Miel en La Hoz de la Vieja
a Hoz de la Vieja se va a convertir en referencia en el sector de la apicultura en la provincia de Teruel. Los hermanos Polo Lahoz trabajan en un proyecto para la producción y comercialización de miel de calidad en su municipio de La Hoz de la Vieja. Con más de mil colmenas para la producción de miel envasarán y comercializarán su producto con una marca propia. La crisis económica hizo que los hermanos Polo Lahoz dejaran Zaragoza y apostaran por la vuelta a su pueblo donde ven posibilidades económicas en un trabajo que les apasiona.
José Antonio Polo Lahoz (46 años) y Carlos Polo Lahoz, (41 años) trabajaban y vivían en Zaragoza, aunque son naturales de La Hoz de la Vieja, José Antonio es ingeniero técnico industrial y Carlos es taxista.
José Antonio Polo señaló que con la crisis económica su empresa cerró en 2014 y Carlos Polo decidió pedir una excedencia cansado del tráfico y de la ciudad. “Mi padre, agricultor y ganadero, también tenía colmenas como complemento familiar. Le ayudábamos en la época del corte de la miel y durante los fines de semana y así fue como se nos ocurrió apostar por la apicultura y vivir de esta actividad de una manera profesional”, comentó José Antonio.
Carlos Polo reseñó que su padre tenía 160 colmenas, lo que fue determinante para arrancar con el proyecto de la apicultura, potenciando la explotación apícola.
En esta línea, los hermanos Polo Lahoz comentaron que tienen actualmente 700 colmenas y quieren llegar a las 1.200, por lo que la actividad principal es la apicultura. “Ser profesionales de la apicultura, ganarnos la vida con esta actividad y en nuestro pueblo, que se puede, es lo que pretendemos. Los pueblos también ofrecen posibilidades de trabajo”, destacaron. En este punto quisieron agradecer expresamente el apoyo que han recibido por parte del Ayuntamiento de La Hoz de la Vieja para las tramitaciones y facilitar de esta manera la instalación de las colmenas en el monte, etc. “El Ayuntamiento se porta fenomenal”, afirmaron.
En el proyecto de expansión de la apicultura los hermanos Polo Lahoz tienen contemplado la construcción de una nave de 600 metros cuadrados y la compra de más colmenas hasta llegar a las 1.200, ya que las dos naves que utilizan son de su padre, Pascual, y son pequeñas.
“Es en esta nueva nave donde se manejen las colmenas y montaremos la envasadora propia para la miel, con su distintivo y marca propia, porque hasta ahora vendemos la miel a granel, a mayoristas y en bidones. Queremos vender la miel al consumidor en botes y etiquetado y con todos los registros de Sanidad bien claros. Vamos a realizar una inversión de más de 100.000 euros y para ello hemos solicitado el apoyo del Leader de las Cuencas Mineras, Ofycumi, que da una subvención entre el 30 y el 35 por ciento. Esperemos que nos la concedan la subvención, porque la necesitamos”, apuntaron.
La apuesta de los hermanos Polo Lahoz, destacaron, es por la miel de calidad. Explicaron que la miel de la zona es de una calidad excelente, aunque no de mucha producción al estar condicionada mucho por la climatología, falta de lluvias, heladas, temperaturas muy altas, lo característico de esta parte de la Ibérica de climas extremos y falta de humedad. “Es una tierra dura, pero la miel que produce es de una gran calidad, que nada tiene que ver con la que se vende, que es mezclada con la procedente principalmente de China. Nuestra miel está garantizada que es la que producimos nosotros. Será más cara pero mucho mejor”, valoraron. “No tiene nada que ver la miel de China mezclada con la que producimos aquí”, afirmaron.
La miel con la que trabajan los hermanos Polo Lahoz es la de romero, tomillo y mil flores. “La miel de romero es la más abundante. La miel de tomillo la cogemos al final de la primavera y la cosecha de mil flores, que es la más aromática, se recoge en verano. La campaña de la apicultura se inicia en marzo hasta junio y la de verano comprende desde agosto a septiembre”, expusieron.
Aunque el trabajo fuerte de la apicultura es en primavera-verano en el resto del año no se deja de trabajar con los tratamientos sanitarios, la alimentación que se da en el otoño a las abejas y la preparación y reparación de las colmenas.
Los hermanos Polo explicaron que la producción de las colmenas depende de la climatología y que ante situación se dan grandes oscilaciones según los años. Estimaron que una media de producción de miel está entre los 10 y los 15 kilogramos por colmena, pudiéndose llegar a los 20 kilogramos, por lo que una producción anual alcanzaría cuando tengan las mil colmenas entre los 10.000, los 15.000 y los 20.000 kilogramos de miel. “El pasado año fue una buena campaña de producción de miel”, indicaron.
Los apicultores también realizan la trashumancia para aprovechar la climatología. José Antonio Polo y Carlos Polo manifestaron que ellos hacen la trashumancia al Valle del Ebro y en Teruel a zonas como Segura de Baños. Según avanza el calor se va subiendo en altitud con las colmenas hasta en el propio municipio de La Hoz de la Vieja, que está a mil metros de altura.
Uno de los problemas que cuenta la apicultura es la enfermedad de la varroa, otro los sulfatos, otro el cambio climático y, por último, los robos de las colmenas. “La varroa pese a los tratamientos sanitarios no se termina de extinguir y es un peligro. Esto hace que se esté con los cinco sentidos en alerta. En cuanto a los sulfatos, pesticidas que echan en los campos matan a las abejas. Las colmenas se tienen que poner lejos de los campos de cultivo para evitar lo más posible el efecto de los pesticidas”. Añadieron que el cambio climático está provocando el cambio muy brusco de las temperaturas con las sequías, lo que repercute también en las abejas.