Recuperar para un municipio y sus vecinos un edificio en el que muchos de ellos han crecido como alumnos emociona, pero más si a la apertura asisten algunas de las personas que enseñaron en él durante toda una vida. En ese sentido, no extraña lo conmovidos que estaban los vecinos de Valderrobres en la jornada de puertas abiertas de la remodelada "Casa de las Hermanas", inmueble cedido por la congregación religiosa Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl al Ayuntamiento cuando la comunidad abandonó el municipio años atrás.
Siete de estas religiosas, entre ellas las últimas cuatro superioras, asistieron el sábado a la reapertura del edificio, ahora reconvertido en biblioteca municipal, albergue y escuela de adultos.
Las obras de la Casa de las hermanas de San Vicente de Paúl han corrido a cargo de la Fundación Valderrobres Patrimonial, que ha cedido dos plantas al Ayuntamiento para que traslade hasta allí la biblioteca y la escuela de adultos, servicios. El albergue,del que se hace responsable la Fundación, ocupará dos plantas y que estará operativo a partir de mayo.
El presidente de Valderrobres Patrimonial, Manuel Siurana, destacó que la del sábado fue una "jornada concurridísima" en la que "no paró de entrar y salir gente del edificio. Todo el mundo se quedó maravillado por cómo había quedado la remodelación, incluso las hermanas que asistieron a la reapertura, que estaban encantadas no sólo al comprobar el resultado de las obras sino por tener la posibilidad de reencontrarse con los vecinos". El edificio tiene 1.400 metros cuadrados.
La Fundación Valderrobres Patrimonial ha adjudicado a la empresa Ludenatura la gestión del albergue, que llevará el nombre del fundador de la congregación en agradecimiento a la cesión que realizaron las religiosa cuando abandonaron el pueblo. El albergue ocupará dos plantas del edificio. Según Siurana, los gestores son "una pareja que tiene experiencia en este tipo de instalaciones, pues ya regentan un albergue y conocen en qué consiste el negocio". En este sentido, hizo hincapié en que "creemos que es la mejor opción posible, porque nos da seguridad de que llevará el servicio una empresa que sabe de qué va esto".
Abril o mayo
La intención, dijo, es que "comience a funcionar en mayo o junio". Y aunque ayer por la tarde trajeron los primeros muebles, habrá que esperar a que el Inaga autorice la actividad para poder promocionar el alojamiento. La licencia fue solicitada semanas atrás y se espera que este mes se autorice la actividad. Las previsiones que baraja la Fundación es que "en el plazo de uno o dos meses el albergue pueda abrir sus puertas y que en verano funcione a pleno rendimiento".
En cuanto al resto de las plantas, en la baja se situará la biblioteca municipal y en la segunda la Escuela de adultos, aunque estos dos servicios no se trasladarán al nuevo edificio hasta que comience el próximo curso para no alterar el funcionamiento de la actividad académica.
Autor:Maribel S. Timoneda