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“Habría que potenciar la trufa silvestre, es un buen patrimonio para los montes”

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Víctor Palacios, con Linda, tras ganar el concurso de Fitruf en Sarrión

Víctor Palacios ganó el concurso de búsqueda de trufa con perro en Fitruf, la feria de Sarrión, junto a su perra Linda, con la que ya se había proclamado vencedor en otras tres ocasiones.

Víctor Palacios ganó el concurso de búsqueda de trufa con perro en Fitruf, la feria de Sarrión, junto a su perra Linda, con la que ya se había proclamado vencedor en otras tres ocasiones. El joven se dedica a buscar "Tuber melanosporum" en truferas silvestres de Fuentes de Rubielos, donde reside durante la época de recolección, mientras que en primavera y verano trabaja como fotógrafo en el Monasterio de Piedra, en Zaragoza.

- ¿Cuántos años lleva buscando trufa?

- Seis

- ¿Siempre con Linda?

- Sí, alcanzas un vínculo muy importante con la perra y no puedes ir con varios a la vez, no es lo habitual.

- Hay quien comenta que para completar una jornada buscando hacen falta varios canes…

- Sí, pero eso es en plantaciones, que desgastan mucho más al animal porque no para de trabajar, la búsqueda en silvestre es totalmente diferente, son pequeñas búsquedas y grandes trayectos, el perro va al ritmo tuyo, no es en intensivo. En una plantación en un turno intensivo se pueden llegar a coger 40 kilos en un día, mientras que yo el día que saco medio kilo o tres cuartos doy saltos de alegría.

- ¿Educó usted a Linda?

- Hice un curso del Gobierno de Aragón sobre adiestramiento y empleé los conocimientos para adiestrar a un perro para buscar trufa. No me sirvió el curso para encontrar trabajo de adiestrador pero sí para dedicarme a hacer un trabajo con perro.

- Le gustan los animales supongo…

- Mucho, tengo dos gatos y cinco perras, pero solo busca trufas una.

- ¿Lleva mucho tiempo educar a un perro?

- Puedes tardar dos años, pero si conoces muy bien al perro y ya has trabajado con él es más fácil. Linda, mi perra, no servía para la caza porque tenía miedo a los disparos, pero yo ya la conocía mucho y ya me entendía, solo fue cuestión de enseñarle a sacar las trufas. También cambia mucho de buscar en plantación a hacerlo en el monte, en la plantación es más fácil buscar, aunque para el perro es más cansado desde el punto de vista físico porque tienen que pensar y escarbar, para ellos buscar trufa no es algo que les salga de forma natural.

- ¿Prepara a su perra de alguna forma especial para los concursos?

- Antes sí simulaba lo que se podía encontrar allí, ahora no hago nada, lo único que le pongo mejores premios para que se dé más prisa, porque los concursos van con tiempo. Pero ella se da cuenta de que estamos en un concurso porque le pongo la correa, que nunca lleva.

- Premiarlos es fundamental, ¿no es así?

- Sí, y tiene que ser en el momento justo, tanto el sí como el no. Cuando un perro está aprendiendo tiene que entender bien qué es lo que le estás premiando.

- Caza en montes propios o públicos…

- Busco para otros y también tengo un arrendamiento de montes públicos, pero todo truferas silvestres. En Fuentes hay un régimen de recogida con aprovechamientos responsables, el monte sale a subasta pero cada cinco o seis años, que es una forma de hacerlo sostenible y rentable. Si se subasta cada año, los años que hay sequía no puja nadie y los que llueve mucho quien se los queda machaca el monte. El monte se divide en parcelas y hay que fomentar que haya más trufa y, si se hacen aprovechamientos excesivos, se acaba el recurso.

- ¿Cada vez hay menos trufares naturales?

- Sí, esta ligado a que el monte se está cerrando, no hay aprovechamientos ni ovejas que lo limpien y pisen y la trufa busca el sol y el aprovechamiento adehesado. De hecho, en España en los años 60 y 70 se recogían 1.000 toneladas de trufa y era toda silvestre, ahora no se llega ni por asomo a las 100 toneladas. El momento álgido fue el de invasión del bosque a los campos tomados por el hombre, la trufa encontró sol y tierra y ese boom duró hasta los 80.

- Esto es reversible?

Sí, habría que volver a la ganadería intensiva y cuidar el monte. Desde la Administración tendrían que crear programas para impulsar la trufa silvestre porque limpia los montes, es muy ecológica y favorece la fauna. Es un buen patrimonio para los montes porque genera valor añadido. Pero sobre todo porque las truferas naturales forman un claro, matan la vegetación que hay alrededor y frenar un incendio con esos claros es mucho más fácil que si no están.

Autor:M. Cruz Aguilar Sarrión