó: “La Administración se escuda en eso, que lo que es asegurable no es indemnizable, pero los que llevamos tres años años sin cosechar, no podemos asegurar”. En su opinión, el seguro “ya no sirve para estas zonas porque ha subido mucho la prima y han bajado mucho las indemnizaciones, ya que se han reducido los rendimientos medios contemplados”, explicó. Por este motivo, indicó que es necesaria la adopción de otro tipo de medidas por parte de las Administraciones, como exenciones de las cotizaciones a la Seguridad Social durante un año o ayudas directas a los afectados. Por su parte, el presidente de Asaja Teruel, José Manuel Cebollada, señaló que algunas explotaciones están sufriendo ya problemas de liquidez por el aumento de los gastos que comporta la compra de semillas, fertilizantes, herbicidas, maquinaria y combustible, así como los piensos para el ganado, mientras se reducen las producciones y caen los precios. “Los dos enemigos fundamentales del sector son la climatología y el precio. Las ayudas suponen el 30% de los ingresos agrarios, pero si falla alguna de estas otras dos variables, tenemos un problema”, argumentó. Al igual que Sanz, pidió que si se concreta la pérdida de la cosecha, se establezca la exención de las cotizaciones, se implanten ayudas directas y se utilice el segundo pilar de la PAC para llevar a cabo una “discrimación positiva” con los afectados, para la construcción de regadíos y para impulsar la incorporación de jóvenes al sector. “Si no se toman medidas, el éxodo en el medio rural está garantizado; la situación es límite”, apostilló. Las organizaciones agrarias han trasladado la situación que atraviesa el campo turolense al Mapama a través de la Mesa de Adversidades Climatológicas, celebrada el viernes, 28 de abril, en la que también participaron responsables del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón. Además, UPA Aragón ha solicitado a este último departamento la convocatoria de la Mesa de Seguimiento de las Inclemencias Meteorológicas para analizar el estado de los cultivos aragoneses y comenzar a hacer previsiones sobre lo que puede ocurrir si persiste la sequía. En opinión del secretario general de esta organización, José Manuel Roche, es necesario incrementar las aportaciones públicas a los seguros agrarios y establecer otras medidas compensatorias para los agricultores y ganaderos afectados. “Aunque es pronto para evaluar los daños, la preocupación es inmensa en la provincia”, concluyó.