"No podemos aguantar más tanta incertidumbre" porque "estamos mucho peor que hace un año", reza el manifiesto que leyeron ayer los integrantes de la mesa por el futuro y la reindustrialización de Andorra y comarca, cuya convocatoria de concentración en la barrera de la central térmica para exigir a Enel que clarifique sus inversiones en la planta y al Gobierno de España que habilite un hueco del 7,5% en el mix energético para el carbón nacional fue secundada por cerca de 300 personas.
La mesa entregó ayer una carta al director de la central, Mariano Lacarta, en la que pide una reunión con el consejero delegado de Endesa, José Bogas, "para que conozca de primera mano la situación tan dramática y desesperante que vive esta comarca", explicó el delegado de CCOO en la central Antonio Planas.
De esta forma, quieren que la empresa se comprometa con el territorio y acometa la inversión de unos 230 millones de euros que calcula que costaría la desnitrificación de la planta y cumplir así la directiva europea de emisiones de grandes centros de combustión. Las obras tienen que estar acabadas en junio de 2020 para no tener que cerrar ese mismo año.
Pese a los esfuerzos de la mesa, constituida en febrero, lo cierto es que desde que se fundó se han perdido "más de 110 empleos" en el sector minero-eléctrico, "la única fuente de trabajo que nos queda", que llegarán a los 200 cuando en diciembre la única mina de interior en activo en la provincia, la de Samca en Ariño, deje de extraer carbón.
"Son personas que tienen nombres y apellidos y que todos conocemos. En una comarca de 11.000 habitantes, 200 puestos de trabajo perdidos en un año son muchos. Son amigos, familiares, y esto va a ser una cadena porque el Ayuntamiento de Andorra, que mantiene 140 puestos de trabajo, recibe ingresos de Endesa. Es una cadena y estamos al límite", explicó Salomón Amador, uno de los despedidos en las últimas semanas.
"Estos pueblos que tanto han dado por el carbón y la central no pueden recibir este trato, no nos lo merecemos", concluye el manifiesto leído por el secretario provincial de UGT en Teruel, Alejo Galve. "No permitiremos que esto se hunda", apuntaba, y por eso ayer se concentraron ante las puertas de la térmica unas 300 personas procedentes de todos los pueblos de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos y de las vecinas Cuencas Mineras.
Pidieron enérgicamente a Endesa -filial en España del grupo energético italiano Enel- que diga por fin si va a invertir o no. "Llevamos solicitadas tres o cuatro reuniones a Bogas; siempre nos han contestado y se han reunido con nosotros, pero nunca ha venido él", protestó Planas.
En la misma línea se pronunció el presidente del comité de empresa de la central, Hilario Mombiela. "Nunca nos han dicho absolutamente nada" acerca de sus planes de inversión, salvo que "esperan que el carbón nacional esté regulado por el Ministerio y a esperar, pero la paciencia tiene un límite y a partir de octubre la cosa ha llegado a su tope y no podemos esperar más", declaró Mombiela, quien recordó que Endesa acaba de autorizar una inversión de 218 millones de euros en As Pontes (A Coruña), planta que funciona exclusivamente con carbón importado.
7,5% del mix energético
El presidente del comité de la térmica culpa de la situación que vive el complejo minero-eléctrico de la comarca a Endesa y Gobierno "a partes iguales".
"La central podría funcionar si el Gobierno respetara el hueco térmico del 7,5% para el carbón nacional firmado en el Plan del Carbón", expuso el alcalde de Ariño, Joaquín Noé, quien denunció que el Ejecutivo del PP "no le está diciendo no al carbón, sino al carbón nacional que está dando trabajo, vida y futuro a nuestros pueblos". El regidor resaltó que el pasado 26 de agosto el 22% de la energía nacional se produjo con carbón, "pero de importación".
Noé aseguró que su pueblo ha perdido 140 habitantes desde 2009 y que la tendencia es a peor por los últimos despidos y los que vendrán. "Esto afecta a los pequeños comercios, a la escuela... a todo. Por eso insistimos tanto en que, en primer lugar, queremos el carbón y después a buscar alternativas".
En este sentido, el presidente de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Roberto Miguel, dijo que la economía en la zona "está parada" porque "a ver quién es el valiente que se compra un piso o hace una reforma en su casa" sin expectativas de futuro.
"Los políticos defienden vertebrar el territorio y asentar el mundo rural, y eso pasa por que la gente pueda trabajar. No se trata de dar dinero, sino trabajo", declaró el empresario, quien deseó que la respuesta de Endesa sea positiva y ello dé un margen al territorio mientras llega la reindustrialización.
"Mientras no haya una apuesta firme por el carbón autóctono y se garantice una rentabilidad, Endesa va a estar a la espera", lamentó la alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, para quien la situación es "injusta" con el territorio. La regidora explicó que de los 6,5 millones de euros del presupuesto anual del Ayuntamiento, 2 son ingresos procedentes de los impuestos que paga la térmica. "El daño si no invirtiera sería grandioso", zanjó.
