La retirada de los andamios dejó ayer al descubierto los resultados de las obras de restauración llevadas a cabo en el tramo de muralla comprendido entre el torreón del Agua y la torre de la Bombardera, que han permitido que esta parte del lienzo, en buena parte de origen carlista y que se encontraba seriamente dañado, recupere su lustre. Las obras ya están concluidas a la espera solo de algunos retoques, tras algo más de seis meses de trabajo y una inversión de 159.878 euros (IVA incluido), para la cual el Ayuntamiento de Teruel ha contado con una subvención del programa 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento. Las obras, dirigidas por el arquitecto José Ángel Gil, han corrido a cargo de la empresa Carpetania Integra SL, encargada también del control arqueológico.