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García Abril: “Es difícil cultivar amor a la música, estamos sacudidos por el pop”

El pianista valenciano Claudio Carbó Montaner (i), posa con Antón García Abril (d), antes de la presentación de la tesis ayer en Zaragoza

El compositor Antón García Abril considera que el amor por la música se puede cultivar, pero admite que es muy difícil, porque de alguna manera estamos "sacudidos brutalmente" por la música pop y rock, que salvo algunas obras muy encomiables, estéticamente es bastante deficitario.

El compositor Antón García Abril considera que el amor por la música se puede cultivar, pero admite que es muy difícil, porque de alguna manera estamos "sacudidos brutalmente" por la música pop y rock, que salvo algunas obras muy encomiables, estéticamente es bastante deficitario. El músico turolense asistió ayer en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza a la lectura de la tesis doctoral del pianista Claudio Carbó Montaner sobre su obra.

Para el creador turolense, una de las figuras más notables de la composición española, el amor por la música se puede cultivar desde el principio, y quizá habría que comenzar en las edades tempranas, pero es muy difícil luchar por igualarse al pop y al rock o por lo menos "no ser despreciado".

García Abril (Teruel, 1933), que cuenta, entre otros, con el Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria, el equivalente al Cervantes en la música clásica, y con la Medalla de Oro de la Academia de Cine, estima que los medios de comunicación buscan beneficios económicos, que se está creando un mundo absolutamente materialista y economicista y esto "va en contra de los valores humanísticos".

Así lo indicó a Efe con motivo de la lectura en la Universidad de Zaragoza de la tesis doctoral del pianista valenciano Claudio Carbó Montaner centrada en la música para piano de García Abril, algo muy atractivo e interesante para el compositor, ya que un trabajo de investigación sobre su obra puede descubrirle aspectos a través de lo que los demás ven en ella.

Carbó sostiene que la obra de García Abril "llega al corazón" y tiene "la misión de hacer el mundo mejor y más bello", una apreciación que el compositor comparte totalmente.

El proyecto de la música, no solo de la suya, de todos los creados e intérpretes, de todos los que aman la música, persigue siempre transmitir un mensaje de espiritualidad, de belleza.

Y aunque García Abril admite que le es muy difícil definir su obra, asegura que procura no apartarse nunca de lo que considera como parte importante de la música: un mensaje de comunicación entre los seres humanos en el que la belleza tiene que primar sobre todo.

En su opinión, el panorama de la composición española está "como nunca de bien" y hay compositores de mucho talento y algunos practicando una música llena de humanismo.

La oferta de jóvenes compositores, para García Abril, es muy interesante en toda España, pero la demanda, como pasa con los intérpretes, no está en el mismo nivel.

Así, bromeó con que la gente sabe que existió Beethoven, porque era sordo, o Mozart, por la película, pero olvida que hay compositores jóvenes que crean música pero "en solitario", porque "nadie la airea", ni la radio, ni la televisión ni la prensa en general.

Y aunque las instituciones hacen cosas para apoyar a los creadores, abandonan un poco el apoyo a los jóvenes intérpretes, compositores o musicólogos cuando hay verdaderos valores.

"Cuando ves un valor auténtico hay que elevarle", y ahí es donde a su juicio muchas veces se falla.

Además, García Abril defendió que en España la enseñanza de la música, en el nivel medio y superior, está "estupendamente bien", aunque opinó que puede haber deficiencias muy importantes en la primera enseñanza de un niño y que a la Universidad le haría falta, como ocurre en Estados Unidos, incorporar la música, porque de alguna manera crea un "caldo de cultivo" atractivo entre los que estudian otras disciplinas.

Lenguaje inconfundible

Para el pianista valenciano Claudio Carbó Montaner, el compositor Antón García Abril es "la piedra angular de la música española actual" con su "lenguaje propio", "refinado" e "inconfundible".

En su tesis doctoral El piano de Antón García Abril: Cénit de inspiración compositiva en su madurez creativa (1996-2015), Carbó ha destacado el lenguaje de este compositor, cuya música está despojada de lo superfluo para mostrar "la esencia de la emoción".

Claudio Carbó ha centrado su tesis en la música de piano de García Abril, concretamente la de su madurez, desde 1996, año en el que se observa una intensa labor dedicada a este instrumento, hasta el momento actual.

El compositor valenciano ha indagado en las creaciones para piano más importantes de García Abril, integrante de la generación del 51, que se desmarca de las tendencias generalizadas tras la Segunda Guerra Mundial y que tiene una personalidad musical propia e inconfundible.

Su música "llega al corazón" y tiene "la misión de hacer el mundo mejor y más bello; es una música muy humana", afirmó este autor.

Nacido en Valencia en 1976, Claudio Garbó comenzó a los seis años su formación musical. Estudió en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y siguió estudios de postgrado en el Conservatorio Richard Strauss de Múnich.

Comenzó a ahondar la obra de García Abril en 2003, una época en la que no había estudios sobre este compositor.

"Cuando uno estudia una obra de García Abril interpretarla conlleva mucho trabajo. Si la pieza dura 18 minutos, como el caso de Microprimaveras, aprenderla lleva horas y horas", explicó este compositor, que interpretó este tema en la presentación de su trabajo y aseguró que las obras del creador turolense "mueven al público".

Pretende con esta tesis no solo estudiar a García Abril, sino difundir su obra, ya que "la gente que lo toca quiere más".

García Abril ha hecho composiciones para películas y una de las épocas más fructíferas a nivel cinematográfico fue cuando compuso la música para El Hombre y la Tierra, que fue "un gran trabajo".

Autor:EFE/ Zaragoza