Entretanto, los ánimos en las minas están de capa caída, hasta el punto que la dirección de Samca, que siempre se ha mostrado optimista, ahora ve que "no hay voluntad por parte de Enel ni del Gobierno actual del PP en que esto funcione", dijo el responsable de minería de CCOO de Industria en Teruel, Antonio Montoyo. "La empresa está haciendo lo que puede, pero esto no puede continuar sin vender. De seguir así las cosas, como mucho aguantamos hasta final de año", destacó.
Por la concentración se dejaron ver algunos diputados autonómicos, como Julia Vicente (PSOE) o Ramiro Domínguez (Ciudadanos), quien recalcó que la térmica genera el 5% del PIB de la provincia de Teruel, por lo que instó a tomar medidas para cesar la pérdida de población.
El presidente de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, Antonio Donoso, se mostró firme en su idea de que la central sea declarada "de utilidad pública" por el Gobierno de Aragón, de forma que "si Endesa quiere cerrar, que alguien se la pudiera quedar". Ese "alguien", según su propuesta, sería el Ejecutivo autonómico, que la explotaría junto a Samca y "las cajas de Aragón".
Un grupo de trabajo reindustrializador que esperan no llegue demasiado tarde
La mesa por el futuro y la reindustrialización de Andorra y comarca se mostró satisfecha con el compromiso del Gobierno de Aragón de crear un grupo de trabajo a finales de mes para reactivar económicamente la cuenca minera.
"Creemos que es un buen paso para hacer la reindustrialización de otra manera a como se había hecho hasta ahora", destacó Miguel.
Noé recordó que hace años se intentó con la instalación de la cementera, empresas de prefabricados y de gres con las que hoy en día "habría pleno empleo". Pero "en estos momentos elegir algo que vaya a funcionar es muy difícil, ninguno tenemos la varita mágica", dijo el alcalde de Ariño, quien aseguró que el Ejecutivo autonómico "apoyará las alternativas claras que pongamos encima de la mesa".
Este grupo de trabajo estará formado por el Gobierno de Aragón, la Diputación de Teruel, los ayuntamientos mineros, las empresas carboníferas, Endesa y el Gobierno de España, según los planes del Ejecutivo regional.
Anualmente, el Fondo de Inversiones de Teruel destinará 2 millones de euros para este fin, recordó Amador, quien no obstante dijo que, mientras se instalan nuevas empresas "la mitad de las familias" que este año han perdido su modo de subsistencia "se van a ir". Y "una vez salen, es difícil que vuelvan", apostilló Miguel.
"Si esto no tira adelante, los pocos que quedamos nos tendremos que marchar"
"Si esto no tira para adelante, los pocos que quedamos nos tendremos que marchar". Son palabras de Mari Carmen Puente, que es hija, mujer, sobrina y prima de mineros y que, junto a varios vecinos de Estercuel, acudió ayer a la barrera de la central para sumarse a la movilización y apoyar el modo de ganarse la vida de la población.
"La historia de mi pueblo se escribe con carbón" era el lema que llevaba este grupo en algunas sudaderas con las que reivindicaban que, pese a que son pocos los mineros que quedan en Estercuel, el municipio ha sido "un pueblo minero de toda la vida", destacó Mario Vidal.
"Ahora hay 13 trabajadores y hace un par de años había 30 o 40, pero en Estercuel ha habido cientos de empleos. Las minas han ido cerrando hasta que solo ha quedado una que cerrará ya mismo si esto no se arregla", explicó Vidal.
"Si cierra la central a mi marido le recolocarán en otro sitio, pero el pueblo se cerrará y la comarca entera se irá a pique", dijo Silvia Galve, también vecina de Estercuel.
Las sudaderas de Estercuel se mezclaban con otras de "Ariño, SÍ carbón" y otras de los sindicatos en las que se oponían al cierre de la minería energética.
Entre los manifestantes estaba Ángel Acuña, vecino de Andorra que destacaba que "dependemos mucho de la central". En su caso, tiene un negocio al que tendrá que "echar la persiana" si la gente se tiene que ir. "La central arrastra a todo el pueblo porque trabaja muchísima gente allí, como en las minas", dijo.
Por ello, cree que la Administración "debería invertir dinero en reindustrializar la zona y no depender tanto de la central" porque "si hubiera industrias siempre se podría recolocar a la gente".
De la misma opinión es su amigo Alejandro Martínez, que hablaba de "salvar el pueblo como sea porque, si no, esta comarca entera se va al garete".
En su caso, trabaja en una funeraria. "Si se va la gente del pueblo, ¿qué hacemos aquí? Si cierra la central y las minas, no hay nada más que los cartones", lamentó.
Autor:Marcos Navarro / Andorra