Todos los rincones de la provincia de Teruel han vivido este fin de semana con especial intensidad San Antón. Hogueras, carne a la brasa, diablos, dichos, misa, procesión, bendición de los animales... En casi todos los pueblos se ha vivido una celebración eminentemente popular que integra algunos de los elementos referidos. Pero la convivencia vecinal es el principal nexo en comón.
Montalbán
En Montalbán hasta una docena de hogueras iluminaron la gélida noche de San Antón, del sábado al domingo. La actividad durante toda la mañana del sábado fue frenética en el casco urbano de la localidad descargando la leña y situando las piras para preparar una buena hoguera.
Tan pronto como se hizo de noche los vecinos prendieron sus hogueras, destacando las tres que se hacen en el casco antiguo: la del Muro, la de la Replaceta de los Ajos y la de la Replaceta, territorio de peñistas, que aglutinó al mayor número de vecinos en torno a ellas. Una divertida comitiva dirigida por la comisión de fiestas llevaba un invitado especial; un cerdito de papel que formaba parte de la rifa de uno real entre los que se animaban a comprar tiras para colaborar en la fiesta.
Un incesante ir y venir de personas conformaron la peculiar procesión por las calles de Montalbán, ya que nadie quiso perderse las espectaculares llamaradas que soltaban las grandes hogueras que, un año más, congregaron a los vecinos para compartir charla y cena al calor de las brasas.
Maestrazgo
En la Comarca del Maestrazgo prácticamente todos los pueblos celebraron la noche del patrón de los animales. Los habitantes de estos pueblos la consideran "muy suya", muy de los que viven todo el año en el pueblo, y en la que se implican sin escatimar esfuerzos y trabajo, ya que aunque haya mayoralías que preparan la fiesta, todo el mundo colabora en mayor o menor medida.
En Molinos prepararon una buena hoguera en la plaza de la Iglesia y todos los vecinos que quisieron disfrutaron después de carne a la brasa. Lo mismo que en Villarroya de los Pinares, donde las hogueras se prepararon por zonas y los vecinos se juntaron para asar la carne y comérsela al calor de las brasas que, sin duda, calentaron el frío fin de semana que ha tenido el Maestrazgo, con temperaturas que rondaron los -10º.
En Cantavieja la hoguera se encendió a las 19:00 horas y todos los vecinos se acercaron al calor de las llamas prestos a pasar a bendecir sus animales. Aunque hoy en día la mayoría son mascotas; perros, gatos, y hasta tortugas, también participaron ganaderos con corderos, terneras, o caballos, que despertaron la curiosidad de todos los asistentes. Los mayorales obsequiaron a todos los participantes en la bendición con el tradicional pan de San Antonio, que se hace exclusivamente para la fiesta, y vino rancio, que sin duda ayudó a entrar en calor. Mientras, merodearon por la hoguera cuatro temibles demonios que se dedicaron a asustar a los más pequeños que, con una mezcla de miedo y curiosidad los buscaban y rehuían por toda la localidad. Después hubo cena popular y discomóvil hasta altas horas de la mañana, mientras que el domingo, después de la misa, se celebró la popular tranza donde los vecinos colaboraron aportando diversos productos, e incluso algún animal de corral, que se subastaron al mejor postor para ayudar también a sufragar los gastos de la fiesta.
En Iglesuela se tiene muy especial cariño a esta fiesta. La jornada del sábado comenzó con la novedad de la Ronda de gaiteros, con los aprendices de dulzaina de la localidad, además de algún tambor, caja y gaita. Tras recoger zarzas para montar la hoguera, las cuales se traen siempre arrastras con caballerías y con gran participación de vecinos, a los que los mayorales ofrecen vino, pasteles y barracha, además de invitarles a comer. A las 19:00 horas empezó Sanantonada, recorriendo las caballerías, San Antonio, la abuela y los demonios las principales calles de La Iglesuela desde la Costera hasta la hoguera, donde se dijeron los populares dichos y, a continuación, se prendió la hoguera. En ella se introducen San Antonio y la Abuela y salen cuando las llamas ya los acosan. A continuación se celebró una sardinada popular en el Centro Social, con bingo, sorteo de un cerdo y disco móvil. Ayer por la mañana, tras la misa, se bendijeron los animales y se ofreció a los participantes pasteles de calabaza y mistela. Para finalizar la fiesta los vecinos recorrieron las calles de la localidad con la Rondalla de la Iglesuela del Cid, que amenizaron el paseo con un buen número de jotas.
