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‘La Música del reciclaje’ enseña que la basura sirve para hacer música

Unas niñas del colegio Juan Lorenzo Palmireno, ante un contrabajo reciclado

Una exposición de instrumentos de cuerda reciclados acompaña este fin de semana la séptima edición del concurso Jóvenes Promesas del Violonchelo que se celebra en Alcañiz.

Una exposición de instrumentos de cuerda reciclados acompaña este fin de semana la séptima edición del concurso Jóvenes Promesas del Violonchelo que se celebra en Alcañiz. La muestra, promovida por Ecoembes, es un intento por hacer en España una orquesta como la que nació en Cateura (Paraguay) hace unos años y que con la música ha dado una oportunidad a niños que viven en el extrarradio de Asunción en situación de extrema pobreza .

La música del reciclaje. Ese es el nombre que se le ha dado a un proyecto del que participan niños y adolescentes del colegio Núñez de Arena de Vallecas (Madrid) y de la Residencia de menores del hospital Villa Paz.

Los instrumentos han sido construidos a partir de basura que llega al taller de Fernando Solar, luthier comisario de la exposición y coordinador del proceso de construcción.

La exposición, que se muestra en la calle Pruneda, ha enseñado al público que ha pasado a verla (el viernes varios grupos de escolares) que la basura tiene alternativas. Un contrabajo, imagen del cartel de la exposición, por ejemplo, ha sido construido con latas de refrescos, una espátula y parte de un contrabajo de madera viejo. La mayor parte de los violines que se enseñan lo son gracias a las cajas de metal y de madera que un día albergaron una veintena de puros, a tenedores, a sumideros de un desagüe, embudos y madera que se ha modelado para darle forma al mango y a las clavijeras.

"Las cuerdas suelen ser usadas, porque no tenemos otra cosa, pero ees que la imaginación es lo que al final te permite construir con todo tipo de material instrumentos como éstos", relataba ayer Fernando Solar en los descansos que tenía por la mañana, entre visita y visita escolar.

Solar confesó que el proyecto de Cateura le sorprendió y que nunca pensó que tendría que afrontar el reto de tener que fabricar violines, no de madera de arce o abeto, sino con la basura que ahora llega a su almacén. "Los niños te ayudan a conseguirlo, porque su imaginación es desbordante", confesaba mientras se emocionaba explicando cómo niños en situación de exclusión social se motivan cuando tienen oportunidades como ésta. "Son niños que nunca han tenido otra elección, a los que no se les ha dado la oportunidad de acceder a la música, y éste proyecto les aporta y les motiva, por ejemplo, a estudiar y a superarse".

Autor:Maribel Sancho Timoneda