Judit Castillo: “Los entrenamientos son duros, pero es el camino para mejorar”

Judit Castillo se agarró a su raqueta y corrió detrás de su sueño. El año pasado era seleccionada para disfrutar de una beca de la empresa AGM para perfeccionar su tenis en una universidad de Estados Unidos. Allí ha superados los problemas del idioma, se ha sobrepuesto a las lesiones y ha logrado grandes resultados, tanto deportivos como académicos. - ¿Cómo fue el cambio de España a Estados Unidos? - La decisión al principio es impactante. Tanto la familia como los amigos me ayudaron a tomar la decisión, además del apoyo de la empresa AGM. Al principio, la decisión daba un poco de miedo pero una vez allí, cuando conocí a mis compañeras de equipos y los entrenadores y vi cómo era todo aquello  supe que no me iba a arrepentir de haberla tomado. - Usted se va a Estados Unidos gracias a una beca de una empresa privada. ¿Cómo llega usted a esa situación? - La empresa se pone en comunicación con muchos jugadores, y a los que deciden que sí que quieren seguir progresando en Estados Unidos les pone en contacto con universidades, y se abre un abanico de posibilidades. - ¿Dónde ha estado estudiando y mejorando su tenis? - He estado en la Universidad de North Western State, en Luisiana. Allí estoy estudiando Health and Exercise Science (Ciencias del Deporte y la Salud). - ¿Y en sus planes está el continuar estudiando en América o piensa en regresar a España? - Nosotros firmamos contrato con la Universidad al final de la temporada. Yo ya he firmado para seguir allí. La idea es permanecer allí los cuatro años y luego, con el máster ya veremos. - Y allí ha estado usted compaginando sus estudios con el entrenamiento. - Sí, allí he estado estudiando, entrenando y compitiendo, y trabajando además en un gimnasio. Empezamos a competir en el semestre fall (de otoño) jugamos dos de los cuatro torneos en individual porque tuve una lesión. Pero en los dos que pude jugar terminé muy bien. En el primero gané uno de mis cuadros y en el otro, que era el torneo regional, en individuales llegué a cuartos y en dobles con una compañera terminamos perdiendo la final. Después llegó la temporada de primavera (spring), y fuimos a Florida pero me volví a lesionar con el mismo problema en los tibiales. - ¿A qué se debió ese rosario de problemas físicos? - En parte al cambio de superficie. En España estamos muy acostumbrados a jugar en tierra batida, y allí la superficie más habitual es pista dura y al final, las horas de entrenamiento y competición terminaron pasando factura y tuve una lesión. Con ese problema físico aprendí mucho. Cuando me tuve que retirar en Florida, que era la primera vez que me ocurría desde que estoy jugando, y  la entrenadora me dijo que era mejor que dejase el partido porque lo importante era el Torneo de la Conferencia para buscar una plaza para el Nacional. Lo cierto es que pasé unas semanas muy mal, sobre todo cuando tenía que ir andando a la Universidad, porque el dolor me hacía tener que parar a descansar porque me quemaban los tibiales. Fueron cuatro semanas visitando a diario al fisio y con mucho dolor. Pero al final logramos llegar a la Conferencia y empecé a jugar. He tenido buenos resultados, y de ocho partidos he tenido ocho victorias y tres derrotas. Y en dobles, con Iryna, jugué ocho partidos con seis victorias. El balance es positivo. - ¿Cuánto ha evolucionado en su tenis en su experiencia americana? - He mejorado mucho mi nivel de tenis. Estoy muy contenta con eso. Los entrenamientos han sido duros, pero es el camino para mejorar. Y académicamente estoy muy contenta y en los personal es una experiencia  que te aporta muchas cosas. - ¿Cuánto entrena?¿Cómo lo  compagina con los estudios? - Por las mañanas voy a la universidad. Allí procuras adaptar el horario para compaginarlo con el deporte. Yo suelo aprovechar las mañanas también para hacer la parte física del entrenamiento. Y por la tarde empezamos con el fisioterapeuta, una hora antes de que empiece el entrenamiento de tenis. Entrenábamos desde las 14:15 hasta las 17:00 horas Incluso cuando no podía jugar por la lesión acudía para animar a las compañeras del equipo. Al final sacaba cerca de cinco horas diarias de entrenamiento. Y en cuanto a los estudio, tenía tres horas diarias de clase. - ¿Cómo ha terminado el curso? - Muy bien., Estoy muy contenta. La verdad  es que estudiado mucho. Allí la nota media se mide sobre 4, y el primer semestre tuve y 4.0 sobre 4, así que estoy muy, muy contenta. - ¿Qué nivel de inglés tenía usted antes de viajar a Estados Unidos? - Me fui de aquí sabiendo lo básico. No entendía nada hasta que un dije que tenía que ‘ponerme las pilas’.  Mi nivel de inglés  ha mejorado muchísimo. Puedo mantener conversaciones y en las clases no tengo problemas. También es verdad que tenemos mucha ayuda de los profesores por ser estudiantes atletas internacionales y tratan de ayudarnos. - Este verano en España, ¿va a jugar al tenis? - Si no tengo la raqueta o el gimnasio siento como que me falta algo. En Teruel hago gimnasio con Carlos Ibáñez, el piragüista turolense. Y este verano, como tengo el título de entrenadora voy a estar dando clases en la academia de Juan Carlos ferrero, en Villena (Alicante). - ¿Va a ser la futura ganadora de Roland Garros? - No, no, no ... solo me veo mejorando día a día y dando el máximo en cada entrenamiento confiando en el proceso buscando siempre el camino correcto para hacer bien las cosas y, sobre todo, disfrutar del camino.