Berge
En Berge cumplieron un año más con la tradición de San Antón. Marcos Espallargas, uno de los vecinos de mayor edad e impulsor de la fiesta desde su juventud, fue el encargado de encender la gran hoguera realizada con la leña que los voluntarios recogieron durante todo el día. Los primeros fríos llegaron de la mano de San Antón y a las bajas temperaturas, de en torno a un grado, se sumó el viento, que hizo que la sensación térmica fuera de aún más frío, que los vecinos combatieron cenando en torno al fuego.
Por la mañana perros, caballos y gatos pasaron ante el santo en la puerta de la iglesia para obtener su bendición. Después tuvo lugar la misa seguida de la procesión y, una vez terminada, la comisión de fiestas repartió pan bendito entre todos los fieles.
Aceite, pasteles o embutido fueron algunos de los productos que ayer salieron a subasta en la tradicional rifa de San Antón. Los alimentos, así como los rosarios de naranjas y castañas y palomitas de maíz y turrones, se vendieron al mejor postor para recaudar dinero con el que sufragar la fiesta.
Linares
Y en Linares de Mora, como en otros puntos de la Comarca de Gúdar-Javalambre, también cumplieron con la tradición la víspera de San Antón. El sábado por la noche se hizo la bendición de animales y después encendieron la hoguera en la plaza del pueblo. Los clavarios de San Antón, que son los que organizan la fiesta, prepararon después una cena popular a base de caldereta de patatas con costilla de cerdo, para terminar el día con un trío musical y disco móvil.
Ayer dominog hubo misa y procesión, y ya por la tarde los vecinos se reunieron para la tradicional tranza, en la que los Clavarios rifan los alimentos donados por los vecinos del pueblo. Los vecinos pujaron por dulces, pastas, bebidas, embutidos y lo más llamativo, animales como gallinas y hasta corderos y cabritillos. Con todo lo recaudado los Clavarios del año siguiente dispondrán de dinero para organizar una nueva celebración.
Wilma, Turca, Luki, Shia y Ananda, protagonistas en Calamocha
En Calamocha la Unidad Canina de los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza y el programa de Aragón Televisión La Madriguera fueron dos de los protagonistas de un fin de semana en el que se inauguró además un monumento a Los Mayordomos, los cofrades de San Antonio Abad.
Tras las hogueras del sábado por la noche, muchos calamochinos participaron en los actos que se celebraron en Calamocha por San Antón. De nuevo, la cofradía y la asociación que rinden homenaje al santo aunaron fuerzas.
Los animales cobraron el protagonismo desde el primer momento. Antes de la misa de las 12:00 horas, en la plaza de España, a los pies de la iglesia, se rindió homenaje a la unidad canina del Parque de Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Wilma, Turca, Luki, Shia y Ananda fueron imprescindibles para encontrar a dos supervivientes de la explosión que se registró en Pirotecnia Zaragozana el pasado 31 de agosto de 2015. Aunque a Calamocha solo acudieron tres de los cinco perros, todos tuvieron su escarapela.
A continuación, se colocó la cruz de San Antonio a los animales que habían sido adoptados o rescatados durante el pasado año. Cabe destacar que, en los últimos tiempos, esta fiesta ha tomado un cariz reivindicativo, en contra del maltrato y el abandono animal, y a favor de la adopción frente a la compra.
Tras la misa, una numerosa procesión de personas y mascotas recorrieron las calles del centro hasta volver a la iglesia de Santa María La Mayor. Allí, la directora del programa La Madriguera (Aragón TV), Aratxa Urzay, recogió el diploma de Mayordomo de Honor en nombre de su equipo. "Como dijo Gandhi, la grandeza de una nación se mide por la forma en que trata a sus animales", y en Aragón hemos mejorado mucho pero todavía queda por hacer", dijo.
Posteriormente, el párroco, Héctor Pérez, procedió a la bendición de los animales. Pudieron verse perros, gatos, hámsters, pájaros, peces, gallinas, algún cordero y hasta una urna con una pareja de insectos palo. Los dueños de las mascotas recibieron un trozo de roscón.
La inauguración de un monumento en el parque de Calamocha puso el broche final. Ubicado al lado del estanque, recopila los nombres de los Mayordomos de Honor de San Antón y rinde homenaje a tanto a los cofrades como a los animales.
Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel