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Juan José Pascual, minero: “Las prejubilaciones son el ‘palazo’ que nos han metido para cargarse la minería”
Juan José Pascual, "Mancheguín" para los amigos, es uno de los últimos mineros del carbón subterráneo de la provincia. Al cierre del último pozo de interior de Teruel, se queda con el compañerismo vivido en Sierra de Arcos y lamenta los accidentes, alguno mortal. Ya ha vivido el drama socioeconómico tras la deriva del sector en Utrillas y observa con tristeza cómo Ariño lleva el mismo camino, o incluso peor, porque no habrá empresas fuertes como la Casting Ros que puedan atajar la despoblación. Percibe un buen jornal y se prejubila antes de 2019, pero no le tiembla la voz cuando señala al Gobierno por debilitar la masa social y con ello "cargarse la minería".
- Ariño sin carbón de interior. Quién lo iba a decir...
- Pues eso digo yo, quien lo iba a decir, porque lo que hemos llegado a pasar ahí dentro... Tampoco han puesto de su parte. Todos sabemos que el carbón contamina, pero también lo hará el que van a traer de fuera si deciden tirar con la térmica. Vengo de Utrillas de haber cerrado una mina en la que trabajaban mil y pico personas. Y en Utrillas gracias que nos montaron Casting Ros, Espuña y Fertinagro, pero en Ariño se te cae el cielo encima porque no han hecho nada.
- ¿Qué siente al ver cerrada Sierra de Arcos?
- Me vienen muchos recuerdos. Cuando salimos el viernes de la reunión con Samca, nos abrazamos con los compañeros que van a ser recolocados en el desmonte y nos echamos a llorar porque no nos vamos a ver más en el tajo. Ha sido una panzada de echar lágrimas después de tanto pasado, de tantos accidentes...
- El trabajo en la mina está asociado a accidentes laborales. ¿Recuerda alguno en especial?
- El peor que yo he visto fue un compañero al que se le clavó en la pierna la pica de hierro de la máquina y se le abrió todo. Lo pasas muy mal cuando se accidenta una persona.
- Ha habido incluso fallecidos en esa mina.
- Desgraciadamente. Fue un día en que yo iba a trabajar de mañana y esto sucedió por la noche. La verdad es que los accidentes los tenemos por la confianza que cogemos y hacemos cosas mal, pero todo por sacar adelante el destajo del equipo.
- El colectivo minero se ha caracterizado siempre por estar muy unido.
- Eso lo hemos tenido de siempre. La vida social la tenemos con los compañeros y la unión en el trabajo, al cien por cien.
- En 2012 estuvieron dos meses de huelga por los recortes en el sector, todos a una.
- 63 días estuvimos de huelga. Eso no ocurre en ningún sector, en ninguna empresa. Hace cuatro años aún teníamos un apoyo fuerte entre los mineros que aún quedábamos entre Teruel, Asturias y León. El palazo que nos han metido, y lo digo a boca llena y soy uno de los que se va a prejubilar, es que el Gobierno ha pensado que la única forma de cargarse la minería son las prejubilaciones. Y es que es verdad, porque en cuestión de tres o cuatro años te quitas a 3.000 o 4.000 tíos. Las prejubilaciones han hecho mucho daño.
- Mucha gente critica que los prejubilados lo primero que hacen es comprarse un piso en Zaragoza y otro en la playa. ¿Usted también cree que el dinero debería quedarse en el territorio?
- Yo no me pienso menear de aquí. Hay gente que sus hijos se han ido a estudiar a Zaragoza, se han comprado piso y en tres años ya se han ido del pueblo.
- ¿Cuánto tiempo lleva en la mina de Ariño?
- Trece años. En total, de mina llevo 22 y medio. Yo voy y vengo cada día a Ariño, 120 kilómetros hago. Es un sacrificio, y en cuarto turno, que no tienes vida social ninguna. Ahora la tendremos, que vamos a ir de lunes a viernes para hacer las labores de cierre. Me he perdido trece años de mis hijas.
- ¿Tiene calculadas las toneladas de carbón que ha podido extraer en todo este tiempo?
- No te sabría decir. Pero mira, en un equipo podemos sacar entre 180 y 240 toneladas al día. El terreno es el que manda, por lo que si el tajo te respeta puedes sacar 300. Antes se sacaba más, cuando metíamos dinamita.
- ¿Podría haber aguantado dos años más la explotación con la nueva ayuda de 10 euros?
- Nada, eso es un engañabobos. Esta mina estaba abocada al cierre definitivo y esas ayudas eran hasta un problema gordo para la empresa. Si las aceptaba, continuaba y la central no hace la inversión, le obligan a devolver todas las ayudas. Es un pena, porque lo bueno que tiene el interior es que crea puestos de trabajo.
- Reservas de lignito sí hay...
- Claro que hay, pero Samca hizo el último proyecto con la idea de que el 31 de diciembre de 2016 había que cerrar.
- Se da por supuesto que su peor momento dentro de la mina coincide con los accidentes. Pero, ¿cuál ha sido el mejor?
- Lo mejor de todo ha sido el compañerismo que hemos vivido allí. Y la empresa se ha portado muy bien. Siempre se ha dicho que los mineros han cobrado dinero, pero lo que nos ha subido los jornales es sacar carbón.
- ¿En qué situación anímica queda Ariño?
- Pues yo lo veo mal. De verdad te digo que ahí sí que debería el Gobierno poner alguna industria un poco en condiciones, ya sea en Andorra, Ariño, donde sea. Pero esa comarca está muy mal. En Ariño solo tienen el balneario. Ahora, si Endesa hiciera la inversión no habría ningún problema. Apuesto a que Samca metería a trabajar a contratas en el cielo abierto y crearía mínimo 150 puestos de trabajo, además de los que ya tiene. Los jefes son de aquí, están por el territorio.
- Con la mano en el pecho. ¿Usted cree que Endesa va a realizar la inversión?
- (Resopla) Pues tengo muchas dudas, no lo sé... Pero yo siempre he sido optimista y creo que la va a hacer. Si nos dejaran el 7,5% en el mix no tendría la central ningún problema para funcionar. Dicen que durante un par de años vamos a trabajar al cien por cien por el tema de Francia (la demanda del país galo por el parón de sus nucleares), pero después como no empiece el Gobierno a ponerse las pilas... Yo le invito a que invite a Endesa a hacerla porque, si no, la cuenca se va a quedar muy triste. Eso será un desierto.
Autor:Marcos Navarro / Alcañiz