El restaurante Mariano y Manolo han dado una vuelta de tuerca a la ya más que tradicional macrocesta de navidad que sortean el 22 de diciembre en Calamocha, al aumentar su valor hasta los 450.000 euros e incluir como novedad un apartamento en la estación de esquí de Candanchú.
Un Jaguar y lingotes de oro son otros de los reclamos de esta cesta, que se encuentra en este restaurante situado junto a la carretera Sagunto-Burgos, en una localidad, Calamocha, famosa por el frío, los jamones y, en los últimos años, también por esta cesta.
"Viene gente a propósito a comprar participaciones desde un montón de sitios, chóferes que antes pasaban por aquí y ahora con la autovía no lo hacen, vienen a comer y a comprar", explica Mariano Sanz, uno de los dos socios de este restaurante familiar.
"Después han venido otras pero nosotros fuimos pioneros", comenta el dueño de este establecimiento donde, asegura, que tiene que estudiarse todos los productos que incluye la cesta que prepara cada año su hija. "Al principio me cuesta un poco porque además queremos incluir lo último en tecnología".
Mariano Sanz explica que la mayoría de los regalos están físicamente en el local, incluidos el Mini y el Jaguar, que está colocado en el tejado.
"A la gente le gusta venir al restaurante a ver las cosas, y nos pregunta que cómo hemos metido todo o colocado el coche" algo que, confiesa, es un ritual que comparten con los amigos del pueblo y que incluye el almuerzo posterior.
La lista de productos es tan extensa que resulta casi imposible recordar y difícil de resumir: motocicletas, relojes de lujo, un viaje a Disney World, móviles, lotería, una cámara de fotos, consola, un televisor, un ordenador y una amplia lista de comida y bebida.
Entre todos los productos relucen los lingotes de oro, hasta 139.000 euros estiman, que permitirán al ganador cumplir la obligación de pagar a Hacienda en torno al 20 por ciento del contenido de la cesta.
Las participaciones para entrar en el sorteo de la cesta, hasta 100.000, se pusieron a la venta el pasado 20 de noviembre, algo más tarde de lo habitual este año, y, en menos de un mes, el 13 de diciembre, ya se habían agotado.
"Era emocionante ver la cola de gente interesada, gente que viene a comprar, come en el restaurante y conoce la zona", apunta Mariano.
Productos autóctonos
Y por eso, por promocionar la zona, dice que no se han planteado vender boletos por Internet, tal y como les demandan desde puntos lejanos de España, aún sabiendo que así podrían aumentar sus ganancias.
"Lo que queremos es que la gente venga a Calamocha, que conozcan Calamocha y que nos conozcan porque tenemos los mejores productos del mercado", dice, presumiendo de tierra y de jamones y embutidos.
Estos productos están también presentes en la cesta, y fueron los primeros que salieron hace décadas con las primeras que sortearon. "Al principio hacíamos 20 o 30 cestas pequeñas que acababan algunas en Calamocha y otras en Valencia o Castellón", recuerda este hostelero que se muestra agradecido, dice, por "el cariño con el que viene todo el mundo".
Y este año han dado también un carácter solidario a la cesta, puesto que el 0,2% de cada boleto está destinado para la Asociación Expedición Solidaria, que atiende las necesidades de niños huérfanos que viven en Nepal.
El ganador será aquel cuyo número coincida con el del Gordo de Navidad del próximo 22 de diciembre, y que, dice Mariano, "se conoce a los 5 minutos de salir, enseguida llaman".
Autor: ELISA ALEGRE / Teruel