VERNONICA LOPE
La Fundación Santa María de Albarracín, ejemplo en Bruselas de herramienta para luchar contra la despoblación
El responsable de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, ha explicado en Bruselas cómo a través de la gestión del patrimonio histórico y cultural se pueden generar empleos que frenan la sangría poblacional en las zonas rurales. Jiménez fue invitado por la eurodiputada aragonesa del PP Verónica Lope Fontagné a exponer sus opiniones y experiencias en un seminario en la sede del Parlamento Europeo.
Verónica Lope organizó esta semana en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas un seminario y una exposición sobre el patrimonio cultural que reunió a expertos y a personalidades políticas que debatieron sobre este tema desde diferentes ángulos.
“El patrimonio representa nuestra historia y nuestro pasado, pero también supone una oportunidad importante para el crecimiento económico, la creación de empleo y el desarrollo sostenible en regiones como Aragón”, aseguró la eurodiputada.
En concreto, añadió, el patrimonio cultural “aporta personalidad a los pueblos y regiones europeos y los hace lugares agradables para vivir, trabajar y visitar, lo que en última instancia favorece la fijación de población, algo fundamental en regiones como Aragón”.
Patrimonio histórico
“El patrimonio histórico, junto el natural, son herramientas que contribuyen a remediar el abandono de zonas rurales y que se ven potenciadas por las nuevas tecnologías, que permiten acercar estas zonas a un público que hace años se consideraba inalcanzable, ofreciendo una oferta turística competitiva y de alta calidad”, añadió.
En este sentido, se destacó el buen hacer de la localidad de Albarracín. Antonio Jiménez, invitado a estas jornadas y Director de la Fundación Santa María de Albarracín, centró su discurso en este pueblo turolense, subrayando que se trata de un “ejemplo real y práctico” de cómo se puede generar empleo y dinamismo social en una zona tan desfavorecida de España.
Revulsivo
Jiménez aseguró que el patrimonio ha sido el revulsivo para mejorar esta zona, pero que después hace falta mucho más que solo restaurar, hay que saber usarlo. “La clave está en la restauración, las actividades culturales que se pueden realizar alrededor de esta y la gestión del patrimonio generado”.
El ponente afirmó que Albarracín ya era un sitio “maravilloso y único”, pero que han conseguido posicionarse en el ámbito del buen hacer, y “el milagro es que eso pase en una zona como esta”, afirmó.
A través de actividades culturales como la formación de nuevos artesanos, cursos de restauración o el seminario de fotografía que organiza el periodista Gervasio Sánchez están desarrollando actividades que hace que esta Albarracín se algo más que un sitio de turismo, hacer una localidad cultural y generadora de empleo.
Por eso, Verónica Lope defendió la necesidad de proteger y conservar el patrimonio, para lo que propuso que se incentive la formación de personas que conozcan las especificidades de los materiales con los que trabajan y que en definitiva, estén especializados en los diferentes gremios, como el trabajo con vidrieras, maderas, dorado o piedra.
“La conservación del legado histórico no es un gasto, sino una inversión gracias a la cual podemos seguir disfrutando y visitando obras y monumentos”, recordó la eurodiputada aragonesa.